Analizarán causas y consecuencias del masivo escape de salmones en Calbuco

El escape de 900 mil salmones de la empresa Marine Harvest en el sector de isla Huar podría provocar un desastre ambiental. Fuente: La Nación. 9 julio de 2018.


El diputado DC y presidente de la comisión de Pesca de la Cámara, Gabriel Ascencio, anunció este lunes que ‘analizaremos las causas y las consecuencias para el medioambiente, por el escape de 900 mil salmones de la empresa Marine Harvest en el sector de isla Huar, en el mar interior de Chiloé’, reiterando que ‘las empresas deben hacerse responsables de los daños que producen’.

Ascencio precisó al respecto que ‘la empresa salmonera Marine Harvest tiene que hacerse responsable por el escape de salmones. Esta no es sólo una advertencia para ella, sino para toda la industria salmonera y no pueden seguir trabajando como lo hacen, esta es una irresponsabilidad tremenda, pues generan una alarma sanitaria y ambiental’.

‘Por ello -agregó- en la comisión esperamos analizar este escape, porque no es posible que no sepamos cuáles son las medidas de seguridad que ellos tenían, cómo es posible que no se preocupen de cuidar el medio ambiente, pues todo el mundo sostiene que los salmones son altamente depredadores y van a provocar un daño ambiental’.

El parlamentario agregó que ‘no es posible que ahora alarmen a la población en el sentido de que no consuman el salmón por no estar apto para el consumo humano. Yo creo que tiene que haber una investigación urgente de lo que ha ocurrido acá y tienen que actuar los tribunales ambientales, la Superintendencia del Medio Ambiente, las autoridades de salud y, principalmente, Sernapesca’.

El diputado Ascencio, además, manifestó sus dudas en torno al origen de este nuevo episodio en el que a la industria se les escapan peces a los mares. ‘Mire que casualidad, sólo se les escapan los no aptos para el consumo humano. Todos los demás se exporta y se ganan millones de dólares; esto o no puede ser, yo tengo la seria duda de que aquí lo que ocurrió, es que no siendo aptos para el consumo humano, los haya liberado’, afirmó.

Añadió que ‘ojalá que no sea así y esté equivocado, pero lo que hay que ver es qué ha ocurrido con estos miles de salmones que están hoy en día en el mar de Chiloé’.

Finalmente, Ascencio anunció que ‘además, este miércoles en la Comisión de Pesca analizaremos un proyecto relacionado con el escape de salmones, con ellos que habiendo estado en jaulas fueron liberados por distintas situaciones. Esto lo vemos a ver porque tiene que ver con la sobrevivencia de la fauna del mar de Chiloé y la pesca artesanal, que no puede verse afectada por estas irresponsabilidades de la industria salmonera’.

PODRÍA SER UN DESASTRE MEDIO AMBIENTAL

Como ‘un desastre medio ambiental de graves e insospechadas consecuencias’ calificó Greenpeace la fuga de los salmones de la empresa Marine Harvest.

‘Estamos frente a un hecho de la máxima gravedad. Se trata de un potencial desastre medio ambiental cuyas consecuencias para la zona están por verse, pero que pueden ser gravísimas. No solo se trata de una de las mayores fugas de salmones en Chile, sino que los peces que escaparon tienen altas dosis de antibióticos, por lo que constituyen un peligro y no pueden ser consumidos’, alertó Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace.

Para la ONG, la masiva fuga, y que hasta ahora registra el rescate de apenas unos 200.000 salmones, deja en entredicho la real capacidad para operar bajo estándares de seguridad.

‘Es necesario que las autoridades investiguen las causas de esta fuga y procedan con las sanciones correspondientes. No puede ser que un simple temporal, nada fuera de lo común en la zona, genere una emergencia de esta magnitud. El centro se instaló el 2017 y en menos de un año presenta esta emergencia. Es evidente que hay normas de seguridad y de impacto ambiental que no se están cumpliendo. Además, en el centro no había personal disponible para activar planes de contingencia y no pudieron ingresar hasta dos días después de la emergencia. Esto refleja la escasa capacidad que tienen las salmoneras para enfrentar este tipo de contingencias. Lo más grave es que, en vez de ser la propia empresa la que responda con un plan de reacción serio y propio, están siendo los pescadores artesanales los que han debido ir al rescate de la empresa y ser ellos los que están recuperando los salmones’, señaló Estefanía González.

Greenpeace expuso el caso de la fuga menos de 200.000 salmones desde un centro de cultivo de Cooke Aquaculture en Estados Unidos, escape que se tradujo en la reciente decisión del estado de Washington de poner fin a las actividades salmoneras a partir del año 2025 debido a las graves consecuencias medio ambientales que ha tenido la actividad en extensas zonas de mar del estado.

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