Ley de pesca y captura de la jibia: las dificultades que podrían favorecer a los industriales

En palabras de Manuel Gutiérrez, dirigente del Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero (Condepp) y Presidente del Sindicato Independiente de Pescadores Artesanales de Coronel (Sitripac), el hito es “un triunfo para los pescadores y una muestra más de que a la industria se le acabó la fiesta”.

Pero todavía queda trámite legislativo y el proyecto recién será remitido a la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos, por lo que -de momento- la polémica ha girado constantemente en torno a quienes acusan presiones de los pesqueros industriales al Ejecutivo y al Legislativo.

“Las grandes pesqueras no entienden que Chile cambió. El presidente de Sonapesca alega que el gobierno no los escucha. Mentira, sí los escucha, pero no les encuentra la razón. La industria no asume que ya no pueden seguir comprando políticos, que ya no tienen una bancada pesquera en el Congreso, que ya no pueden mandar las leyes por correo electrónico para que las aprueben a su pinta”, acusó el dirigente de la Condepp.

En esa línea, Gutiérrez insiste en que la industria está sola y profundamente equivocada: “Ellos creen que porque hay un gobierno de derecha les va a dar el amén en todo. Se olvidan del papelón que hicieron con la Ley Longueira, y tan grande fue el papelón que es el senador Manuel José Ossandón, un hombre precisamente de derecha, quien ha liderado ese cambio”, remarcó.

¿Se puede anular una ley?

Pero tras la votación, que obtuvo sólo el apoyo de la oposición, se inició una pugna en la propia derecha.

Lo anterior, puesto que ese día los diputados del oficialismo abandonaron en pleno -excepto Luciano Cruz-Coke (Evópoli)- la sesión de la Comisión de Constitución: desde RN, Camila Flores, Paulina Nuñez y Gonzalo Fuenzalida; mientras que en la UDI lo hicieron Juan Antonio Coloma y Jorge Alessandri.

De hecho, fue precisamente este último quien aseguró que todo se fraguó como un acuerdo informal -que no surgió desde las bancadas- entre los diputados de la UDI y RN, en el que no quiso participar Luciano Cruz-Coke, ya que “él decidió justificar los mismos argumentos que teníamos nosotros, pero justificarlos adentro”, remarcó Alessandri.

Bajo ese escenario, el congresista Evópoli fue el único de los presentes que votó en contra argumentando que existe un “vicio de constitucionalidad”, porque “las leyes no se anulan, se derogan” y “porque la nulidad no sabemos qué efectos produce”.

Eso sí, admitió que en la actual Ley de Pesca “hubo corrupción”, pero aseguró que no le parece que la nulidad sea el mecanismo para cambiar la normativa.

División oficialista

Tras las críticas al interior del propio sector, quedó claro que no se trató de una decisión de bancadas. El primero en reprochar la determinación -sorpresivamente- fue el diputado coronelino, Leonidas Romero (RN): “Me extraña lo de Renovación Nacional, pero no me extraña de la UDI”, ya que -en su opinión- el gremialismo ha mostrado en otras decisiones “un afán por amparar la corrupción”.

En esa línea, y a contramano del oficialismo, Romero anunció su disposición a respaldar la derogación en el siguiente trámite legislativo, cuando el proyecto llegue a la Comisión de Pesca, que él integra.

Sin duda, tampoco tardaron en llegar las criticas opositoras. “UDI y RN siguen representando los intereses espurios de estas empresas que han corrompido la política”, apuntó el diputado comunista, Hugo Gutiérrez.

La lucha por la jibia

Y en otro capítulo relacionado con la pesca, la semana pasada el Congreso despachó a ley un proyecto que regula la captura de la jibia, un producto que hoy también puede ser capturado por los industriales, pero que con la nueva normativa -aprobada por ambas cámaras- fijará que sólo sea a través de línea de mano, favoreciendo así a la pesca artesanal.

Pero si bien el proyecto está listo para ser promulgado, fuentes de Radio Bío Bío indican existe una posibilidad real de que el presidente Sebastián Piñera opte por vetar dicha ley, argumentando que un sector de la industria está reclamando por la aprobación de la normativa.

Bajo dicho escenario, el diputado RD Jorge Brito pidió respetar la decisión del Congreso y acusó que -de lo contrario- el Ejecutivo estaría demostrando que está beneficiando a las grandes empresas. “Ojalá que el Gobierno escuche a Chile y deje de escuchar a estas siete familias”, apuntó.

De hecho, los industriales -y también los artesanales, pero en sentido contrario- ya estaban iniciando un paro indefinido: “Los industriales están moviendo sus redes para que el Presidente de la República aplique el veto y les salve la campana a último minuto, pero nosotros estamos seguros que el Mandatario no cederá a esas presiones indebidas. Además son presiones para la foto: en el mundo pesquero todos sabemos que la jibia no pone en riesgo los empleos de la industria; ellos viven del jurel y del negocio de la harina”, agregó el dirigente Manuel Gutiérrez.

“El presidente de Sonapesca ha dicho que espera que el ministro de Economía, José Ramón Valente, se ponga los pantalones. Yo me pregunto: ¿quiere que se les ponga igual como Pablo Longueira o Andrés Couve, que después de ser subsecretario de Pesca se convirtió en asesor de la industria, o como Raúl Sunico, que asumió el cargo después de ser asesor de Asipes con boletas de su mujer?”, cuestionó el líder de Condepp y Sitripac.

Así las cosas, el plazo para la promulgación sigue corriendo, pero aún no está claro si podría ser vetada parcial o totalmente. Mientras tanto, algunas voces piden que se acelere el trámite de la ley corta de pesca en el Senado, aunque desde ya en el oficialismo han cuestionado que dichos cambios son insuficientes.