El mea culpa de Mina Invierno por el uso de las tronaduras

Gerente general de la empresa, Sebastián Gil, dijo que los estudios se concentraron más en el carbón que en el material duro que estaba encima del material. "No fue una buena decisión", dijo. Fuente: La Tercera, 27 de junio de 2019.


Mina Invierno está en el ojo del huracán luego que anunciara la suspensión de la faena y decenas de despidos al no poder extraer más carbón del yacimiento producto de la prohibición para efectuar tronaduras, la única forma viable para seguir operando.

En conversación con radio Duna, el gerente general de la empresa, Sebastián Gil, reconoció esta mañana que precisamente que no fue una buena decisión de la empresa no haber incluido en la calificación ambiental del proyecto el uso de tronaduras para extraer el material.

El ejecutivo afirmó que fue una decisión “técnica y económica” que se tomó hace aproximadamente una década en base a la información geológica que estaba disponible.

“La investigación o los estudios del proyecto se concentraron más en el carbón que en la sobrecarga, (el material pesado) que está encima del carbón y que es lo que requiere tronaduras”, afirmó.

“Se podría decir que no fue una buena decisión técnica en su oportunidad. En general, la minería, toda la minería, utiliza la tronadura. Es algo tan normal que habría sido bastante simple incluirlo en el proyecto original”, admitió el gerente general de la faena ubicada en Isla Riesco, Región de Magallanes.

No hay más de dónde sacar

Con todo, el ejecutivo aseguró que seguirán”dando la pelea” para poder revertir la prohibición de realizar las tronaduras, la única manera de hacer viable el proyecto ligado Empresas Copec (Angelini) y Ultramar (Von Appen).

“Ya no tenemos donde trabajar, donde operar. Solamente nos queda un pequeño sector de carbón que podemos extraer en los próximos 4 meses y eso es todo lo más que podemos hacer sin usar tronaduras”, afirmó.

Cabe recordar que en 2016, la compañía solicitó un permiso ambiental para operar con tronaduras, y pese a obtener la autorización y el respaldo del Servicio de Evaluación Ambiental -y a haber realizado ya 43 tronaduras- la justicia ambiental emitió hace dos semanas una medida cautelar prohibiendo tal actividad, a espera de la sentencia definitiva que ya está en acuerdo y que se espera para los próximos días.

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