Estudio llama a proteger la ruta de los mamíferos marinos y mejorar la legislación
By Cristóbal Moreno

Estudio llama a proteger la ruta de los mamíferos marinos y mejorar la legislación

La investigación aborda el estado de las especies en los proyectos sometidos a evaluación de impacto ambiental, considerando fundamental el resguardo de los ecosistemas. Fuente: La Prensa Austral, 29 de marzo de 2020.

“Estandarización metodológica para el desarrollo de líneas base y seguimientos ambientales de mamíferos marinos en aguas jurisdiccionales chilenas” se titula el estudio financiado por el Fondo de Investigación Pesquera y de Acuicultura (Fipa) dependiente de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca). Esta iniciativa cuenta con la participación de destacados investigadores nacionales con amplia experiencia en esta temática.

El estudio nace de la necesidad de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de establecer el estado de arte actual de la componente de mamíferos marinos en las líneas de bases presentados por los proyectos de inversión que se emplazan en zonas marítimas y costeras sometidas al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, ya que se ha detectado una deficiencia de inclusión de este grupo faunístico en las evaluaciones, así como en los aspectos metodológicos asociados a la evaluación de mamíferos marinos en el desarrollo de líneas de bases y planes de seguimiento ambiental que entrega el titular del proyecto.

El proyecto Fipa fue adjudicado por el Centro Regional Fundación Cequa a través de una licitación pública, y es encabezado por el Dr. (c) Jorge Acevedo Ramírez, perteneciente a la Línea de Ecología de Ecosistemas Acuáticos de Cequa.

Según explica la directora ejecutiva del Centro Regional Fundación Cequa, Dra. Paola Acuña Gómez, el estudio pretende disminuir la brecha entre los titulares de los proyectos y la autoridad en el marco de lo establecido en la Ley General de Pesca y Acuicultura.

Esto, con el objetivo de dar solución a través de la generación de metodologías estandarizadas de levantamiento y seguimiento ambiental de mamíferos marinos y propuestas de mejora de la regulación actual, que permita el desarrollo de la actividad productiva y que esté en sintonía con la protección de las especies de mamíferos marinos y su hábitat natural en las costas de jurisdicción chilena. Ese, advierte, es el gran desafío del estudio que está encabezado por el Centro Regional Fundación Cequa.

La investigación se desarrolla en un contexto en que hay gran sensibilidad por la protección de las especies marinas. A eso se suman requerimientos internacionales, como las exigencias impuestas por Estados Unidos, a través de la Marine Mammal Protection Act (MMPA), Ley de Protección de Mamíferos Marinos, en la que el Congreso de ese país solicita un enfoque ecosistémico para el manejo de la vida silvestre en las naciones con las cuales se mantiene intercambio económico.

Jorge Acevedo advierte que “la tarea no ha sido fácil, ya que para establecer el estado de arte actual de la componente de mamíferos marinos en las líneas de bases presentados por los proyectos de inversión se debió revisar cerca de dos mil iniciativas ingresadas al Sistema de Evaluación de Evaluación Ambiental (Seia) entre los años 2000 y 2018; emprender una revisión de las normativas de protección y conservación que el país ha promulgado y mantiene actualmente vigentes así como de la revisión de normativas legales de otros países con altos estándares de protección sobre mamíferos marinos; y una ardua revisión de literatura científica y de pautas internacionales para culminar en las diferentes propuestas tales como: metodologías estandarizadas de levantamiento y seguimiento ambiental de mamíferos marinos, propuestas de mejora de la regulación actual y materias de buenas prácticas y acciones de mitigación que los diferentes proyectos debiesen tener en consideración para minimizar los impactos adversos hacia las poblaciones de mamíferos marinos”.

Agrega además que la ejecución de este estudio responde al propósito del centro de investigación regional por “hacer de la actividad científica un conector social de
realidades, donde la generación y divulgación del conocimiento aporten al bienestar comunitario y también entregue insumos a considerar en la generación o implementación de adecuadas políticas públicas. Hay diversas decisiones estratégicas, para el desarrollo ecológico, social y económico de Chile, que están basadas en la conservación, protección
y el manejo adecuado de los ecosistemas y los recursos naturales”.

Protección y regulación

Anelio Aguayo-Lobo es médico veterinario de profesión, especialista en mamíferos marinos. Su nombre es reconocido a nivel mundial, al ser pionero en el cambio de paradigma que propició en los años ’70 la modificación de las normas de caza de ballenas en el mundo, y en los años ’80, en la prohibición de su captura.

Para el asesor científico de Fundación Cequa es de vital importancia generar conciencia sobre la protección de las especies marinas, en especial en un país como Chile, con extensas costas y en las que se realizan numerosas actividades productivas.

Para el académico e investigador es importante considerar la normativa impuesta por el Congreso de Estados Unidos, que propone el uso de los recursos naturales en concordancia con el medio ambiente a través de una explotación racional.

“Esto es simple: si se captura anchoveta, que ésta esté libre de la mortalidad de lobos marinos. O si se cultivan salmones, que éstos estén libres de la mortalidad de lobos marinos.

Así funciona este esquema que debe ayudar a los industriales pesqueros a que cumplan con la ley y que, en el caso de Chile, se hagan sugerencias de modificaciones y/o normativas que sean utilizada por asesores le gales de organismos como Sernapesca, Subpesca o el Ministerio del Medio Ambiente”, advierte.

Uno de los conceptos importantes y no incluidos en las evaluaciones tiene relación con el tráfico de los mamíferos marinos en el mar en la cual se pueden producir colisiones y muerte de
los animales como lo ocurrido con la ballena Sei recientemente hallada varada en cercanías de Porvenir. Y, para ello, el equipo de trabajo ha estado revisando la legislación chilena, tanto de Ley General de Pesca y Acuicultura como la Ley de Base de Medio Ambiente y la Ley de Navegación.

También destaca que es fundamental conocer el rol de los mamíferos marinos en el ecosistema y como éstos ocupan las aguas nacionales. “Tenemos que proteger las rutas de migración de los mamíferos marinos y Chile es una gran ruta de migración a lo largo de todo el litoral de las ballenas que vienen del Ecuador, Perú y del norte de Chile y que se trasladan hacia la Antártica a alimentarse. Considerando esta riqueza que ofrece el litoral de Chile, nuestro país debería contar con mejores estudios para conocer dónde están, por dónde viajan: si lo hacen cerca de la costa como lo hace la jorobada o lejos de la costa como lo hace la ballena azul y cuáles son sus abundancias. Pero son cosas que tenemos que estudiar más”, reflexiona.

“Lo otro es que tenemos que cuidar los ecosistemas. Si en un lugar se va a explotar salmones o se va a extraer algas o se instalará un nuevo puerto, tenemos que saber qué parte estamos ‘echando’ a perder del ecosistema. Porque, de lo contrario, al empresario le ‘sale gratis’ este daño ecológico.

Estamos revisando el impacto de estas actividades en el medio ambiente. Hay pocos abogados especialistas en materias ambientales y nosotros vamos a sugerir las fallas técnicas para que éstas sean transformadas jurídicas en nuevos reglamentos”, recalca Aguayo-Lobo.

Importancia para los ecosistemas Una opinión similar tiene Walter Siefeld, académico e investigador, especialista en mamíferos marinos, de la Universidad Arturo Prat que también participa en el estudio Fipa. Enfatiza la importancia de los mamíferos marinos y el rol que tienen en la regulación de los ecosistemas. En la zona austral son relevantes además para el turismo de intereses especiales, con el avistamiento de ballenas, delfines y elefantes marinos.

“El problema es que toda actividad (como minería, portuaria, energía, acuicultura, industriales, saneamiento) cuyas infraestructuras o desechos son descargados directa o indirectamente en las aguas del borde costero producen un impacto en el corto, mediano y/o largo plazo no tan sólo con la biota en general sino que también con los mamíferos marinos en particular, desde la competencia por el espacio, hasta afectación del comportamiento y salud de las especies de mamíferos marinos costeros.

Sobre la normativa estadounidense plasmada en la Ley de Protección de Mamíferos Marinos (MMPA por sus siglas en inglés), Siefeld defiende su aplicación como la primera ley del Congreso de Estados Unidos en pedirun enfoque ecosistémico para el manejo de la vida silvestre.

“La exigencia que ha hecho es que si Chile quiere seguir exportando productos marinos a EE.UU. debe cumplir con la ley MMPA.

Y la primera pregunta es: ¿Cuál es la abundancia de las distintas poblaciones de mamíferos marinos que tenemos? y ¿cuál es el impacto que tienen las actividades productivas en ellos? Lamentablemente, nosotros no tenemos datos concretos de abundancia para la gran mayoría de las poblaciones de mamíferos marinos que circundan en las aguas y borde costero nacional.

Sin duda, que el impacto es dependiente de la naturaleza de los proyectos, extensión, intensidad y frecuencia de las actividades pero también de las especies a ser afectadas, ya que no todos responden de la misma forma. Se asume que debe haber un impacto importante entre la actividad humana y los mamíferos marinos, pero son escasos los estudios nacionales que aportan datos concretos”, realza.

Por esta razón el grupo de trabajo del proyecto Fipa tuvo que analizar diversas fuentes de literatura científica y pautas internacionales para tener un panorama más completo de los diversos impactos adversos que distintas actividades/ obras generan sobre las poblaciones de mamíferos marinos, a fin de proponer finalmente una guía de buenas prácticas y acciones de mitigación.

Siefeld subraya como conclusión general que los mamíferos marinos no son considerados, a lo sumo en algunos proyectos porque, si bien están protegidos por la Ley de pesca y Acuicultura que dice que éstos no se pueden capturar, no hay una normativa real que establezca la obligatoriedad de incluir a los mamíferos marinos en las líneas de bases de los proyectos que son sometidos al SEIA.

“Hay que hacer modificaciones o ajustes a la Ley de pesca, la Ley de Medio Ambiente o al Reglamento del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental para que se incluya como biota obligatoria a los mamíferos marinos y así cumplir con las normativas de protección y conservación que el país ha establecido”, dice.

A pesar del gran desafío que implica materializar estas demandas, el equipo de profesionales que participa en este estudio está convencido de que se puede generar un mejor escenario para los mamíferos marinos.

“Aquí hay muchos intereses creados y tenemos que tratar estas cosas con mucho cuidado. En la formulación y presentación de políticas públicas convergen muchos actores que tienen intereses, valores, preferencias y objetivos particulares. Se necesita canalizar todo esto en una perspectiva común de país, que sea sustentable y a largo plazo”, indicó.

Especies clasificadas

Según el Reglamento de Clasificación de Especies del Ministerio de Medio Ambiente, 20 especies se encuentran clasificadas como datos insuficientes, 16 como preocupación menor, una como casi amenaza, 5 como especie vulnerable, 4 como especie en peligro, y dos como especies en peligro crítico a lo largo de toda su distribución en el país. Estos son también dos especies con doble clasificación de amenazas geográficas (tursión y delfín chileno) y otras dos especies que aún no han sido evaluadas (rorcual enano común y zifio de Arnoux).

Asimismo, existen algunas especies más afectadas que otras, como las especies de ballenas que aun cuando muestran signos alentadores de recuperación continúan con un estado de amenaza alta a consecuencia de Cephalorhynchus, el delfín chileno, y la tonina oyera, se encuentran con un estado de amenaza alta al igual que las dos especies de nutrias, el chungungo (Lontra felina) y el huillín (Lontra provocad)

De la revisión de los proyectos que afectan al borde costero y ambiente marino, sólo el 18% de las iniciativas (345 de 1.920 proyectos, incorporan información de mamíferos marinos, ya sea mediante revisión bibliográfica y/o generada mediante campañas de terreno.

De ese total, 121 proyectos incluyen una revisión bibliográfica ya sea para el área de influencia directa del proyecto o áreas adyacentes y otros a nivel regional o nacional. 56 de las 121 iniciativas que incluyen revisión bibliográfica no ejecutan campañas de terreno para confirmar la presencia o ausencia de las especies de mamíferos marinos, 85,1% de los proyectos con revisión bibliográfica corresponden a Declaraciones de Impacto Ambiental y 14,9% a Estudios de Impacto Ambiental

De los proyectos con campañas en terreno, 16 especies son informadas, representando el 66,7% de las especies informadas mediante revisión bibliográfica y el 31,1% del total de especies de mamíferos marinos registrados en aguas chilenas.

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  • 30/03/2020