Exigen doblar los 50 litros de agua que reciben las zonas del interior para evitar contagios

Una de las recomendaciones que más se ha recalcado sobre la pandemia de covid-19 es el lavado frecuente e intensivo de las manos. Sin embargo, hay un sector de la población en Chile que, simplemente, no puede hacer caso a esa sugerencia -por mucho que quieran-, ya que no cuentan con un acceso al agua potable y sólo reciben 50 litros diarios por persona.

Un angustiante escenario que enfrentan miles de habitantes no sólo en la Provincia de Petorca, sino también de otras comunas como del Valle del Aconcagua e, incluso, de Olmué, por lo que distintos dirigentes y parlamentarios de esas zonas hicieron hincapié en la urgente necesidad de otorgarles una solución.

“Estamos hablando con el Ministerio del Interior, que maneja los recursos para el abastecimiento de agua potable, para incrementar los 50 litros por persona en esta crisis” anunció el propio ministro de Agricultura, Antonio Walker, en entrevista con este Diario el pasado 22 de marzo. ¿El problema? A la fecha aún no existen novedades al respecto.

Por lo mismo la senadora por Valparaíso, Isabel Allende (PS), hizo notar que “tenemos sectores donde la gente se abastece aún con camiones aljibes que entregan tan sólo 50 litros de agua al día. Esa cifra ya era insuficiente y ahora lo es más aún, dada la situación sanitaria. Por eso, el Gobierno debe aumentar la entrega al menos a 100 litros de agua por persona en aquellas comunas con escasez hídrica”.

En tanto, el senador Francisco Chahuán (RN) consideró que “se puede hacer un esfuerzo mayor, porque además estamos hablando de una provincia duramente golpeada por la sequía, por ende, ya venía con una carencia muy grave por falta de agua. Así que 50 litros diarios me parecen escasos, sobre todo pensando que el llamado de las autoridades y expertos en la pandemia hablan de un lavado constante de manos durante todo el día”.

Dispensadores públicos

En ese sentido, el parlamentario estimó que “se deben redoblar los esfuerzos para aumentar la cantidad de litros diarios y, además, ver la fórmula de establecer estanques o dispensadores públicos de agua en lugares estratégicos de la provincia y que sean surtidos frecuentemente por camiones, para que de alguna manera las familias que consumen los 50 litros diarios puedan tener allí una segunda fuente de abastecimiento del vital elemento”.

Una posición similar tuvo el Premio Internacional de Derechos Humanos y vocero de Modatima, Rodrigo Mundaca, quien planteó que “en una situación de pandemia, la privación de agua en los territorios producto del modelo, del robo y del despojo, es francamente criminal”.

En cuanto a sus demandas, el dirigente detalló que lo primero “es que se garantice la higiene y la inocuidad del agua que se está entregando. Segundo, estamos exigiendo que se duplique el volumen de agua que se está entregando, porque evidentemente 50 litros de agua por persona son completamente insuficientes para poder higienizar las manos de forma adecuada, y además satisfacer la demanda de agua de la población”.

Asimismo, solicitó “que se priorice el agua para las comunidades y no para la producción de paltas, y estamos diciendo también que el propio Código de Aguas, con todo lo malo que es, tiene un artículo, el número 27, que establece facultades expropiatorias en el caso de que la población se vea seriamente afectada en el suministro de agua, y artículos que permiten expropiar también para la conservación”.

“La pregunta que habría que hacer hoy día, a propósito de lo que sostiene el Ministro de Agricultura, que están trabajando en soluciones a largo plazo, a cinco años: ¿es posible en un escenario de pandemia esperar cinco años, cuando la gente hoy día está severamente impactada por la falta de agua en los territorios?”, dijo.

“No hay que confundirse”

Por su parte el director nacional de Greenpeace, Matías Asun, criticó que “el Ministro habla de un plan a cinco años para solucionar el tema, cuando la emergencia y avance del covid-19 exige una respuesta ahora. La gente se tiene que poder lavar las manos hoy”.

En este contexto, Greenpeace planteó nuevamente la urgencia de que el Gobierno responda de qué manera se va a asegurar la entrega de agua sanitizada y suficiente para que todos los ciudadanos puedan enfrentar en igualdad de condiciones la crisis.

“Lamentablemente, el Ministro confunde entre tener una llave y que salga agua de esa llave. No comprende la gravedad de la situación de quienes viven esta emergencia sin agua. Lo que es claro es que el Presidente Piñera debe asegurar un plan de suministro extenso en distribución geográfica, e intenso en frecuencia para que todos los chilenos, al menos, tengan la oportunidad de protegerse en igualdad de condiciones a través del lavado de manos”, enfatizó Asun.

En tanto, la defensora ecofeminista por el agua, Bárbara Astudillo, manifestó que “desde la Provincia de Petorca, como sociedad civil, denunciamos la vulneración de no tener acceso al agua cuando la primera norma sanitaria es el lavado de manos”.

“Llevamos más de doce años declarados en escasez hídrica, nuestros ríos fueron declarados agotados. Ante una pandemia no hay priorización a la vida de las comunidades precarizadas, con fuerza exigimos que se declare un derecho humano y solicitamos al Estado de Chile un plan de acción hídrico para nuestro territorio. No es posible que valga más un kilo de paltas que las miles de familias que sufren”, cuestionó.

Diputado apela al INDH

El diputado Diego Ibáñez (CS), miembro de las comisiones de Salud y Medio Ambiente de la Cámara Baja, solicitó que se informe al director del Instituto de Nacional Derechos Humanos de antecedentes suficientes para que haga uso de sus facultades legales y evalúe la posibilidad de presentar un recurso de protección en favor de la comunidad que habita Petorca y que no tiene acceso a la red de agua potable.

Afirmó que “al no adoptarse las medidas necesarias para asegurar la disponibilidad de agua para la comunidad, se está poniendo principalmente en peligro a aquella población de riesgo, que en la Provincia de Petorca corresponde al 13,4% de la población total, según el censo de 2017”. “Por eso, solicito al director nacional del INDH deducir un recurso de protección en favor de la comunidad que no tiene acceso a la red de agua potable, ya que desde que se declaró el Estado de Catástrofe el Gobierno no ha tomado medidas concretas para permitir que el consumo humano de agua potable sea prioritario en relación al uso de este bien en los monocultivos de la provincia”, sostuvo.

En ese sentido, Ibáñez planteó que “hoy, si analizamos cuánta agua consume la agricultura de exportación y cuánta los habitantes, hay una distancia estratosférica que es irracional producto del modelo desigual de administración del bien común”.

Para el diputado Pablo Kast (Evópoli), en tanto, “resulta urgente revisar los Planes de Emergencia de Aprovisionamiento de Agua, pues la entrega de sólo 50 litros diarios mediante camiones aljibes es un estándar muy bajo para sobrevivir. Más aún, considerando que ahora estamos en una situación de emergencia sanitaria por la llegada del coronavirus a nuestro país.

Kast también subrayó que “en el corto plazo necesitamos un subsidio directo a las personas a través de una ficha de evaluación social. Esto, porque creemos que el Estado es un mal gestor de programas de este tipo, ya que debe seguir una serie de trámites burocráticos que tardan demasiado”.

Desde esta perspectiva, el legislador criticó que “los Planes de Emergencia de Aprovisionamiento de Agua se canalizan a través de las gobernaciones y pasan por una serie de trámites del Ministerio Desarrollo Social, avalados por los presidentes de los comités de APR y los alcaldes. Por lo tanto, este proceso se ha transformado en un problema grave que no hemos podido resolver en términos de burocracia, adaptabilidad y aplicabilidad de los requerimientos que hoy tienen en la provincia y donde la higiene se ha transformado en una necesidad urgente ante la amenaza del covid-19”.

Agregó que “sentimos que la comunidad organizada es mucho más eficiente para poder ir no solo generando un aprovisionamiento a un costo más razonable por litro, sino que además se podría actualizar la demanda de acuerdo a las necesidades de cada familia”.