Desarrollan estudio para crear una zona costera protegida en Los Ríos

Se buscará una estrategia para resguardar la biodiversidad de la zona entre Morro Gonzalo, en Corral y el río Bueno, en La Unión. También se perseguirá apoyar las actividades que realizan ahí las comunidades. Fuente: Diario Austral, 15 de julio de 2020.

By Cristóbal Moreno

Desarrollan estudio para crear una zona costera protegida en Los Ríos

Actualmente cerca del 43 por ciento de la superficie marina chilena se encuentra bajo algún tipo de protección. Esto involucra preferentemente zonas oceánicas, muy lejanas de la costa, donde han sido seleccionadas áreas de gran extensión para su resguardo. Por ejemplo, el área marina protegida de Rapa Nui tiene 579 mil 368 kilómetros cuadrados y además colinda con el Parque Marino Motu Motiro Hiva, que posee 150 mil kilómetros cuadrados. Estos números han hecho que Chile destaque incluso a nivel internacional, sin embargo, existe un punto en el que el país está al debe: menos del 1 por ciento de las zonas marinas protegidas se encuentran ubicadas en la costa. Además, la región de Los Ríos aún no posee ninguna.

Para cambiar esa situación la Universidad Austral de Chile y la ONG Ambiental Conectar para Conservar ejecutará un estudio con el que se busca identificar el patrimonio natural y socio cultural que existe en el territorio costero y marino de CorraI y La Unión. Este trabajo se centrará en generar una figura de protección para la biodiversidad de zona, que permita el manejo sostenible de sus recursos presentes en ella.

La iniciativa será financiada con fondos del FNDR del Gobierno Regional, aprobados por el Consejo Regional, a través de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP). La zona marina escogida para desarrollar el análisis se extenderá entre Mona Gonzalo, en la comuna de Corral y el río Bueno, en La Unión, donde se buscará proteger los ecosistemas, pero también las actividades que realizan diariamente las comunidades costeras que las habitan o utilizan.

SU RIQUEZA

Layla Osman, investigadora asociada del Centro de Estudios Ambientales de la Universidad Austral de Chile, explicó que “se trata de proteger aquellas zonas que son muy importantes desde el punto de vista de la biodiversidad y el ende-mismo. Pero además los seres humanos dependemos de los recursos naturales y muchas veces son las mismas comunidades las que quieren proteger el espacio que ocupan para trabajar de amenazas como la pesca industrial o la pesca artesanal de gran escala. Ellos dependen de que los ecosistemas se mantengan sanos”.

¿Qué riquezas posee esa zona? Ahí habitan especies de algas como el cochayuyo y la luga, de gran valor económico; al menos 29 especies registradas de invertebrados, como el choro zapato, la macha y el loco. También unas 58 especies de peces, muchos de interés comercial. Además, es el hábitat de al menos 19 especies de aves migratorias como el rayador, el zarapito y la golondrina chilena. En cuanto a los mamíferos marinos se encuentran la nutria de mar o chungungo, el lobo marino común, el delfín austral y chileno y, de forma temporal durante primavera y verano, es posible observar ballenas azules, franca austral, jorobada y orcas.

El director ejecutivo de la ONG Conectar para Conservar, Alfredo Almonacid, especificó que “desde el punto de vista del paisaje, el área escogida posee playas de arena y estuarios productivos utilizados por asociaciones indígenas y sindicatos de pescadores que se dedican a la extracción de locos y choritos. De hecho, hay un estudio reciente donde se logró determinar que hay diferencias genéticas en las poblaciones de locos de esa zona y el choro de Chaihuín es conocido ampliamente en la región y en torno a ella por su sabor, textura y calidad”, dijo
Otro aspecto que favorece a esa zona es encontrarse en el mismo sector que otras dos áreas protegidas aledañas -el Parque Nacional Alerce Costero y la Reserva Costera Valdiviana- las que ejercen influencia. “En toda esa área no hay una actividad humana de carácter productivo o industrial que contamine cursos de agua, tampoco hay actividad forestal que afecte la diversidad biológica, eso influye de manera positiva en el borde costero”, agregó.

DE QUÉ SE DEBE PROTEGER

Las áreas costeras son susceptibles a diversas amenazas. Alfredo Almonacid detalló que una de ellas es el uso turístico inadecuado, como el “jeepeo”. “Esto sucede frecuentemente en las playas y es muy perjudicial porque hay una serie de especies animales y vegetales que viven en los sistemas de playas de arena y son maltratados e incluso eliminados al pasar los vehículos a alta velocidad. También ocurre que hay sitios arqueológicos que son destruidos por esta actividad”, explicó. A esto se suma la sobre explotación de los recursos del mar y la pesca industrial o pesca artesanal de gran escala. El cambio climático es otra amenaza. “La creación de estas áreas son importantes para recuperar los ecosistemas”, dijo.

CÓMO SE REALIZARÁ

El proyecto, en cuya ejecución se invertirán 170 millones 239 mil 984 pesos, se desarrollará durante 36 meses. Primero se buscará toda la información existente con respecto a la zona que se protegerá para identificar las áreas, especies y valores de conservación que están presentes en ella. Luego se generará un proceso de planificación en que será clave la participación de actores comunitarios, públicos y de la academia. Posteriormente se determinará qué se quiere conservar, de qué manera y cuáles serán las estrategias para hacerlo. Finalmente se creará un plan operativo a corto plazo en el que se determinará cómo se implementarán las estrategias.

Gracias a este trabajo se podrá definir si se opta por convertir esta zona en un parque, una reserva o un área marina costera protegida. “Esa decisión de tomará de manera muy participativa”, enfatizó Layla Osman.

REACCIONES

Con respecto al proyecto, el intendente de Los Ríos, César Asenjo, indicó que “queremos consolidar el histórico trabajo público-privado que hace años se ha llevado a cabo en el territorio, a través del diseño e implementación de un modelo de gestión que posibilite la creación e integración de áreas marinas costeras protegidas, haciéndolas compatibles con la protección y el uso sostenible de los recursos, de forma que se promueva el desarrollo local mediante el potenciamiento de las actividades tradicionales realizadas en la zona y el turismo de intereses especiales, entre otros aspectos. En medio de esta grave crisis sanitaria que estamos viviendo, nuestros equipos siguen trabajando fuertemente en pro del desarrollo de la región”.

En tanto la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional, Sylvia Yunge, manifestó que “estos son fondos que nosotros traspasamos a la Corporación Regional de Desarrollo Productivo con el objeto de conocer qué especies tenemos en nuestra región y de esa manera proteger y no sobre explotar nuestros recursos. En nuestro país generalmente nos preocupamos de la alta mar, pero no de nuestro borde costero, es por eso que esta iniciativa nació a raíz de la falta de protección formal de este ecosistema y su biodiversidad”.

  • No Comments
  • 15/07/2020