Las nuevas exigencias de la Subpesca a faenas salmoneras

La idea es minimizar riesgo de hundimientos y escape de salmones. Greenpeace exige frenar expansión de la actividad y la industria valora lo resuelto. Fuente: El Llanquihue, 26 de agosto de 2020.


La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) emitió un nuevo reglamento, el que impone mayores exigencias a las estructuras de cultivo de salmones para disminuir el riesgo de hundimiento de jaulas o escape de peces.

La norma fue elaborada bajo la premisa de que esas estructuras deben ser capaces de contener a los peces e impedir su fuga cuando ocurren tormentas, marejadas u otras contingencias.

El reglamento dispone una serie de obligaciones para las empresas: se establece que los centros de cultivo deberán someterse a verificaciones semestrales de los elementos que conforman las estructuras (tanto sumergidos, como en superficie).

Asimismo, considera una metodología para la medición de distintos elementos que puedan impactar sobre las jaulas de cultivo o que de algún modo se vinculan con ellas: corrientes, vientos, olas, profundidad del área acuícola y características del fondo marino.

El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, explicó que deberá existir una certificación anual de las instalaciones y la misma deberá ser realizada por un especialista o una entidad distinta del titular de la concesión salmonera. Así se creará un registro de certificadores integrado por personas o agencias que garanticen idoneidad para desarrollar esa labor.

«Se trata de una normativa que venimos trabajando durante los dos últimos años y que, básicamente, comprende mejores y más exigentes estándares para el cultivo de los salmones en las jaulas, con el fin de prevenir hundimientos y escapes», indicó.

La misma metodología determina fórmulas de cálculo y coeficientes de seguridad que deben aplicarse en la determinación de la cantidad y dimensiones de los fondeos, así como requisitos para garantizar la vida útil de las jaulas y las redes de cultivo.

Zelaya especificó que en las fórmulas de cálculo de las estructuras de cultivo, las salmoneras deberán considerar los peores escenarios climáticos y oceanográficos posibles, de manera que las jaulas posean efectivamente los máximos estándares de seguridad.

Además, los dueños de las concesiones estarán obligados a contar con un sistema de trazabilidad o seguimiento en relación con la vida útil de los elementos que integran las estructuras de cultivo, para así evitar que se empleen materiales o elementos «fatigados».

El instructivo se basa en datos reunidos en un estudio del Fondo de Investigación Pesquera (FIPA), cuya ejecución se encargó a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, así como en normas internacionales.

El directivo precisó que se implementará gradualmente para que las empresas se adecuen, y se cuente con certificadores que garanticen el cumplimiento reglamentario por parte de las salmoneras.

MEDIDAS PALIATIVAS

Como una pérdida de tiempo y dinero calificó la coordinadora de Campañas de Greenpeace Chile, Estefanía González, al referirse a la nueva normativa de la Subpesca. «Esperaríamos que, primero, se detenga la expansión de la industria. No se debería permitir la aprobación de un proyecto de salmonicultura más, en lugar de perder tiempo y gastar dinero en normativas, lo que se debería hacer es caducar todas las concesiones que se entregaron hace un montón de tiempo y que no han entrado en operación».

González considera como un otro elemento importante sancionar las empresas que han fallado en el cumplimiento de las normas, compañías que tienen probado daños ambientales, escapes de salmones, muertes de ballenas, daños a los fondos marinos, centros sin oxígeno: «Deberían quitarles la concesión, luego vemos de qué estándares hay que hablar. Tenemos una industria que sistemáticamente quebranta las normas».

La ambientalista aseguró que las sanciones económicas no acarrean grandes consecuencias para las compañías porque son gastos que incluyen en sus presupuestos. «Todo la normativa que apunte a la generación de multas no va a solucionar el problema de fondo», expresó.

Sobre los últimos accidentes salmoneros, entre ellos el escape del Centro de Cultivo Caicura y el hundimiento del pontón en Punta Quillaipe, González refirió que el Estado debe frenar la actividad, no instar a que utilicen estructuras más fuertes.

PERSPECTIVA INDUSTRIAL

Entretanto, el gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal) de Salmón Chile, Esteban Ramírez, consideró como un hito la medida y estimó como necesaria una estandarización y una supervisión más rigurosa por parte de las autoridades.

«El paso que ha dado la Subpesca es un gran hito. La industria viene utilizando los más altos estándares internacionales de fondeos y construcción de jaulas, con memorias de cálculo acuciosas y construidas con abundante información sobre las condiciones del entorno. Sin embargo, debido a las particularidades de Chile, era fundamental contar con un estándar nacional que permita transparencia ante las comunidades y una adecuada fiscalización», dijo.

Ramírez informó que el año pasado, la institución que gerencia, desarrolló un estándar con la intención de aportar a la regulación nacional y que fue publicado en varias instancias. «La nueva regulación, aun cuando siempre puede ser mejorada y seguro así será en el tiempo, era un acontecimiento necesario y esperado», dijo.


Publicado en: Resumen de prensa

Etiquetas: Destacado salmoneras

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