Proyectan al humedal de la desembocadura del Río Copiapó como Santuario de la Naturaleza

El sitio se ubica a unos 4 kilómetros de Puerto Viejo y alberga más de un centenar de especies entre flora y fauna, por lo que su protección fue priorizada por el Ministerio de Medio ambiente. Operadores turísticos esperan que más allá de la denominación, se considere una protección en terreno del lugar. Fuente: El Diario de Atacama, 23 de septiembre de 2020.


En el marco del Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022, el Ministerio del Medio ambiente ha priorizado proteger oficialmente el humedal de la desembocadura del Río Copiapó, ubicado en Caldera, a unos 4 kilómetros de Puerto Viejo, a través de la creación de la figura de Santuario de la Naturaleza. Esto porque en el lugar se han encontrado 99 especies de aves, 10 de mamíferos, 6 de reptiles y 66 especies de flora; de las cuales 37 son nativas, 17 son introducidas y 12 son plantas endémicas. Siendo además de un nutrido ecosistema, una zona ampliamente aprovechada por los operadores turísticos de la comuna puerto en sus recorridos.

Por ese motivo se está ejecutando una consultoría que recopilará los antecedentes para realizar un Informe Técnico Justificatorio, que permita solicitar la creación de un área protegida bajo la figura de Santuario de la Naturaleza.

Entre las actividades realizadas, destaca la generación de talleres con representantes de comunidades de Caldera, servicios públicos, operadores turísticos y agrupaciones ONG, que tengan interés en aportar en esta iniciativa.

Especies

Aguiluchos, cisnes coscorobas, tórtolas, picaflores, diucas, golondrinas, zorzales, garzas, el pilpilén y distintas especies de patos como el colorado o el pato real, son algunas de las especies de aves que llegan al humedal en busca de alimento o refugio.

Al respecto, el Seremi de Medio Ambiente, Guillermo Ready, destacó que «los humedales en la Región de Atacama están situados en el desierto más árido del mundo, constituyendo ecosistemas indispensables por los beneficios o ‘servicios ecosistémicos’ que brindan a la humanidad y a la comunidad de estos sectores, desde la provisión de agua dulce, alimentos, conservación de la biodiversidad, hasta el control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación de los efectos del cambio climático».

Por otro lado, el humedal de la desembocadura del Río Copiapó se ubica en el complemento terrestre del Área Marino Costero Protegida Isla Grande de Atacama, por lo que se espera que al proteger este humedal ambas áreas protegidas complementen acciones futuras para lograr la conservación de estos importantes ecosistemas costeros.

La iniciativa fue valorada por el presidente de la Cámara de Turismo de Caldera, Juan Espinoza, quien manifestó que «en todo lo relacionado con el medio ambiente estamos totalmente de acuerdo, en la conservación de espacios siempre ha estado el apoyo de la gente de turismo, es un beneficio para poder mantener el turismo vigente de alguna manera. Todos esos espacios que naturales hay que mantenerlos».

Además que «siempre hay operadores turísticos que están mostrando el humedal, tienen sus recorridos y pasan por los humedales tratando de hacer un poco más variada la experiencia que le entregan a los visitantes. En este momento es difícil retomar los viajes, se podría ir pero como no hay gente dispuesta a ir quedamos en la misma situación», agregó Espinoza.
Reparos

No obstante, hay operadores que pese a apoyar que se designe el humedal como Santuario de la Naturaleza, tienen sus reparos con la iniciativa, dudando que esa designación sirva para que efectivamente se proteja el lugar.

Así lo manifestó Rodrigo Arcos, guía turístico de Caldera, quien explicó que «es un lugar que ocupamos los guías locales y tour operadores hace mucho tiempo, de forma recurrente más o menos del año 2008 cuando se asume que eso es parte de un área protegida que conocemos como Isla Grande de Atacama (…) a pesar que ese es un lugar protegido hace mucho tiempo vemos como el lugar se ha ido deteriorando, vemos que la gente deja basura, llevan sus mascotas y las dejan libres en el lugar, se pasean en sus cuatro por cuatro en la playa».

El guía continuó sus declaraciones mencionando que «planteamos cómo la situación del Santuario se iba a cambiar, eso lo dejamos como inquietud y nos dejaron invitados a quedarnos en otras reuniones y que la figura del Santuario debería tener más peso legal».

«Yo le planteé al seremi y las autoridades que más que una declaratoria y un documento que diga que está protegido, necesitamos que eso se proteja efectivamente, que haya vigilancia real, porque los documentos y las declaratorias no hacen la conservación, sino que se hace en terreno. Pero tenemos el compromiso del seremi de que eso va a cambiar y que vamos a participar todos en eso, para nosotros es súper buena noticia que el humedal se proteja, eso queremos, estamos muy contentos», concluyó Arcos.

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