Mina Invierno inició trámite para aprobar plan de cierre definitivo del yacimiento
Tras el cese de las operaciones, el año pasado, en la mina ubicada en isla Riesco solamente se mantiene una pequeña dotación acotada a no más de 45 trabajadores ocupados en el mantenimiento de la infraestructura y otras faenas menores. Fuente: La Prensa Austral, 10 de abril de 2021.
Desde el año pasado que Mina Invierno cesó las operaciones en su yacimiento carbonífero en la isla Riesco y con ello concluyó un proyecto impulsado por los grupos económicos ligados a las familias Angelini y Von Appen que invirtieron US$830 millones en un proyecto que tuvo un duro revés judicial al no poder incorporar el uso de tronaduras con explosivos para seguir accediendo a los mantos de carbón.
Tras el despido de poco más de mil trabajadores, la empresa está hoy abocada a la tramitación del plan de cierre de la mina ante el Servicio Nacional de Geología y Minería que ya abrió el proceso.
En las próximas semanas el secretario regional ministerial de Medio Ambiente, Carlos Olave Solar, espera visitar el yacimiento para imponerse en terreno de las distintas faenas que aún se realizan.
Si bien el gerente de Mina Invierno, Guillermo Hernández, se excusó de participar en la preparación de esta nota, La Prensa Austral pudo establecer que actualmente trabaja una cantidad que no supera las 45 personas y que están distribuidas en diferentes actividades: algunas dedicadas a la mantención de la infraestructura, a los activos que aún permanecen, otros están orientados a las labores de mitigación ambiental que es uno de los compromisos asumidos por la empresa, como también está el área a cargo de los viveros que generan las plantas de árboles. Ello está enmarcado en los planes de forestación que fueron comprometidos en su momento y que van asociados a los planes de manejo aprobados por la Conaf, más las hectáreas de reforestación como compensación a las áreas intervenidas. A ello se suman los trabajos de revegetación de los botaderos que acumulaban el material estéril que era extraído en el yacimiento.
Otra de las materias que requiere revisarse es el desarme de muelle de carguío en punta Lackwater como la futura venta de otras máquinas y vehículos que eran usados en el yacimiento.
Carlos Olave explicó que para el proceso de cierre definitivo del yacimiento de Mina Invierno hay tres organismos que pueden intervenir: Sernageomin, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia de Medio Ambiente.
“Si bien el plan de cierre comenzó en diciembre de 2020 aún no se declara el cierre formal ante la Superintendencia de Medio Ambiente porque para ese organismo hay dos hechos: o se está abierto o se está cerrado”, precisó el seremi de Medio Ambiente.
Sin embargo, explicó que Mina Invierno sí comenzó un proceso ante el Sernageomin y se relaciona con el plan de cierre definitivo del yacimiento, el que deberá ser evaluado antes de su aprobación.
Asimismo, el Servicio de Evaluación Ambiental podría intervenir ante las consultas que realice la empresa ante el destino de su infraestructura en caso que ésta quede en los terrenos que pertenecen al consorcio empresarial.
Olave admitió que si bien técnicamente hoy Mina Invierno está en el proceso de cierre definitivo, paralelamente se ha mantenido el plan de remediación ambiental que comenzó desde el primer momento en que se iniciaban las faenas extractivas de carbón.
Cumplidas las diferentes tramitaciones vendrá después el trabajo de la Superintendencia de Medio Ambiente que aprobará el cierre definitivo, sostuvo el seremi Olave.
El cierre definitivo de la minera se resolvió luego del fallo adverso que enfrentó la compañía a mediados de 2019 luego que el Tribunal Ambiental de Valdivia rechazara que la compañía incorporara el uso de tronaduras para remover la capa estéril superior a mantos de carbón a poco más de 120 metros de profundidad.
Fue en febrero de 2011 que la entonces Comisión de Evaluación Ambiental de Magallanes aprobó la viabilidad ambiental del proyecto minero que propuso extraer carbón en un yacimiento de 480 hectáreas en la isla Riesco.
Tras el cierre de la minera el municipio de Río Verde dejó de percibir recursos anuales por $350 millones que eran derivados del cobro de patentes comerciales y otros $30 millones por conceptos de permisos de circulación con la flota de los vehículos pesados y livianos que ocupaba la minera.