Región Metropolitana ya suma 12 preemergencias ambientales y 2021 se perfila como el peor año desde 2015

Expertos coinciden en que la mala calidad del aire en la capital se relaciona con la falta de precipitaciones, altas temperaturas durante el día y frío en las noches, además del aumento en la circulación de autos particulares. Fuente: El Mercurio, 26 de julio de 2021.


Aunque hasta hace algunos años julio se caracterizaba por sus precipitaciones en la Región Metropolitana, la actualidad refleja una gran diferencia. De hecho, sin contar este fin de semana, los últimos días han sido de los más calurosos para el mes.

El martes, de hecho, se reportó una máxima de 27,9 °C, la más alta desde el 18 de julio de 2012, cuando hubo 28,4 °C. A la elevada temperatura, que contrasta eso sí con el frío matutino y de la noche, se suma la falta de lluvias.

Estos son factores que inciden en la mala calidad del aire de la Región Metropolitana, que llegó a la preemergencia ambiental número 12, acercándose al total de 2015, cuando hubo 13 eventos entre mayo y agosto, período en que opera la gestión de episodios críticos.

Fenómeno

Durante el año pasado solo se constató un episodio de preemergencia, lo cual se atribuye, en el informe de gestión de episodios críticos 2020, a ‘las limitaciones establecidas a la población para la propagación del brote de covid-19’, y ‘la mejora en las condiciones de ventilación’.

En 2019, en tanto, hubo ocho preemergencias; en 2018 y 2017 no se registraron; en 2016 se reportaron dos de estos eventos, y en 2015, 13.

Héctor Jorquera, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la U. Católica, plantea que ‘han sido días consecutivos muy soleados y noches frías con poca ventilación. Cuando eso ocurre se empiezan a acumular los contaminantes, porque no pueden salir de la región. Entonces, hay un efecto meteorológico que hace que este año sea peor que los anteriores’.

‘A veces había un frente de lluvia y eso limpiaba un poco, pero eso no ha ocurrido ahora; lo que se tiene es una situación más extrema’, añade.

Luis Díaz, especialista en calidad del aire de la Universidad de Santiago, apunta a que también en 2020, ‘a esta altura, vimos producto de la pandemia menos movilidad y condiciones meteorológicas mejores, como un poco más de lluvia, por ejemplo’.

Según agrega, aunque se mantiene la caída en pasajeros del transporte público, sí hay un aumento del auto particular, ‘lo que empeora la contaminación de esos vehículos. Además, como ha habido en las noches bajas temperaturas y la gente ha estado dentro de las viviendas, esta necesita más calefacción, a veces con parafina, y eso también produce malas generaciones’.

Actualmente, una de las medidas de la gestión de eventos es la restricción vehicular que incluye a catalíticos fabricados antes de septiembre de 2011.

Para Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente y director del Centro de Acción Climática de la U. Católica de Valparaíso, ‘es fundamental que las autoridades hagan uso de sus facultades y llamen a acatar las medidas y también a aumentar la fiscalización’.

El seremi del Medio Ambiente metropolitano, Sebastián Gallardo, atribuye el fenómeno a factores naturales y también al alza de movilidad por ‘la evolución de las comunas de la RM a fase 3 como al incremento de la calefacción residencial tipo leña, en los días de bajas temperaturas’.

La autoridad menciona otras medidas aplicadas, como la prohibición de calefacción a leña, que ‘nos ayudan a prevenir la exposición de la población, a los altos índices de contaminación atmosférica por MP2,5 y MP10 en Santiago’.

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