Agricultura en peligro, agua no sería suficiente si viene otro invierno seco

Fuente: El Ovallino

Si bien se están realizando esfuerzos para mitigar los efectos de la sequía mediante insumos para mejorar la gestión del agua, el recurso hídrico no alcanzaría para una temporada 2023 -2024, si siguen las mismas condiciones. Fuente: El Ovallino, 18 de octubre de 2021.


En la edición de ayer de diario El Ovallino se dieron a conocer los bajos niveles de los embalses de la provincia de Limarí, los cuales han descendido considerablemente en el último año. Llegando a mantener tan solo un 20% del agua almacenada y proyectándose que a final de la temporada este nivel baje al 10%.

Y es que La Paloma mantiene sólo un 23% de sus reservas, mientras que Recoleta alcanza alrededor del 30% y Cogotí el 7%, reflejo de largos años de sequía, que este 2021 se agudizó por la casi nula presencia de precipitaciones y nieve en la cordillera. Una realidad que complica no solo a los agricultores, sino que a todos quienes dependen del vital líquido en la provincia, ya sea para consumo humano como para actividades productivas. José Eugenio González, presidente de la junta de vigilancia del río Limarí y de la comunidad de aguas del Sistema Embalse Paloma sostuvo que ‘la situación es bastante crítica’, explicando que , ‘con volúmenes más bajos, si el próximo invierno es igual que éste, la situación sería realmente dramática’. González señaló que en estos momentos se está manejando el embalse de modo tal de asegurar el agua para consumo humano.

‘La verdad es que nosotros hemos manejado el embalse de manera de asegurar el abastecimiento de agua potable para la ciudad de Ovalle y otras localidades que están desde Paloma hasta Barraza y hemos ido manejando el agua y queda del orden de 170 millones al 30 de septiembre, y tenemos un volumen similar para la próxima temporada para manejar esa agua, o sea vamos a quedar con un orden de 100 millones acumulados para la próxima temporada, estimamos nosotros’, aclaró el presidente de la junta de vigilancia del río Limarí, agregando que ‘estamos guardando para la temporada 22-23 ya para la temporada 23-24 estaríamos con el embalse prácticamente seco si no lloviese el próximo invierno, como ocurrió este año que prácticamente no llovió’.

Con respecto a la agricultura y otras actividades productivas, González expresó que ‘ya este verano va a ser muy dramático, porque las cantidades que disponemos son muy pocas, va a ser mínima. Ahora no se siente en toda su magnitud, pero ya en el mes de octubre, ha empezado la desesperación en muchos agricultores que, en definitiva, no tenemos otra alternativa que cultivar menos superficie, aunque sean superficies de cultivos permanentes, cada uno tienen que analizar y ver con que superficie se quedan, que superficie alcanzamos a regar con el agua que tenemos disponible, porque no tenemos otra alternativa’.

Fidel Salinas, presidente del sindicato del agricultores del valle El Palqui, sostuvo que, ‘el escenario está bien complejo, nosotros en El Palqui tenemos un turno al mes, está difícil’, recordando que además no vamos a ver agua de aquí hasta el próximo año que es cuando llueve en junio o julio, estamos viendo que nos quedan meses y meses para ver si posiblemente vienen a caer lluvias o nieve en la cordillera, porque la mayor cantidad delos canales importantes se abastecen de la nieve. Si no hay nieve, no hay agua, entonces es un problema bien complejo, mucha gente de la parte baja de Ovalle pide planta desalinizadora pronto, pero estas plantas se demoran’.

Para Salinas, las medidas de apoyo debieran considerar un plan de acción para entregar mayor apoyo al rubro, fiscalizar el uso del agua y crear empleo para quienes no puedan trabajar en sus campos. ‘veo que no hay medidas, no han llegado ayudas, hay puro crédito y la gente no está sujeta a crédito por la situación de la pandemia, la sequía prolongada de muchos años, el costo de producción, de mano de obra, energético, insumos caros, combustibles caros y todo caro. De alguna forma mantener a algunos productores que puedan llegar a la cosecha y crear el tema de empleo, hay quienes no van a poder sembrar, entonces hacer algo, que hagan algo en sus predios y reciban su plata mensual, porque no van a producir’. El agricultor sostuvo además que, ‘nosotros nos vamos a juntar varias organizaciones con dirigentes nacionales para analizar el escenario, y la situación que está pasando acá, tenemos que levantar la voz, y esperamos que la próxima administración nos escuche, porque esto viene de mucho tiempo. Se tiene que armar una comisión para ver la situación en terreno’, señaló.

REDUCIR LA PRODUCCIÓN Y GESTIONAR EL AGUA DE MANERA EFICIENTE

Consultado por las medidas que se están tomando con respecto a esta situación, Rodrigo Órdenes, seremi de agricultura sostuvo que, ‘la Región es una de las más golpeadas por la sequía, estamos ante un escenario complejo que se evidencia en el ciclo hidrológico, partiendo desde las precipitaciones, la cobertura de nieve en la cordillera, lo que se manifiesta finalmente en un bajo nivel de agua embalsada y un déficit en los caudales’, añadiendo que ‘como gobierno, como ministerio, estamos atendiendo en primer lugar esta emergencia, con la adquisición de insumos para mejorar la gestión del recurso hídrico y asegurar el desarrollo de la actividad agrícola. Tenemos una inyección de recursos a través del Decreto de Emergencia Agrícola y además un aumento en los presupuestos de INDAP y CNR’

Órdenes explicó que ‘sin embargo, no sólo debemos mirar este año de emergencia, sino que abordar el como nos adaptamos a esta nueva realidad en un mediano y largo plazo. Sin duda que es un proceso donde todos debemos estar involucrados y comprometidos, el estado, los representantes del gremio y los mismos productores, quienes deben actuar bajo esta condición’, llamando a ‘estar informados para mejorar la toma de decisiones, para ajustar sus producciones y también para acceder a los recursos disponibles’.

El seremi sostuvo que ‘las sequías y la menor disponibilidad de agua subrayan la necesidad de gestionar mejor los recursos hídricos y salvaguardar la seguridad alimentaria, ya que sin seguridad hídrica, se pone en peligro la seguridad alimentaria, por esos motivos debemos adaptarnos a esta nueva realidad, donde se tendrá que producir de una manera que conserve el agua, se utilice de manera más sostenible e inteligente, y ayude a la agricultura a adaptarse al cambio climático ‘, manifestó Órdenes.

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