El Ministerio de Obras Públicas presentó el informe de la situación hídrica actual y el pronóstico para el verano de 2022. En la presentación, Alfredo Moreno, el ministro, explicó que con la temporada de lluvia anual finalizada y los pronósticos para los días que quedan de este año, 2021 se “consolida como el cuarto año más seco desde que tenemos registros”. Moreno agregó además que “la situación hídrica es la peor en nuestra historia y todo muestra que esto no va a cambiar”.

– Solamente superado por 1968, 1998 y 2019, 2021 es el cuarto año más seco desde que hay registros en el tema.

– Con un 2021 bajo los índices de lluvia, se acumulan 13 años seguidos de sequía en el país, cifra que hasta hace un tiempo no superaba los cuatro años consecutivos.

– Durante este año, en la capital, han caído 114 milímetros de agua, cuando los registros comunes son más de 300, es decir “hemos tenido un tercio de la lluvia que normalmente cae en RM”, explicó Moreno.

– Otra ciudad que vive una situación crítica, según el informe oficial, es Valdivia, donde se ha registrado una baja del 46% en sus niveles de lluvia.

– En cuanto a los índices de nieve, estos son más críticos que con respecto a las lluvias. En las regiones del centro el déficit es superior al 50% y “hay algunas regiones, como Coquimbo, que muestran un déficit de un 100%, o sea sencillamente no disponemos de nieve en esos lugares” aclaró el ministro en la presentación del informe.

– Los pronósticos climáticos además hablan de que las temperaturas mínimas sobre lo normal se registrarán, para 2022, en gran parte del país, incluido el altiplano chileno, la Región Metropolitana y gran parte del sur. Por otro lado, bajo lo normal será en la costa del norte, el interior de la Región de Valparaíso y algunas estaciones del centro-sur.

– En cuanto a las proyecciones de las temperaturas máximas, según dice la presentación del documento en gran parte del país será “sobre lo normal”, mientras que solo en el altiplano chileno será “bajo lo normal”.

– Los pronósticos de lluvia también están cambiando la configuración del mapa hídrico del país. Los lugares donde precipitará sobre lo normal es el altiplano y algunos puntos de la Región de Magallanes. Bajo lo normal es desde el Maule hasta Aysén, mientras que desde la Región de Arica y Parinacota hasta O’Higgins prevalecerá la estación seca.

Diferencia entre sequía y escasez hídrica: “Cuando hay precipitaciones menores, comparado con el promedio de un periodo anterior, se habla de sequía”, explica Fernanda Miranda, geógrafa de Fundación TERRAM, que ve temas de sustentabilidad, ambiente y desarrollo, y que recientemente acaba de lanzar su balance ambiental 2021. En este se afirma que “hace más de una década, gran parte del territorio nacional experimenta déficits críticos de precipitaciones, con un último invierno especialmente cálido y seco”.

Por otro lado, la escasez hídrica es un “desbalance entre lo que se consume y lo que se oferta”, aclara el experto en cambio climático y líder del Grupo de Investigación Antártica de la Usach, Raúl Cordero. “Es una diferencia entre la oferta y la demanda de agua. La oferta depende de las precipitaciones, la disponibilidad de agua subterránea, glaciares, entre otros, y la demanda es el consumo. Desafortunadamente estamos caminando hacia un desbalance hídrico más o menos evidente”, aclara Cordero.

“No es tanto el consumo el que ha crecido, que lo ha hecho, sino que la oferta ha disminuido. Hace una década que ya había claridad en que disminuirían las lluvias, pero no se pensó que sería tan rápido”, explica el especialista de la Usach. “La sequía ha agudizado la escasez”, afirma Miranda.

Proyecciones: “Hoy dos temas al abordar la posible solución de la falta de agua. Uno tiene que ver con la propiedad de las aguas, que es un tema que no es de corto plazo porque recién se está escribiendo un proyecto de Constitución, donde se norma el asunto”, dice Miranda.

“Lo que sí se puede hacer más pronto es en la gestión de los recursos. Cuando hay una situación de escasez hídrica la Dirección General de Aguas (DGA) decreta la situación, diciendo que un cierto uso se está quedando sin agua suficiente, y a partir de eso puede redistribuir los derechos que hay, para garantizar, por ejemplo, el consumo humano”, aclara la especialista, pero eso “no ha pasado más de cinco veces en las últimas cuatro décadas”, afirma. Miranda asegura que lo que falta es “voluntad política”.

“Con los dos años super áridos y tan seguidos que hemos tenido (2019 y 2021) quedó en evidencia que una mejor gestión de lo ya disponible en las cuencas no es suficiente. Es necesario, además, mejorar la oferta”, afirma Cordero. “No se puede hacer que llueva más, pero si puedes almacenar el agua cuando llueve, es decir más embalses o, avanzar en plantas desalinizadoras”, agrega el experto. “En el último tiempo han consenso en que no se mejorará este problema sin aumentar la disponibilidad de los recursos”, finaliza.