Boom de las parcelaciones en Chiloé enciende el debate

Foto: LEC, La Estrella de Chiloé

El explosivo aumento de la actividad inmobiliaria con la adquisición de terrenos en sectores rurales, ha elevado su rentabilidad en los últimos arios de forma innegable. Para activistas y expertos los problemas son mucho más significativos que los beneficios que acarrea este negocio. Fuente: La Estrella El Diario de Chiloé, 3 de abril de 2022.


Si bien, es una práctica que comúnmente se la venido desarrollando en Chiloé, con el correr del tiempo se ha incrementado drásticamente. Hablamos de las parcelaciones, operación que permite fraccionar un terreno rural. Conocida también como loteo, se basa en la división de suelo, sin importar el número de predios resultantes de esta división, cuyo proyecto contempla la apertura de nuevas vías públicas y sus correspondientes obras de urbanización.
El anhelo de vivir en espacios abiertos y el contacto directo con la naturaleza, ha venido empujando el interés por parcelas, fundamentalmente en esta parte del país.

Desde las localidades cercanas a las urbes, hasta los terrenos más apartados de la geografía insular, se siente la presión por la adquisición de parcelas, desde medias hectáreas hasta decenas de ellas, ya sea con el fin de instalar una primera, segunda o tercera vivienda, o como inversión a futuro. Lo cierto es que las parcelaciones de predios campesinos son un fenómeno que ha ido al alza de forma acelerada en los últimos años.

INDICADORES

Pero los buenos terrenos no son ilimitados, para creer que siempre estarán disponibles. Distintos indicadores económicos y sociopolíticos, como la volatilidad del dólar o la incertidumbre mundial, dan cuenta de que mantener el dinero en el banco puede no ser la mejor decisión. Para rentabilizar el capital una de las buenas opciones es invertir en una propiedad. Y dentro de estas opciones están las denominadas «parcelas de agrado».

María Soledad Lorca, representante de Lorca Propiedades, empresa inmobiliaria ancuditana con presencia en toda la provincia de Chiloé, e incluso en Osorno y Puerto Montt, coincide en que «hemos visto que mucha gente está optando por loteos, también es por razones obvias porque desde Santiago la gente se está viniendo toda, y se está manejando el tema de trabajar online».

«Pero también la gente de acá que está viviendo en el centro de Ancud le conviene más tomar parcelas, que vivir hoy día en el centro, porque hoy día vivir acá (centro) es muy caro, no hay arriendos, por lo tanto compran parcelas, hacen sus casas y se van a vivir afuera», agregó.

Junto con ello, sumó que «el rubro inmobiliario está y va a seguir estando, sobre todo en parcelas y loteos» .
Sin embargo, ¿Qué factores han influido en este masivo interés por adquirir tierras?
Al respecto, la empresaria isleña enfatizó en que «hemos visto una evolución sobre todo en Chiloé; obviamente La Araucanía no es opción, después tenemos que Puerto Varas se está convirtiendo en un lugar más inestable en el verano, casi no transitas. La gente se está corriendo, se está corriendo y se vienen para acá, la Isla es un lugar tremendamente atractivo; se come bien, no es caro vivir, encuentras terrenos baratos todavía y aislados, la gente quiere estar aislada».

IMPACTOS

Esta tendencia al alza tiene varios efectos positivos, pero a juicio de activistas y expertos trae consigo una serie de impactos ambientales irreversibles, como la pérdida del valor del medio rural, pérdida de biodiversidad, fragmentación de ecosistemas, aumento en la demanda de agua, inexistencia de planificación territorial, la ausencia de infraestructura básica como alcantarillados o sistema de tratamiento de aguas servidas, entre otros.

Para Álvaro Montaña, geógrafo e integrante del Movimiento Defendamos Chiloé, uno de los elementos a considerar es la presencia de los «minifundios», un concepto de los más representativos de Chiloé, tanto por sus modos de vida como del paisaje cultural rural que dio origen a esta tradicional forma de explotación rural.

Sin embargo, desde hace algunas décadas experimentó u una serie de transformaciones sociales, culturales y territoriales que siguen dándose hasta estos días, producto de la venida de un nuevo modelo económico.

«Esta estructura productiva ha determinado que se dé origen a una agricultura que es patrimonio mundial de la humanidad, reconocida por la FAO como sitio ingenioso del patrimonio agrícola mundial. Hoy día esta tenencia de la tierra tradicional que es el minfundio chilote, está teniendo serias transformaciones producto de nuevos usos de suelo y nuevas actividades que se desarrollan en el campo», manifestó el experto.

En esta línea, el profesional explicó que «principalmente el gran cambio que se está produciendo en el minifundio, es que se está subdividiendo en pequeños lotes, en pequeñas parcelas, cuya finalidad principal no es la producción ganadera, agrícola o forestal, sino que su principal uso es el residencial, es decir familias que viven en el campo pero no del campo».

Con esta premisa, la fuente graficó sus dichos bajo algunas cifras. «Los datos del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), entidad que autoriza las subdivisiones prediales, dan cuenta de lo siguiente: desde el periodo del 2014 al 2018, en un periodo de 5 años, la cantidad de subdivisiones en la provincia de Chiloé pasó de 695 a 1.082, y en el mismo periodo de tiempo los lotes resultantes de las mismas subdivisiones, pasaron de 2.869 el año 2014 a 5.721 el 2018», detalló.

Por su parte, Jorge Valenzuela, director del Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural (Cecean), subrayó en el hecho de que este proceso de expansión se ha convertido en un serio desafío a los instrumentos de planificación territorial, ejerciendo una creciente presión sobre el área rural como zona de expansión, generadas por el mercado inmobiliario.

«Las consecuencias principalmente están centradas en las implicancias que conlleva la instalación de estos mini pueblos en áreas silvestres. Las parcelas se están vendiendo en una manera donde el marketing es muy feroz, y esto implica que las áreas seleccionadas son lugares que no tienen accesibilidad», acotó la fuente.

Por ello, añadió el biólogo que entonces «no solo la habilitación de las mismas parcelas, o la zona de parcelación, son las que van a alterar los ecosistemas, sino que también la accesibilidad con destrucción del bosque nativo, destrucción de humedales, contaminación de los ríos. Muchas de las zonas que se están parcelando hoy día se buscan en áreas donde el terreno aún es barato».

Asimismo, para Daniel Pantoja, presidente de la Federación de Uniones Comunales Rurales de Chiloé (Feucoruch), llama la atención la impunidad con que muchos individuos extraen madera de bosque nativo de forma indiscriminada, como hace algún tiempo el aumento de parcelación de terrenos para distintos uso, entre ellos la venta.

«Reforzando el tema de la tala ilegal de bosque nativo, la poca fiscalización que hay porque no hay recursos para fiscalizar, se agrega otro elemento aún tan amenazante quizás más como el anterior, que tiene que ver con la explosiva parcelación que se está haciendo en el Archipiélago de Chi-loé», consignó el dirigente.

En este aspecto, adjuntó que «hoy día vemos un crecimiento exponencial de campos que se están comprando para parcelarlos en miniparcelas de media hectárea, atentando y amenazando los bosques nativos».

LEGISLACIÓN

Si bien, por ahora no existe n mayores regulaciones en cuanto a la proliferación, la subdivisión de predios agrícolas con fines habitacionales y en general todo tipo de actividad que pueda suscitarse en este ámbito, el diputado por el distrito 26, Alejandro Bernales (PH), hizo alcance al trabajo legislativo que existe en torno a aquello.

«En nuestra región hemos visto el boom de parcelaciones, tanto en Chiloé como en las comunas de la cuenca del Lago Llanquihue. Esto provocado por el interés turístico como por la pandemia donde muchas familias han decidió venir a vivir al sur. Esta situación explosiva ha ido desencadenando una fuga de la planificación territorial», comentó a modo de preludio el legislador.

Remarcó que «en el Senado existe un proyecto que aborda esta problemática. La moción busca proteger el uso de los suelos, evitando que aquellos terrenos definidos por las autoridades cambien su uso agrícola, ganadero o forestal, de manera arbitraria por uno habitacional, y generar una mejor coordinación entre los diferentes organismos públicos vinculados en la materia».

Es por ello que el parlamentario acentuó sus dichos, esgrimiendo que «no podemos tapar esta realidad que está ocurriendo en nuestra región como en otros lugares del país. Es necesario que legislativamente este proyecto avance. Nos alegra que más personas quieran vivir en nuestra región, pero debe ser de manera planificada».

Los comentarios están cerrados.