La urgencia alemana por consolidar proyectos de hidrógeno verde en Chile para llevar energía a Europa
By Comunicaciones

La urgencia alemana por consolidar proyectos de hidrógeno verde en Chile para llevar energía a Europa

La crisis energética que vive el viejo continente sólo se ha agudizado producto de la guerra entre Rusia y Ucrania, por lo que el principal país europeo ha optado por acelerar acuerdos y proyectos en los que ha estado en los últimos años. De todos modos, advierten potenciales cuellos de botella en la infraestructura para la exportación. Fuente: Interferencia, 29 de noviembre de 2022.

fines de agosto de este año Chile firmó un acuerdo con el puerto de Hamburgo para exportar hidrógeno verde a los mercados de Alemania. Se trata de un momento clave en la alianza entre ambos países, la que ha ido teniendo importantes hitos desde 2019 con la creación de la Energy Partnership Chile-Alemania, el que data oficialmente en abril de ese año. Son socios de esa entidad el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania (BMWK) y el Ministerio de Energía de Chile.

Dicha alianza tiene una secretaría ejecutiva a tiempo completo en Santiago de Chile; la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), la que “mira con confianza basada en más de diez años de exitosa cooperación con el Ministerio de Energía de Chile”, según asegura en su sitio web.

Respecto al acuerdo específico con el puerto de Hamburgo, en su momento se informó que será la entrada para el hidrógeno verde producido en Chile a los mercados alemanes. Este constituye el tercer puerto de mayor actividad en ese continente, se encuentra localizado en una posición estratégica por su cercanía a los grandes centros de consumo y desempeña un papel importante como centro de energía para Europa central y occidental.

Según detalló en un comunicado el Ministerio de Energía en su momento, el hidrógeno producido en Chile en los próximos años se utilizará en primer lugar para satisfacer la demanda interna y, en una segunda etapa, generar condiciones para exportar este energético a otras partes del mundo, lo que convierte al puerto de Hamburgo en uno de los centros para el suministro de hidrógeno verde en Europa central y occidental.

Pero el acuerdo por Hamburgo que los alemanes deseaban cerrar con prontitud, no es lo único en carpeta. A eso se suman otras iniciativas de cooperación e interés por parte de inversionistas y organizaciones alemanas con presencia en Chile. Prueba de ello es que en enero de este año la Embajada de la República Federal de Alemania en Santiago de Chile anunció una Convocatoria a consorcios chileno-alemanes para el desarrollo de proyectos de hidrógeno.

Según se informó en ese momento, “el hidrógeno será un elemento clave en el éxito de la transición energética, no solo en Alemania, sino en todo el mundo. Por esta razón, el Ministerio Federal de Economía y Protección Climática, junto al Ministerio Federal de Educación e Investigación ha publicado una guía de financiamiento para la cooperación internacional en el desarrollo de plantas de producción de hidrógeno verde. La medida tiene como intención apoyar el aumento del mercado internacional en conformidad con la Estrategia Nacional de Hidrógeno del gobierno alemán”.

De esa forma, se consideraron subvenciones no reembolsables como financiamiento parcial. En ellas, el monto máximo de financiamiento era de $15 millones de euros por postulante y proyecto, con el objeto de financiar electrólisis; almacenamiento de hidrógeno; procesamiento de hidrógeno; transporte/infraestructura y proyectos integrados.

Por la misma fecha, el mismo organismo dio cuenta de una convocatoria en paralelo impulsada por el Ministerio Federal de Educación e Investigación (BMBF) de la República Federal de Alemania para patrocinar iniciativas internacionales de acompañamiento en investigación básica e industrial, estudios científicos y actividades de formación a lo largo de toda la cadena de valor del hidrógeno, donde se recibirán hasta el 100% de los costos subvencionables, con un tope máximo de 5 millones de euros por cada iniciativa.

Para el próximo año, la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) en cooperación con la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (AHK) han desarrollado el International Hydrogen Ramp-Up Program (H2-Uppp), un ambicioso proyecto que acompaña y apoya el auge que están teniendo el mercado de hidrógeno verde y las aplicaciones de power-to-X (el proceso industrial que permite la transformación del hidrógeno en energía) en países en desarrollo y emergentes seleccionados. Según el documento, Chile es uno de los países prioritarios en Latinoamérica, junto a Brasil y México.

“A diferencia de otras iniciativas de fomento relacionadas con el hidrógeno, H2-Uppp tiene por objeto el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde en la fase temprana”. El programa es comisionado por el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania.

Además, la Cámara Chileno-Alemana ha lanzado una convocatoria para start-ups (Energy Challenge Germany 2023) enfocado en empresas emergentes que ofrezcan soluciones en transición de energía.

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¿Cómo se produce el H2V y qué riesgos conlleva?

¿Cómo se produce el H2V y qué riesgos conlleva?

Todo lo anterior se desarrolla en dos contextos paralelos que cada país requiere dar urgencia:

Por una parte, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile de 2020, que plantea establecer una industria de exportación de hidrógeno, con una ambiciosa hoja de ruta que espera que para 2030 el país “conquiste mercados globales”, principalmente Europa y China, con una industria de H2V que exporte un 72% de su producción, que se proyecta como la más barata del mercado.

Y por la parte de Alemania, el escenario bélico entre Ucrania y Rusia, el que ha forzado al país y a Europa en general a buscar nuevas fuentes energéticas alternativas al gas ruso, en especial ahora que se debe afrontar el invierno europeo, cuando el tema energético será todavía más relevante.

Cabe señalar que además de Hamburgo, existen memorandos de entendimiento firmados por el Ministerio de Energía con el puerto de Rotterdam (Holanda) y otro con Amberes (Bégica) para consolidar la producción de hidrógeno verde en Chile y la utilización de este o sus derivados en Europa.

Infraestructura y exportación: los grandes desafíos pendientes

Pese al entusiasmo y la celeridad que ambos países parecen tener en torno al recurso energético a través de acuerdos y alianzas, lo cierto es que todavía hay contratiempos que han impedido consolidar del todo la implementación de la industria en la zona.

A la cantidad de proyectos anunciados que han tenido dificultades para ejecutarse (ver artículo Qué es el hidrógeno verde y cómo Chile lo proyecta como una nueva industria extractiva de INTERFERENCIA) se suma lo que ya se advierte desde algunos sectores interesados otro gran problema: cómo sacar el producto del país.

Una fuente consultada por este medio, dedicada a generar lazos con potenciales inversionistas alemanes, reconoció que una de las principales dificultades ha sido el tema de la exportación: “vemos que por un lado los gobiernos han potenciado un discurso de que aquí está el futuro de la energía limpia en el país, y un potencial activo de exportación, pero vemos poca iniciativa en lo concreto: hay que construir infraestructura para darle certeza a los proyectos e inversionistas de que una vez que los proyectos sean aprobados, el producto podrá tener salida al extranjero”, aseguró este gestor, que prefirió no revelar su identidad para este artículo.

Consultado por INTERFERENCIA al respecto, Christoph Meyer, quien se desempeña como Senior Project Manager de energía, minería y sustentabilidad en la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria, concordó en que hay posibles cuellos de botella en materia de exportación.

“Todo depende mucho de la forma en cómo se exporte el hidrógeno. En este momento los proyectos en general quieren exportar metanol o amoniaco. Creo que en el norte hay un poco más de infraestructura y están las terminales habilitadas, pero en el sur falta todavía”, comenta.

Según Meyer “es el gran problema que se vive, por ejemplo, en Magallanes, donde hay muchos proyectos que se quieren realizar en esa zona, pero falta mucha infraestructura, pese a una cantidad importante de proyectos anunciados públicamente en ese sector. Al final, da la impresión de que puede que no todos los proyectos se terminen realizando si es que no se gestiona esa infraestructura para exportar”.

En esa línea, Meyer apunta a que “no son tantos los proyectos con inversión alemana que se están desarrollando en este momento en Chile. Hay algunos en fase de estudio y otros de planificación, y desconocemos en general el detalle particular de cuánto fue la inversión en cada uno de ellos. Hay algunos que consideran 30 millones pero depende de la fase en la que se encuentren”.

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  • 29/11/2022