La falta de suministro corriente de agua potable en Laguna Verde ha alcanzado niveles críticos en los últimos años; tanto así que la organización Movimiento para la Defensa de Laguna Verde debió recurrir a la justicia para asegurar el abastecimiento de la población.

La Corte de Apelaciones porteña dictaminó, en agosto de este año, que el municipio debía garantizar la entrega de 100 litros diarios de agua potable por persona en Laguna Verde, para uso y consumo humano.

La medida se ha estado cumpliendo a través de camiones aljibes, con ciertas dificultades, lo que obligó a la organización vecinal a interponer un nuevo recurso legal, esta vez una solicitud de apremio por incumplimiento en la misma Corte de Apelaciones en contra del alcalde Jorge Sharp, debido a que la municipalidad no ha instalados los siete estanques de 10 mil litros de capacidad cada uno que debían estar operativos durante la primera semana de noviembre, según emana del fallo.

En paralelo a esta verdadera batalla legal por el acceso al agua, otra agrupación local, la ONG Laguna más Verde, está promoviendo otra alternativa para garantizar el suministro del vital elemento a largo plazo: la construcción de una planta desaladora, similar a la que opera en la localidad de Quintay y que tanto integrantes de la ONG como el delegado municipal de Laguna Verde, Cristian Moya, visitaron recientemente.

Manuela Tromben, arquitecta e integrante de Laguna más Verde, opina que “seguir con el uso de camiones aljibes es una pérdida de recursos”.

“Estamos conscientes que el recurso de protección interpuesto por un grupo de vecinos en contra de la municipalidad, no es una solución real al problema del agua potable. Abastecer de agua potable mediante aljibes a una población de 5 mil personas con 100 litros diarios por persona, requeriría una flota de 50 camiones”, señaló.

“La gran parte de Laguna Verde es zona rural y, existiendo una Ley de Servicios Sanitarios Rurales que asegura que el Estado, a través del Ministerio de Obras Públicas, debe realizar y ejecutar los proyectos para proveer de agua potable a comunidades organizadas, nosotros optamos por empujar este camino, de la gestión comunitaria del agua. Sabemos que es un camino más largo, que requiere más trabajo y organización”, agregó Tromben quien fue enfática al asegurar que “nos interesa preservar la naturaleza rural donde vivimos y no ser solo clientes de una empresa sanitaria, sino que socios activos en la gestión del territorio.”.

Prefactibilidad

Alejandro Escobar, director de la Secretaría de Planificación Comunal (Secpla), indicó que “en el marco de la situación hídrica de Laguna Verde, nos hemos reunido la semana pasada con un grupo de vecinos del Consejo de Organizaciones Sociales de Laguna Verde para escuchar y compartir propuestas en la materia. En esta línea es que hemos comprometido la realización de un estudio de prefactibilidad que analice las diversas opciones para resolver el abastecimiento de agua, incluyendo la posible instalación de una planta desalinizadora”.

El funcionario explicó que “este estudio se realizará en coordinación con la dirección de medioambiente y contará con financiamiento municipal. Una vez realizado el estudio estaremos en condiciones de presentar el proyecto de desalinizadora al Ministerio de Obras Públicas”.