El largo camino para sanar nuestro medio ambiente

Desde el Estado, los gobiernos locales y la ciudadanía establecen que terminar con la saturación de material particulado y enfocarse en la calidad de vida son los objetivos para desarrollar la llamada "zona de sacrificio" en el futuro. Desde Fundación Terram, el abogado Christian Paredes establece como ejes centrales de trabajo la evaluación ambiental completa de más de 20 empresas que integran el complejo industrial. Fuente: La Estrella de Valparaíso, 3 de enero de 2023.


El cuidado y la preservación del entorno medioambiental siempre ha sido un tema álgido dentro de la Región de Valparaíso. Dotadas de un cordón industrial que en los últimos años ha sido foco de discusión, las comunas de Quintero, Puchuncaví y parte de Concón han entrado como parte central del debate respecto a priorizar la calidad de vida de los vecinos para convivir junto con el desarrollo de las empresas.

Si bien una parte de la tarea se está cumpliendo, con el plan de cierre progresivo de la fundición Codelco Ventanas -el cual fue aprobado en general por el Senado el pasado 15 de diciembre-, desde el Estado y la sociedad civil concuerdan en que aún restan tareas pendientes para alcanzar la plenitud en cuanto ala descontaminación de la zona, un trabajo que proyectan a varios años plazo.

En este sentido, el seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, Hernán Ramírez, es enfático en afirmar que dentro de las prioridades de su cartera está el abordar la contaminación en las comunas que están saturadas de material particulado.

Dentro de los quehaceres pendientes, la autoridad indica al «robustecimiento de las actuales normativas de calidad del aire, ajuste de los planes operacionales de las empresas, mayor monitoreo y el fortalecimiento de la fiscalización».

«Se ha hecho urgente la necesidad de fortalecer los monitoreos de calidad del aire, con una nueva red pública en la que nos encontramos trabajando. Asimismo estamos avanzando en la adquisición de nuevos sensores para el monitoreo de la calidad del aire para establecimientos educacionales, puesto que los niños siempre son los más afectados», menciona, además de sostener que ha estado trabajando en la elaboración del Plan de Prevención y Descontaminación para la provincia de Quillota y las comunas de Catemu, Panquehue y Llay Llay.

«Buscamos avanzar en justicia ambiental para los teffitodos más afectadas ante los efectos de la contaminación atmosférica. También el promover la educación ambiental es uno de los desafíos más grandes, ya que como todos sabemos la importancia de educar desde las bases es fundamental», agrega, proyectando además como metas el «acelerar el proceso de descarbonización, fortalecer las actuales normativas ambientales; la creación de nuevas zonas de conservación ambiental, incrementar los niveles de protección de los planes de descontaminación ambiental y limitar y reducir la superficie destinadas a empresas peligrosas en la Bahía de Quintero».

VINCULOS ESTRATEGICOS

El mensaje de la autoridad es recibido en Quintero, donde desde el municipio estiman contar con un plan de sostenibilidad a largo plazo, en el cual se desarrollen acciones para hacer que las empresas logren vivir en comunidad con la población.

En eso, la jefa de Medio Ambiente de la municipalidad de Quintero, Lizet Lobos, es clara al destacar que un cambio de foco ambiental en la zona se debe realizar «incorporando en la bahía o en ambas comunas corno eje estratégico la vinculación con entidades que generen proyectos de recuperación de medición y de investigación ambiental, no con el fin de seguir llamando a la ‘zona de sacrificio’ sino que siendo pioneros o pilotos de proyectos innovadores».

Desde una arista más política y desde la comuna de Puchuncaví, el alcalde Marcos Morales sostiene que espera un «cambio de conciencia» dentro de los actores medioambientales.

«Debemos recuperar la confianza y que sean las empresas las que la generen en la comunidad. Hoy es importante que estas empresas del polo industrial miren al futuro y cómo ser un aporte», manifiesta, agregando que «tal como nosotros queremos ser la capital del turismo deportivo sustentable, queremos tener el aporte de la industria, entendiendo que este es un proceso que va de salida, y que estamos buscando inversión, recuperación y reparación del entorno y, pot• sobre todo, que se pongan como meta la recuperación de la confianza de la comunidad, poniendo en valor sus procesos, no sólo con responsabilidad social empresarial, sino que con proyectos que queden en el tiempo».

En la misma línea, el edil sostiene que es menester que «el cordón industrial en pleno debe desenvolverse y mirar al futuro como empresas modernas, y que puedan ponerse a la altura de una comuna que ha entregado mucho durante cinco décadas. Ojalá la tecnología que ocupen sea una que aporte al medio ambiente, y siendo punta de lanza para un cambio de foco en el área. Lo que esperamos es que apunten a la comuna y sean un aporte con voluntad y no esperando la normativa».

COMPLETAR PROCESOS

Dentro de las proyecciones técnicas, las ONG han sido un aporte notable dentro del diagnóstico respecto a la situación de contaminación a nivel regional, estableciendo tareas pendientes y poniendo sobre la mesa la necesidad de trabajar por mejorar la calidad del ambiente, labor para la cual interpelan tanto al estado como a los privados.

Desde Fundación Terram, el abogado Christian Paredes establece como ejes centrales de trabajo la evaluación ambiental completa de más de 20 empresas que integran el complejo industrial.

«Consideramos impresentable que en lugares altamente industrializados y expuestos crónicamente a graves episodios de contaminación, como sucede en la bahía de Quintero, sigan todavía existiendo actividades industriales antiguas cuyos impactos no han sido evaluados ambientalmente, por lo que se hace urgente legislar en esta materia», sostienes Paredes.

Señala además que «se hace imprescindible cumplir cuanto antes con la ya antigua promesa de concluir el proceso de cambio de uso de suelo del PREMVAL para la zona, específicamente, en lo relativo a las 754 hectáreas todavía disponibles para la instalación de nuevas industrias calificadas como peligrosas».

Asimismo, desde la fundación sostienen que es urgente que el Estado «identifique sitios de alto valor ecológico existentes en la zona, tanto terrestres como marinos, y declararlos bajo categoría de protección, tal como organizaciones locales lo han pedido respecto del sector de Quirilluca, postulando su categorización como Santuario de la Naturaleza».

Por último, respecto a los reiterados episodios de contaminación que han afectado la salud de los habitantes, el representante de Terram recalca que «es necesario que desde el sector público se elabore e implemente un plan de acción y una política de reparación y compensación integral para la zona, tanto respecto de los daños ambientales como de aquellos causados a la vida y salud de las personas, con medidas concretas, plazos claros y criterios de seguimiento que permitan evaluar el avance de Ias mismas».

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