“Quedé realmente estupefacto porque esta aprobación nace de un gobierno que se declaró medioambientalista. Pero parece que eso está en las palabras, no en los hechos”, dice de entrada a País Circular Francisco Ferrando, doctor en Geografía y profesor titular de Hidrología, Introducción a la Glaciología y Riesgos Naturales para la carrera de Geografía en la Universidad de Chile. El académico refiere a la decisión del Consejo de Ministros -encabezado por la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, de aprobar -de forma unánime- el proyecto de ampliación Los Bronces Integrado de la compañía minera transnacional Anglo American, el pasado lunes 17 de abril.

La resolución del Comité de Ministros, que revirtió la calificación desfavorable que hizo el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) sobre Los Bronces Integrado en mayo de 2022, fue un balde de agua fría para el mundo ambientalista, que ve detrás de este proyecto un daño irreversible a los glaciares en la zona andina de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, un sobreconsumo de ingentes volúmenes de agua para los procesos productos en un contexto de crisis climática y un atentado a la seguridad hídrica de las citadas regiones.

“Es un pésimo antecedente para la protección ambiental del país y una muy mala noticia sobre todo para las regiones Metropolitana y de Valparaíso. Las deficiencias en su evaluación la alertaron los mismos organismos técnicos en el procedimiento. Pasando por alto todo ello, el Comité de Ministros tomó una decisión en base a insuficientes y mal evaluadas medidas de compensación y voluntarias que ofreció Anglo American casi en su totalidad en la etapa posterior a la evaluación”, comenta por su parte a este medio Macarena Martinic, coordinadora del área de Acceso a la Justicia de la ong FIMA.

Sin embargo, en Anglo American descartan todas las impugnaciones de las organizaciones ambientalistas, ya que “se está avanzando en una profunda transformación de la forma de hacer minería, reduciendo la huella ambiental, usando menos agua fresca, incorporando nuevas tecnologías y buscando la carbono neutralidad”. En este caso, Los Bronces Integrado involucra una inversión inicial de $3.300 millones de pesos y consiste en el desarrollo de una mina subterránea sin impacto en superficie y la explotación de una nueva fase del rajo ya existente, además de obras para repotenciar el sistema de recirculación de agua”.

La controversia por los glaciares

En la sesión del 17 de abril, el Comité de Ministros visó Los Bronces Integrado con algunas condiciones, especialmente en lo que respecta a los glaciares. Desde la empresa señalan a País Circular que el proyecto “fue diseñado a partir de estrictos criterios de sustentabilidad en base a profundos estudios científicos, siendo uno de los principales la no afectación de glaciares”. Con este objetivo, agregan en la compañía, “el diseño de su fase superficial considera no solo alejarse de los glaciares, sino también la ejecución de una fase subterránea con un innovador método minero que asegura no impacto en superficie, y que ya ha sido implementado exitosamente en España, Canadá y Suecia”.

No obstante, el doctor en Geografía Francisco Ferrando asegura que, aun cuando existe este plan de compensaciones, el proyecto afectará no solo los glaciares, sino toda la criósfera de la zona precordillerana y cordillerana de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, horadando estos cuerpos de hielo en tanto reservas estratégicas de agua.

“Este proyecto tendrá un alto impacto socioambiental, porque agravará la afectación de la criósfera en la cordillera. Y lo digo no solo por el material de depositación de material particulado producto de la explotación de la mina, tronaduras y circulación de vehículos. Uno, que conoce el área, se cuenta que en el rajo de la mina se produce una tremenda nube de polvo. Todo ese material será transportado por los vientos a muchos kilómetros de distancia. Se sabe que los vientos en alta montaña pueden alcanzar los 100 a 120 kilómetros por hora en varios momentos. Hay que considerar ese arrastre de material”, asegura el también profesor de Postgrado del Magíster en Geografía, en el Seminario Glaciares Rocosos, Recursos Hídricos y Cambio Climático de la Universidad de Chile.

El otro grave efecto que, según Ferrando, producirá Los Bronces Integrado es la “generación de una condición térmica que altera la temperaturas normales que se producen en el fondo de los valles de montañas, donde las horas de insolación son muy reducidas y mantienen los fondos con masas de aires fríos”. Con todos los procesos del proyecto funcionando, prevé el experto, “terminará por afectar el entorno de los glaciares, el permafrost, la nevisa y todas las áreas de nieve”, lo cual compromete seriamente la seguridad hídrica de las regiones de Valparaíso y Metropolitana, ya que de esos glaciares de alta montaña -tanto los blancos como los rocosos- proviene el agua que baja por los ríos y por las napas subterráneas, y que abastece del recurso a ambas zonas.

Por otra parte, Fundación Terram y Fundación Plantae coindicen con Ferrando en que los vientos de altura transportarán material particulado hacia un área mayor de influencia que el que declaró Anglo American. Ambas organizaciones recordaron que en abril de 2022, previo al rechazo del SEA, enviaron una minuta titulada “Los impactos sobre los glaciares del proyecto Los Bronces Integrado que Anglo American excluyó de su área de influencia”, en el cual alertaban sobre el impacto que el proyecto podría causar a los glaciares Olivares Alfa, Paloma Norte y otros aledaños, los que representan el mayor campo glaciar de Chile, después de los Campos de Hielo Norte y Sur de la Patagonia.

Terram y Plantae criticaron al subsecretario de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, por desdeñar el informe de modelación de vientos de altura que presentaron las organizaciones ambientales y, a cambio, emitir un oficio en el que manifestó su “conformidad” por el plan propuesto por la empresa respecto de la mecánica de los vientos de altura. Ante esto, Terram y Plantae reenviaron el informe técnico al subsecretario Proaño y al Comité de Ministros, en el cual advirtieron varias situaciones: por ejemplo, que había presencia de viento noroeste en la superficie del glaciar Olivares Alfa, que Anglo American no elaboró un estudio enfocado en los vientos en aletura y que el área de influencia del proyecto Los Bronces Integrado debía ser ampliado.

Tampoco el Plan de Alerta Temprana de Glaciares convence a ambas organizaciones. “Son insuficientes, ambiguos y remiten a realizar modelaciones de material particulado sedimentable en las estaciones ya predefinidas por el titular”, expresan en Terram y Plantae, que proponen a cambio “hacer mediciones periódicas de las depositaciones sobre glaciares blancos cercanos y con acceso público inmediato a los datos”. En esa misma línea, el profesor Francisco Ferrando esgrime que “monitorear es mostrar lo que le está pasando a los glaciares, eso no es reparación, ni tampoco es una solución”.

Desde la otra vereda, Anglo American insiste a este medio que tomarán todas las providencias necesarias y que organismos competentes como Serneageomin y la Dirección General de Aguas (DGA) “concluyeron que no se generaban impactos sobre los glaciares y que se cumplió con la normativa ambiental y sectorial chilena, como también los estándares de referencia internacionales”. La compañía agrega que, para atender los compromisos solicitados por el Comité de Ministros, ampliaron un sistema de monitoreo de glaciares que arrancó en 2008.

“Esto contempla ampliar las estaciones meteorológicas, ampliar la red de puntos de monitoreo de material particulado sedimentable en glaciares, ampliar la red de geófonos para el control de vibraciones asociadas a tronaduras, especificar la depositación de carbono negro en glaciares, así como su concentración en el aire circundante y ampliar el Plan de Alerta Temprana para los glaciares blancos o descubiertos, que son aquellos que pueden ser eventualmente impactados por el material particulado sedimentable”, comentan desde Anglo American.

Los planes de compensación de emisiones de Los Bronces

Otra de las impugnaciones que realizan las organizaciones ambientales a Los Bronces Integrado es el sobreconsumo de agua utilizada en sus procesos. Movimientos como No+Anglo han señalado que normalmente Los Bronces consume 1.380 litros por segundo en sus faenas. Desde Anglo American indican que uno de los criterios de sustentabilidad que inspiran Los Bronces Integrado es “no utilizar más agua fresca de la autorizada ambientalmente en sus procesos”.

En otras palabras, agrega la compañía, “no habrá consumo adicional considerando el contexto de cambio climático”. En la empresa plantean que Anglo American está implementando diversas iniciativas para dejar de usar agua fresca en 2030 para todos sus procesos mineros en Los Bronces a partir del uso de agua desalinizada y/o industrial.

Desde 2025, informa la empresa, este tipo de agua se utilizará a razón de 500 litros por segundo, equivalente casi al 50 por ciento del agua que la operación utiliza actualmente. Vale decir, en estos momentos Los Bronces consume agua a razón de 1.000 litros por segundo.

Por otra parte, otro de los ángulos condenados por las organizaciones ambientales es el plan de compensación de emisiones comprometido por Anglo American. La empresa explica que en el proceso de evaluación ambiental se comprometió a compensar un 120% de las emisiones totales del proyecto Los Bronces Integrado, tal como lo exige el Plan de Prevención y Descontaminación Ambiental (PPDA) de Santiago. En el proceso de reclamación ante el rechazo del SEA, Anglo American elevó ese estándar a un 150% durante los primeros años de ejecución de la iniciativa, priorizando “una campaña de sustitución masiva de calefactores a leña” por calefactores eléctricos, entre otras medidas como “plantes de manejo y conservación de parques”.

En total, dice la empresa, serán 70.000 unidades de calefactores eléctricos los que se instalarán en la Región Metropolitana, lo cual, según ellos, “permitirán reducir la exposición de la población a la contaminación del aire, lo que se traduce en un menor riesgo de mortalidad prematura o de hospitalización por enfermedades respiratorias”.

Sin embargo, para Macarena Martinic, de la ong FIMA, el recambio de calefactores “es simplemente inviable, tal como el plan de alerta en glaciares, para compensar todo el impacto que podría provocar el proyecto en glaciares, que representan la cuenca más importante de la Región Metropolitana, con una biodiversidad valiosa y un área protegida, elementos que no fueron reconocidos por la empresa”.

Más aún, la directora ejecutiva de Chile Sustentable, Sara Larraín, consideró al medio El Mostrador que “es gravísimo que el MMA haya retrocedido en el tipo de compensaciones. En general, durante la última década las compensaciones han estado orientadas a soluciones basadas en la naturaleza, compatible con lo que recomienda la Convención de Cambio Climático. Esto significa infraestructura verde, plantaciones, restauración de la precordillera de los Andes con bosque nativo y manejo de agua”.

Desde la compañía, sin embargo, responden que el plan sí considera soluciones basadas en la naturaleza para aquellas compensaciones por no combustión. “El EIA incluyó un plan de manejo de 11.000 hectáreas asociado al Santuario de la Naturaleza Los Nogales, equivalentes a 4.454 ton/año”, comentan. En el Santuario de la Naturaleza Yerba Loca, aledaño al proyecto, “se comprometieron planes de seguimiento asociados a componentes de geomorfología, suelo, plantas, calidad de aguas, animales silvestres”.

Nada de esto, no obstante, convence a las organizaciones ambientales como Plantae y Terram, quienes junto a otras entidades defensoras de los ecosistemas apelarán la decisión del Comité de Ministros ante el Segundo Tribunal Ambiental. “Como organizaciones de la sociedad civil preocupadas de las políticas públicas ambientales, la conservación de los ecosistemas y los efectos del cambio climático en nuestro país, creemos que este proyecto debió ser rechazado por el Comité de Ministros, en base a la evidencia científica entregadas, y enfatizamos en la necesidad de tener una ley de glaciares que proteja de manera efectiva estos ecosistemas”, dicen en ambas organizaciones. Dicho sea de paso, criticaron a la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, por “distanciarse de su posición científica” a partir de la aprobación de este proyecto.