Autoridad ancestral del salar de Maricunga pone condiciones al Gobierno para explotar el litio

Foto: Carlos Saldivia

La “hermana” colla Ercilia Araya –cuya familia vive en el salar desde 1600– y su abogado, hicieron cuatro peticiones a la ministra de Minería, Marcela Hernando, y al subsecretario de esta cartera, Willy Kracht, a cambio de no interferir en las faenas de explotación del litio por la vía judicial: que no se destruya el ecosistema del salar ni sus recursos hídricos; garantizar la subsistencia de la comunidad colla y su cultura; un reparto equitativo de beneficios del litio con la comunidad colla; y representación indígena en el directorio de la Empresa Nacional del Litio para vigilar las estrategias de la estatal. Fuente: El Mostrador, 16 de mayo de 2023.


Proveniente del salar de Maricunga, en Copiapó y a 5 mil metros de altura, la presidenta de la Comunidad Colla Pai-Ote, Ercilia Araya, estuvo en Santiago el miércoles pasado para reunirse con la ministra de Minería, Marcela Hernando (PR); el subsecretario de la cartera, Willy Kracht; el presidente de Codelco, Máximo Pacheco (PS); y con la esperanza de ser recibida también por el Presidente de la República, Gabriel Boric. “Vengo para exigir respeto al territorio sagrado de los collas, entre otras cosas”, expresó a El Mostrador.

La “hermana Ercilia”, como se le conoce en Atacama a la líder de la comunidad colla que reúne a 66 familias, arribó con su abogado, Ariel León Bacián, de ascendencia quechua y uno de los cuadros del Frente Amplio (FA) que más sabe de leyes indígenas. Pero esos pergaminos no fueron suficientes para que en La Moneda se les recibiera.

Según diversos dirigentes de Atacama, Ercilia Araya es una persona ilustre en la región. Su bisabuelo, una noche bajo el frío de la nieve en 1780, ingresó a refugiarse en una cueva que apareció en el salar. Durmió junto a sus animales y se salvaron de morir congelados. Cuando despertó, la cueva no existía y a su lado estaba una imagen de la virgen María, que dio origen a la fiesta de la Virgen de la Candelaria.

El antropólogo Raúl Molina, exvicerrector de la Universidad de Chile, en una investigación concluyó que la familia Araya en 1650 ya habitaba el salar de Maricunga, y expuso en 2014 su caso en el Congreso.

“Me han ido a amenazar. El Estado no nos apoyó en nada. Hemos vivido en dictadura y ahora seguimos en dictadura minera hasta el día de hoy. El Estado no se mete con las mineras. Vivimos en un abuso tremendo. En el salar hay un criadero natural de flamencos, el tema de las faenas, de los criaderos que nadie ha visto, y ahí están 800 polluelos en febrero, en el salar de Maricunga, un ave protegida como el humedal. Queremos que se respete a nuestra comunidad ancestral”, contó Ercilia Araya a El Mostrador.

Su primera reunión fue con el subsecretario de Minería, Willy Kracht, para abordar su inquietud por las faenas de Codelco que se encuentran en el salar ancestral de la etnia colla.

Ercilia Araya y su abogado le hicieron al subsecretario cuatro peticiones para no detener las faenas de explotación del litio por la vía judicial: que no se destruya el ecosistema del salar ni sus recursos hídricos; garantizar la subsistencia de la comunidad colla y su cultura; un reparto equitativo de beneficios del litio con la comunidad Colla; y representación indígena en el directorio de la Empresa Nacional del Litio para vigilar las estrategias de la estatal.

“El Presidente Boric se ha negado a recibirnos, le enviamos una carta que aún no nos responde. En su cadena nacional señaló que iba a considerar al Consejo de Pueblos Atacameños y discriminó a los collas. Nosotros vivimos hace siglos en el salar y no queremos que se destruya o que no se respete la trashumancia u otras costumbres ancestrales. El subsecretario se mostró receptivo con nuestras propuestas”, relató Ercilia Araya.

Las batallas legales que ha ganado la comunidad colla de Maricunga

Ercilia Araya ha ganado cuatro juicios contra distintas mineras que han intentado realizar faenas en los entornos del salar de Maricunga, junto a su asesor legal Ariel León.

“El Presidente habla de trabajo con comunidades y pueblos, pero nosotros no fuimos considerados como Colla, nos preocupa que nos discriminen, pues hasta el día de hoy nadie se ha acercado a conversar. Cuando se lanzó la Estrategia Nacional del Litio en Antofagasta, nosotros fuimos invitados 5 horas antes, sin pasajes ni estadía, y yo vivo en el territorio, a una distancia muy lejana. Fue una discriminación”, dijo Ercilia Araya a este medio.

Su periplo por Santiago no tuvo el éxito que ellos esperaban. De las cinco autoridades con las que tenían una cita, solo dos los recibieron: el subsecretario Kracht y el presidente de Codelco, Máximo Pacheco. Según explicó el abogado Ariel León, la Comunidad Colla Pai Ote ha sido maltratada y despreciada por el Gobierno

“La Comunidad Colla Pai Ote ganó un recurso de protección que detuvo la licitación del litio de Piñera, también anuló en la Corte Suprema la resolución de calificación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la minera Simco, y se demandó a Lithium Power, el proyecto australiano que está en Maricunga, en los Tribunales Ambientales, ya que podían destruir Maricunga. Ahora queríamos hablar con el Gobierno y Codelco para evitar un nuevo juicio. Y al llegar al SEA, la directora Valentina Durán no nos recibió”, detalló León.

Y agregó: “Vinimos especialmente a Santiago, para que el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, nos diera solamente 20 minutos, interrumpiera la reunión para irse a lo que, dijo, era reunión de directorio. Dijo que quería visitar el salar de Maricunga, después de todas las veces que lo hemos invitado”.

“El Presidente de la República no tiene los votos para el proyecto de ley para la Estrategia Nacional del Litio, eso va a significar seguramente dejar caer los derechos indígenas, entre ellos, el derecho al medio ambiente, a asegurar nuestra existencia, el derecho a la cultura, el derecho al agua, el derecho de las comunidades a ser indemnizadas por los daños ambientales”, concluyó el abogado Ariel León.

1 Comentario

  1. Jorge dice:

    Que no se destruya el ecosistema del salar ni sus recursos hídricos; garantizar la subsistencia de la comunidad colla y su cultura. Hasta ahí vamos bien pero lo otro es querer sacar el máximo provecho extractivista