Peligro de extinción del Torcuato agravado luego de incendio en cantillana

Se estima que se quemó el 30% del hábitat de este lagarto endémico. Asíconservachile.org, 01 de marzo de 2012. Una evaluación del incendio de Altos de...


Se estima que se quemó el 30% del hábitat de este lagarto endémico. Asíconservachile.org, 01 de marzo de 2012.

Una evaluación del incendio de Altos de Cantillana en Enero del 2012, originado en el descuido humano, deja en evidencia el grave peligro de extinción en que se encuentre el pequeño lagarto llamado «Torcuato» o «Gruñidor de Valeria» (Pristidactylus valeriae), endémico a este parque privado de la red «ASI Conserva Chile». El hábitat del torcuato son roblerías del tipo «Roble de Santiago», con exposicón norte. Este tipo de roblerías prácticamente no tienen regeneración natural, ya que corresponden al clima que existió en esta zona durante las últimas glaciaciones, 10 a 20 mil años atrás. Mientras que en las laderas de exposición Sur sobre los 1500 metros de altura, las roblerías son bosques bastante extensos, las laderas de exposición Norte sustentan superficies bastante reducidas.

El Gruñidor de Valeria sólo existe en Cantillana y dentro de este lugar, sólo existe en las pocas laderas con robles expuestas al norte, de las cuales se quemó un porcentaje que bordea el 30 %. Esta especie ya estaba en grave peligro antes de la catástrofe, debido a presiones sobre el hábitat y su captura para venta como mascota exótica. Actualmente se está intentando reproducir ex-situ por el evidente riesgo de pasar a la lista de especies extinguidas. A principios de enero, el incendio provocado por un descuido en un predio aledaño a la Reserva Altos de Cantillana, subió por un cajón que entra como cuña en la reserva, hasta llegar al margen de la meseta Cantillana y alcanzar las roblerías de exposición norte El grueso de la reserva natural no fue alcanzado, solo ese márgen. «Pasamos mucho susto y muchas angustias», dice Joaquín Solo de Zaldívar, gestor del proyecto «pero creo que la valorización que se ha hecho del lugar ayudó a que Conaf reaccionaria en forma profesional y oportuna».

La Corporación Altos de Cantillana ha declarado el sitio como Santuario de la Naturaleza, sin embargo, no cuenta con los recursos necesarios para llevar a cabo control adecuado del área, un importante esfuerzo de educación ambiental, y tareas de restauración del suelo que tan urgentemente necesita el Torcuato. La tragedia del incendio de verano nos revela la urgencia de las amenazas de la presión humana, proveniente de varias ciudades en su alrededor, que hacen peligrar este verdadero «Museo Vivo» de la Biodiversidad, y dentro del él, específicamente al Gruñidor de Valeria.

La meseta de Cantillana es una zona de gran valor ambiental, caracterizada por un alto grado de endemismo regional y la riqueza de sus especies. Se ubica al sur poniente de la Región Metropolitana y comprende parte de las comunas de Alhué, Isla de Maipo, Melipilla, Paine y San Pedro. La zona se caracteriza por presentar amplias y variadas partes de vegetación no intervenida, un 40% de ella es endémica. La vegetación de esta zona montañosa es además esencial como protectora de una importante fuente de aguas superficiales y subterráneas, que son principalmente aprovechadas por el sector agrícola. Además, es la fuente de agua tanto para el consumo de la población en su área como para el sustento del humedal El Yali.

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