Terremoto del 27/F cambió ecosistemas marinos en 9 playas del sur

La Tercera, 03 de mayo de 2012. Científicos chilenos y de EE.UU. mostraron que hundimiento y alza de playas afectó poblaciones de tres crustáceos vitales en...


La Tercera, 03 de mayo de 2012. Científicos chilenos y de EE.UU. mostraron que hundimiento y alza de playas afectó poblaciones de tres crustáceos vitales en cadena alimenticia.

En enero de 2010, Eduardo Jaramillo, investigador de la U. Austral, se encontraba en en la zona costera de la Región del Maule y del Biobío, investigando el efecto de las defensas costeras artificiales (como murallas de concreto o revestimientos de rocas) sobre la fauna marina que habitaba en nueve playas del sector.

Pero el terremoto y tsunami que afectó esta área sólo un mes después cambió el foco de su trabajo, tras constatar que, a nivel nacional, nueve playas se habían hundido varios centímetros y otras 16 zonas costeras se habían elevado hasta 2,5 metros. Algo que -sin duda- iba a traer consecuencias en la flora y fauna del lugar.

Junto a un equipo de científicos de las universidades Austral (Chile) y de California, en Sta. Bárbara (EE.UU.), analizó por 10 meses si había o no cambios en la microfauna que habita el borde costero y verificó importantes aumentos y disminuciones de tres crustáceos habituales en las playas de arena en ambas regiones, provocados por el alza y hundimiento de terrenos. “Hicimos el primer estudio sobre los efectos ecológicos de un terremoto de gran magnitud y su tsunami en animales invertebrados que viven entre las mareas en playas de arena. Aprovechamos datos de un poco antes del evento como de semanas después, a lo que se sumó un seguimiento de los 10 meses siguientes”, dice Jaramillo, cuya investigación apareció ayer publicada en PlosOne.

Más y menos crustáceos

Los crustáceos estudiados fueron las Orchestoidea tuberculata (conocidas como pulgas de mar), dos tipos de isópodos (Excirolana braziliensis e hirsuticauda) y los Anomuros (chanchitos de mar). “Son pequeños animales, pero que representan el 95% de la fauna que encontramos en las playas del centro sur de Chile”, dice el experto.

Jaramillo explica que el levantamiento continental que provocó el terremoto del 27/F, hizo que muchas playas se ensancharan o se angostaran, lo que generó aumento o desaparición de fauna marina. Dos ejemplos. En Llico, antes del terremoto las olas de la marea baja chocaban directamente contra una defensa costera de la playa. Esa muralla permitía que en esa playa (de ocho metros de ancho) sólo pudieran encontrararse chanchitos de mar. “Cuando vino el levantamiento continental, la playa se ensanchó (a 80 metros) y al mes del terremoto ya habían aparecido organismos típicos del nivel superior de las playas, como las pulgas de mar y otros organismos que viven en niveles medios, como los isópodos”, dice.

En Boyeruca, en cambio, disminuyó la abundancia de especies, porque la playa se hundió y se perdieron importantes espacios para estos animales, al pasar la playa de 50 a 20 metros.

Desde el punto de vista ecológico, Jaramillo dice que aunque aún hay que profundizar en las consecuencias que estos cambios pueden producir en esos ecosistemas, se sabe que estos animales son representativos de la zona y que cumplen una importante función en la cadena alimenticia marina. Los chanchitos de mar son alimento para algunos peces, como el róbalo o las corvinas, que tienen un importante impacto económico en la zona. Las pulgas de mar son importante alimento para aves migratorias, como los Zarapitos, que deberán trasladarse a otras costas en busca de alimento. “Además, si eliminas las pulgas de mar acabas con el mejor limpiador de playas que hay, pues ellos eliminan la materia orgánica”, dice Jaramillo.

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