La Tercera, 06 de agosto de 2012. Cerca de 600 ejemplares sobreviven en el país, poco menos de 100 en Nahuelbuta, donde un estudio está describiendo su...
La Tercera, 06 de agosto de 2012. Cerca de 600 ejemplares sobreviven en el país, poco menos de 100 en Nahuelbuta, donde un estudio está describiendo su comportamiento, que ayudará a mejorar su supervivencia.
Charles Darwin lo describió por primera vez en 1834, aunque lo clasificó erróneamente como una subespecie del zorro chilla. Pero se trataba de otra especie, que finalmente llevó su nombre: zorro de Darwin.
Una de sus particularidades es que habita en dos partes del país: en la Cordillera de Nahuelbuta y en la isla de Chiloé, separados por 500 kilómetros.
Perseguido por agricultores, hoy se estima que sólo existen menos de 100 ejemplares (más otros 500 que habitan Chiloé), por lo que fue calificado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como en peligro crítico, un peldaño antes del peligro de extinción.
Debido a su extrema condición, el Ministerio de Medio Ambiente ideó el Plan de Conservación para el Zorro de Darwin de Nahuelbuta, junto a varias instituciones públicas, privadas y la comunidad. Uno de estos esfuerzos es encabezado por la U. de Concepción, “Conservación del Zorro de Darwin en la interfaz Parque Nahuelbuta-áreas bordes”, un Fondo de Protección Ambiental (FPA) y del Comité de Iniciativa Nahuelbuta y otros recursos internacionales, destinados a fortalecer la presencia del animal en la zona.
A seis meses de su implementación, la iniciativa -que se extenderá hasta 2014- ya arroja interesantes resultados, especialmente respecto de su comportamiento, características que servirán para mejorar su conservación. Por ejemplo, los investigadores determinaron que tal como en Chiloé, el zorro en Nahuelbuta es eminentemente nocturno, “lo que es coherente con el patrón encontrado en Chiloé”, dice Darío Moreira, principal investigador del proyecto.
Usando cámaras trampa, los expertos lograron determinar que la especie no se mezcla con otros carnívoros nativos de mayor tamaño, como el zorro culpeo. “Donde hemos registrado zorros de Darwin no hemos encontrado culpeos, a pesar de que este último está ampliamente distribuido en el área”, dice Moreira. Según el experto, el dato es altamente significativo para su conservación, pues el culpeo podría transformarse en una seria amenaza. “Es algo en lo que seguiremos trabajando para poder cuantificar y confirmar la relación entre ambas especies”.
Otro de los aspectos interesantes del estudio es que se creía que el zorro de Darwin vivía sólo en hábitats nativos, menos perturbados por la acción humana. “Pero los equipos en terreno han registrado ejemplares en bosques altamente intervenidos, e incluso, en plantaciones forestales muy lejos del Parque Nacional Nahuelbuta”, explica Moreira. “Es novedoso, pues pone una nota de incertidumbre respecto de si efectivamente es una especie que requiere hábitats menos perturbados. Es algo en que estamos trabajando aún”.
El proyecto está incluido dentro de un plan más amplio de preservación de la Cordillera de Nahuelbuta. “Es una zona muy amenazada por las forestales y la explotación agrícola, entre otras, y en ese contexto se está intentando proteger el zorro de Darwin”, dice Aníbal Pauchard, de la Universidad de Concepción.
El experto dice que la importancia de su conservación es que existe bastante evidencia sobre los desequilibrios ecológicos que se producen tras la desaparición de una especie. Moreira aporta un dato más concreto: “Una de las principales presas de zorro de Darwin es el ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus), uno de los principales vectores del virus hanta. Creo que eso es suficiente para pensar que su conservación puede tener efectos directos en las actividades humanas”, dice.