Hasta ayer eran ocho los siniestros de tipo forestal que se mantenían activos en las regiones del Ñuble y Biobío. El director regional de Corporación Nacional...
Hasta ayer eran ocho los siniestros de tipo forestal que se mantenían activos en las regiones del Ñuble y Biobío.
El director regional de Corporación Nacional Forestal (Conaf) Biobío, Sergio Valdés, realizó un balance sobre el estado de los incendios forestales que se mantienen activos en las regiones del Biobío y Ñuble.
Valdés detalló que, hasta ayer, eran ocho los incendios que se encontraban activos y en combate en distintas comunas, la mayoría de ellas en Ñuble. Asimismo, precisó que a la fecha se registran 900 hectáreas quemadas por este tipo de episodios durante la temporada 2017-2018.
Esta cifra, explicó la autoridad, es inferior al año pasado. Sin embargo, recordó que de acuerdo a las proyecciones aún existe un periodo complejo entre enero y febrero.
Actualmente, el trabajo se concentra en las comunas de Portezuelo y Quirihue, donde las llamas han avanzado a causa de las altas temperaturas, el viento y el material inflamable en la zona.
Pese a ello, indicaron desde Conaf, hasta el momento no se registran pérdidas materiales o viviendas en los sectores más complicados.
Balance:
Sergio Valdés, director regional de Conaf Biobío, contó que a la fecha (ayer) hay ocho incendios activos, aunque ya están controlados y en observación para que no rebroten.
«Esos incendios son Rucapequén, en Chillán Viejo; Bellavista, en Portezuela; Curimaqui, en Quirihue; en Tomé hay un foco que afecta a aserrín, que esta controlado», puntualizó.
Valdés dijo que el incendio de Quirihue es el más complicado y agregó que están trabajando fuertemente con las empresas.
«Hubo incendios que se registraron cerca de casas particulares, pero ninguno de ellos afectó a las viviendas, pues se tomaron todas las precauciones», indicó.
Por otro lado, el director local de Conaf precisó que a la fecha se registran 445 incendios durante esta temporada, 45% menos que en el periodo anterior y del orden de 900 hectáreas quemadas.
«Sábado y domingo se registraron altas temperaturas en la región, lo que sin duda afecta al trabajo de combate, especialmente el sábado, donde hubo viento bastante intenso. Sin embargo, todo incendio se inicia porque alguien encendió un fuego o se descuidó. El factor humano sigue siendo uno de los factores más importantes en la ocurrencia de estos hechos», complementó.
Alertas en Ñuble:
Francisco Castillo, jefe provincial de Conaf en Ñuble, señaló que el incendio de Portezuelo se produjo en un día con mucho viento, lo que hizo más fácil la propagación del fuego.
«Hay bastante combustible que provocó que se generara harta energía. Teníamos proyección hacia un sector con varias viviendas, lo que generó una alerta roja y que derivó en un despliegue de las brigadas, bomberos y empresas», agregó.
Actualmente, se mantiene la alerta temprana preventiva para toda la región del Biobío por riesgo de incendios forestales, mientras que la región de Ñuble se encuentra con alerta amarilla, debido a los focos que siguen activos.
Fuente: Diario El Sur.