Bosque nativo

Carta enviada al Diario Financiero por el presidente Aifbn, Sergio Donoso, quien responde columna de opinión del Ministro de Agricultura, Luis Mayol. En la columna de...


Carta enviada al Diario Financiero por el presidente Aifbn, Sergio Donoso, quien responde columna de opinión del Ministro de Agricultura, Luis Mayol.

En la columna de opinión publicada el miércoles 7 de noviembre en el Diario el Financiero, en el marco de la discusión del Proyecto de Ley de Fomento Forestal, el Ministro de Agricultura Luis Mayol insiste en confundir a la ciudadanía sobre el supuesto aumento de la superficie de bosques, cuando en realidad múltiples estudios publicados, informes técnicos y monitoreos de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo realizados en diversas regiones del país, muestran que el bosque nativo ha disminuido en superficie y lo que ha aumentado son los monocultivos forestales.

Por otro lado, se insiste en calificar como “bosques” a los monocultivos forestales de pino y eucalipto. Si bien es sabido que hay actores del Estado y de las empresas interesados en continuar instalando y potenciando esta confusión, creemos necesario que el Gobierno no debe seguir utilizando ambos conceptos como sinónimos; y menos difundir mediante señales triunfalistas que los bosques han aumentando en Chile. Basta recordar que, basado en los datos del Catastro de los Recursos Vegetacionales de Chile para el período 1997–2010, el Informe País 2010 concluyó que las principales regiones de aptitud forestal han experimentado una disminución de la superficie de bosque nativo por cambio en el uso del suelo.

Estamos en días clave donde el Gobierno pretende legislar rápidamente y con un intenso lobby, el Proyecto de Ley de Fomento Forestal que modifica y extiende por 20 años el Decreto Ley 701, a pesar de las múltiples y contundentes críticas y observaciones realizadas por diversas organizaciones de la sociedad civil a la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados. Por ello pedimos encarecidamente al Gobierno que en el marco del análisis de este proyecto, no confundir a la ciudadanía y menos a emitir interpretaciones políticas erradas. Tenemos la oportunidad de generar una nueva Ley de Fomento Forestal que contribuya al fomento y promueva la recuperación de áreas degradadas por el mal uso de los recursos naturales; y mejore la calidad de vida de los habitantes de Chile.
Recuadro :
El milagro forestal chileno

Por Luis Mayol, ministro de Agricultura.
Columna publicada por el Diario Financiero (7 de noviembre)

Nuestra destacada labor en recuperar y conservar nuestros bosques ha puesto a nuestro país entre los ejemplos a seguir para frenar la deforestación y degradación de los suelos. Periódicamente vienen delegaciones de ministerios de agricultura o forestal a mirar lo que ellos definen como el “milagro forestal chileno”.

La deforestación en Chile comenzó hace más de cuatro siglos, como lo manifiesta el ejemplar del diario “El Araucano”, del 20 de abril de 1838. En esa edición aparece una carta del asesor contratado por el Ministerio del Interior de la época, Sr. Claudio Gay, para justamente ver temas de deterioro ambiental. Algunos párrafos señalaban:?“Esta provincia se presenta al observador menos atento, bajo un aspecto totalmente desfavorable. Los montes casi todo ha desaparecido; los arbustos son débiles, pequeños y desmedrados… Empero el clima no es del todo contrario a una vegetación grande y robusta; en varios lugares aislados, y sobre todo distantes de las poblaciones, se encuentran todavía árboles de gran tamaño”.

Hoy hemos logrado frenar y revertir ese fenómeno, principalmente, gracias a las dos leyes forestales que existen en Chile: una para fomentar las plantaciones en suelos descubiertos y otra para mejorar y proteger la vegetación nativa.

Actualmente, los bosques ocupan el tercer lugar en el uso de suelos en el territorio nacional continental. Son más 16,6 millones de hectáreas, equivalente al 22% del terreno continental total, que nos permite tener un sector forestal con exportaciones por más de ?US$ 6.000 millones.

Pero no sólo tenemos un sector forestal pujante, también hemos puesto especial dedicación en conservar, recuperar y extender los bosques nativos. Y puedo decir, lleno de orgullo, que lo estamos logrando.

No obstante, estamos en un momento crucial para definir el futuro de nuestros bosques y plantaciones forestales. A fines de este año expiran los beneficios que establece la ley para el fomento del bosque. Por esto, como gobierno enviamos al Congreso un Proyecto de Ley que modifica y extiende el Decreto Ley 701, favoreciendo la focalización de los beneficios en los pequeños y medianos propietarios y en aquellas plantaciones con fines ambientales que tengan como objetivo fundamental la recuperación de suelos altamente degradados.

Con estos cambios vamos a beneficiar, en lo medular, a pequeños propietarios que realizan actividades de subsistencia, permitiéndoles forestar y recuperar sus suelos. Pero la gran novedad de esta normativa, en bosques para servicios ambientales, junto con bonificarles la plantación, se cancelará anualmente un monto por hectárea, con el compromiso de mantener la cobertura vegetal de ese suelo por 20 años.

Desde 1997 a la fecha la superficie de bosque nativo en Chile ha crecido en casi 130.000 ha y representa el 81,6% del total de bosques. Si hoy no hay deforestación es gracias a que las plantaciones abastecen las necesidades de consumos de maderas, dejando descansar a nuestro bosque nativo. Pero aún tenemos importantes desafíos que superar.

Según los últimos catastros, quedan casi 2,2 millones de hectáreas que se están erosionando por la falta de superficie vegetal y que en su mayoría está en manos de medianos y pequeños agricultores. Por esto, urge modificar la legislación para generar los incentivos necesarios para que estos propietarios planten bosques en sus terrenos.

De esta manera, estamos haciéndonos cargo de uno de los principales desafíos ambientales de nuestro país y estamos dando un ejemplo mundial al favorecer la creación de cubiertas vegetales que cumplan funciones ambientales, tales como la recuperación de biodiversidad y la fijación de carbono.

*Columna de opinión escrita con la colaboración de Eduardo Vial, director ejecutivo de Conaf.

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