Ballenas regresan frente a la Desembocadura del Bío-Bío tras estár décadas desaparecidas

Crónica Concepción, 27 de diciembre de 2012. También han sido avistadas desde Boca Sur y especialmente en Chome. Familias maravilladas con su presencia. Asombro y nostalgia...


Crónica Concepción, 27 de diciembre de 2012. También han sido avistadas desde Boca Sur y especialmente en Chome. Familias maravilladas con su presencia.

Asombro y nostalgia ha causado entre los penquistas el avistamiento de ballenas en la Bahía de Concepción. Tras años de desaparición, los cetáceos han regresado al lugar en donde solían ser cazadas y faenadas, entregando un espectáculo que ha maravillado a los turistas de la Desembocadura, Caleta Chome y hasta a los vecinos de Boca Sur. La Estrella conversó con quienes las han visto y aquellos que han estudiado la historia de las enormes bestias en la zona.

Camila Cané viajó desde Coyhaique a pasar las fiestas junto a su familia. Con su cámara, le sacaba fotos al mar, en los roqueríos de Chome, en Hualpén. «Estoy segura que vi algo que levantó una aleta a lo lejos. Les dije varias veces a mi familia, pero no me creían», relató la joven, maravillada con la idea de haber visto a la distancia a un grupo de cetáceos.

Por su parte, Manuel Flores , pescador artesanal retirado y ex trabajador de las balleneras, contó que en las últimas semanas, los mamíferos se han estado viendo todos casi todos los días. «Uno no le pone mucha atención, porque nosotros nos criamos entremedio de estos animales», comentó.

Crecieron viéndolas

Este hombre de mar, así como muchos en Chome, debieron sufrir una metamorfosis tras la caída de la industria ballenera en los años 80. La mayoría de estas personas, que fueron considerados héroes por enfrentarse a los monstruos marinos que movían la economía de la época, terminaron dedicándose a la pesca y, muchas veces, sufriendo los prejuicios repudiaron la caza de los cetáceos.

Ahora sus días pasan tranquilos en la caleta. Durante el día, los viejos pescadores se sientan a mirar el mar y a disfrutar, por estos días, del espectáculo que entregan los gigantes, quienes aletean y lanzan chorros de agua cada vez que salen a la superficie.

Héctor Silva, dedicado también a la pesca, contó que «yo las veía desde niño, cuando venían a ser faenados a la ballenera de la empresa Hermanos Macaya. Y ahora, después de tanto tiempo, han vuelto a aparecer. Estos días ha soplado mucho viento y es difícil que aparezcan. Pero después de año nuevo, creo que el tiempo mejorará», comentó.

Silva aseguró que «hay embarcaciones acá, como para que los turistas puedan salir con nosotros a ver a las ballenas. Si vienen y preguntan, acá les hacemos un precio».

Y es que el interés de los penquistas es grande. A sólo minutos de Concepción y a mucho menos de San Pedro, se puede avistar a los cetáceos.

Camilo Arriagada, Vecino de Boca sur, dijo que «un par de días antes de Navidad, pudimos verlas a lo lejos con mi hijo. Igual me costó creer que estuvieran por acá. Pensé que sólo andaban en el sur», indicó.

Es su carretera

Por su parte, el doctor en Biología, Víctor Gallardo, del departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, aseguró que el mar chileno, incluyendo las costas penquistas, son una especie de carretera para las ballenas que recorren el Pacífico y que se dirigen a la Antártica. «Yo tenía conocimiento de que, hace dos días atrás, se habían producido avistamientos frente a Chome. En general, esto está ocurriendo de manera más frecuente ya que, posiblemente, su población haya aumentado y estén recuperando terreno», afirmó.

Según indicó el académico, en la Región del Bío-Bío se han visto hasta frente a Dichato. Además, contó que «exploraciones hechas por científicos de la UdeC han demostrado la presencia de cetáceos en distintos puntos de la zona. Por ello, lo ideal es que se implementara un sistema de avistamientos turísticos, tal como lo he visto en Islas Azores o en Islandia».

Consultado sobre si su presencia en las costas penquistas son algo nuevo, aseguró que sí lo es, comparando a cómo era la situación hace veinte años atrás. Gallardo comentó que, antiguos exploradores del siglo XVI, Señalaban que las ballenas eran muy numerosas en este lugar. «Poco menos que los barcos andaban chocando con las ballenas», comentó. Ello comenzó a cambiar cuando se inicia, doscientos años después, la caza de estos mamíferos, lo cual mermó su número.

Años de gloria

En cuanto a la historia de estas bestias marinas en la bahía, el abogado, historiador y Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastián, Armando Cartes, relató a La Estrella cómo eran los años de gloria en la zona en torno a la industria ballenera.

«La empresa de los Hermanos Macaya fue una de las más antiguas a nivel mundial, con casi un siglo de funcionamiento. Comenzó en la Isla Santa María y luego se trasladó hasta Chome. Allí todavía están sus restos, icluyendo la rampa por la cual las subían», indicó.

Cartes contó que un antiguo miembro de la familia era proveniente de las Islas Azores, en Portugal, en donde la tradición ballenera es conocida. Él aprendió allí el oficio y lo implementó en Chile.

«Las ballenas fueron cazadas principalmente por su aceite, que fue utilizado para aceitar máquinas e incluso encender las lámparas de los mineros del carbón. El auge de este negocio fue previo al petróleo, por lo que el combustible que impulsó la Revolución Industial se obtenía a partir de este animal. Sin embargo, en Chile nunca se consumió la carne y la empresa bajó su producción en la década de los setenta. En 1983, Chile se acogió a una moratoria internacional que prohibe la caza de estas bestias. Por ello, la última empresa que quedaba en pie, la de los Macaya, se desmanteló».

Cartes finalizó comentando que el último espécimen capturado en la zona es la conocida ballena de la Universidad de Concepción, la cual se preservó para guardar un testimonio de los cetáceos que habitaron la Bahía.

Sin embargo, pareciera que la naturaleza ha hecho su trabajo y que estos animales han vuelto al lugar donde eran traídos para darles muerte. Ahora alegran a las afortunadas familias penquistas que han tenido la oportunidad de verlos.

Recuadro :
«Posiblemente su población haya aumentado y estén
recuperando terreno»
Víctor Gallardo doctor en Biología

1 Comentario

  1. lily paredes dice:

    Ciertamente es muy gratificante saber que estos animales regresan a este lugar,y ojala asi pueda quedar a futuro,pero… esta la mala informacion del publico, y la mala interpretacion de los entendido en la materia, Biologos,todos se alegran de este echo y luego llegan en su euforia y curisidad de no darles chanse a estos animales de regresar a un lugar que aparentemente no olvidado, de reconocerlo con calma, muchos quieren ya hecer Toures en bote para verlas mas de serca y luego luego hacer turismo…Cual turismo??? si acaban de ser avistadas!!! despues de muchos anos! y otros por sus propios medios salen con bote y tratan de alcanzarlas lo cual no sera posible, resultado de todo este golgorio es que los animales sea cual sea la razon de su posible regreso ,NO se quedaran ,por el asedio de las gentes.DEJENLAS en paz, primero dediquense a informar a la gente, preparar la caleta ,el entorno, el lugar, para la proxima visita y quizas asi logren tener al futuro un santuario natural del cual todos puedas disfrutar civilizadamente y porque no ,una linda visita turistica no solo para los del lugar sino tambien para los que lleguen de fuera.

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