Japón quiere reanudar caza comercial de ballenas y desafía fallo de La Haya
By Comunicaciones Terram

Japón quiere reanudar caza comercial de ballenas y desafía fallo de La Haya

El primer ministro Shinzo Abe dijo que su país “aumentará los esfuerzos” para reanudar esta práctica. La estrategia japonesa es que la comunidad internacional “entienda” que la captura de ballenas es algo “cultural”. Fuente: La Tercera 10 de junio 2014.

La Corte Internacional le prohibió a Japón capturar cetáceos en el Océano Antártico, en un fallo emitido en marzo.

El fallo fue irrevocable. El 31 de marzo pasado, la Corte Internacional de Justicia de La Haya prohibió a Japón la caza de ballenas en el Océano Antártico, en el marco de una demanda presentada por Australia en 2010. El dictamen, por 12 votos contra cuatro, se transformó en una dura derrota para las autoridades niponas, que llevaban años capturando ballenas con el argumento de “fines científicos”. Pero ahora, Tokio ha vuelto a defender la pesca de este animal e incluso el primer ministro Shinzo Abe dijo ayer que “aumentará los esfuerzos” para reanudar la caza comercial de cetáceos.

Durante una intervención ante el Comité de Finanzas de la Cámara Alta y justo cuando se informó que la economía del país creció en un inesperado 6,7% en el primer trimestre, Abe habló sobre la necesidad de “llevar a cabo la investigación científica indispensable” respecto de las ballenas. Ello, para “lograr el entendimiento de la comunidad internacional”.

El líder japonés lamentó que otras naciones “no puedan entender una parte de la cultura japonesa”, en un claro desafío a la comunidad internacional y al fallo de La Haya. En ese sentido, insistió en el “respeto” y el “aprecio” que tienen hacia las ballenas las localidades japonesas que practican la pesca tradicional, según consignó la cadena británica BBC.

Japón consideraba que la caza de ballenas tenía fines científicos, de acuerdo con su Segundo Programa de Investigación sobre Ballenas en el Antártico (Jarpa II). Pero La Haya dictaminó que los permisos concedidos a Japón para matar, capturar y comerciar con ballenas en el marco del acuerdo Jarpa II no tenía esos fines. De todos modos, el fallo no afectó al otro programa científico japonés en el Pacífico Norte ni las capturas con fines comerciales que Tokio realiza frente a sus costas.

Tras el dictamen de La Haya, Japón canceló su programa ballenero en la Antártica y decidió reducir su cuota de capturas en Pacífico norte a 210, 170 menos que en la temporada anterior.

Por eso, el Ministerio de Agricultura y Pesca anunció su intención de “rediseñar” el programa científico de pesca de ballenas en la Antártida para 2015.

La caza de ballenas con fines comerciales fue prohibida en el mundo en 1982. Pero Islandia, Japón y Noruega continuaron con la caza a “pequeña escala”. Ello, pese a que Tokio firmó en 1986 una moratoria sobre la caza de ballenas. Entre 1987 y 2009, Japón capturó más de 10 mil ballenas. Los defensores de estos mamíferos estiman que muchas ballenas están en peligro de extinción (ver recuadro) y que el gran problema es que esta especie produce apenas una cría cada uno o dos años.

Sin embargo, ha existido una recuperación del número de ballenas a nivel mundial. “Anualmente, la población de ballenas está creciendo de un 3% a un 4% en el mundo”, informó en 2013 Miguel Iñiguez, miembro del comité científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), quien advirtió, sin embargo, que “la mayoría de las especies de ballenas se encuentran amena- zadas”.

El anuncio de Abe coincide con la “semana de la ballena” en Japón, que tiene como objetivo promover el consumo de este tipo de carne. Si bien la población de mayor edad acostumbra a consumir carne de ballena, el 37% (la mitad menor de 40 años) reconoció en una encuesta que no la había probado. Y el 60% de los japoneses cree que su país debe seguir con la caza, pese al dictamen de La Haya.
Recuadro :
Situación de las ballenas
La pesca y la actividad humana han generado amenazas a la población de ballenas, que no tienen depredadores naturales. Pero ¿están en peligro de extinción todas las especies de estos mamíferos? No. Sin embargo, hay varios tipos que corren peligro. Según el World Wildlife Fund, siete de las 13 especies de grandes ballenas están amenazadas por diversas razones.

La ballena franca del Pacífico Norte, zona en la que Japón tiene permitido capturar estos animales “con fines científicos”, es una de las que está en peligro. Esta ballena puede llegar a medir unos 18 metros de longitud y es la única especie de esta zona que carece de aleta dorsal. Se cree que su número ronda entre los 500 y mil. También está amenazada la ballena franca austral, que habita en el hemisferio sur. Su tamaño es menor a su hermano del norte: Entre 13 a 15 metros. ¿Su peso?, 40 toneladas. Hay otras especies de ballenas que han recuperado a sus poblaciones, como es el caso de la ballena gris en México -según informó ese país a principios de año- o la jorobada.

La caza de ballenas con fines comerciales fue prohibida en el mundo en 1982. Cuatro años más tarde, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) acordó una moratoria a partir de 1986. En Chile, la caza de ballenas está prohibida. En septiembre de 2008, el Congreso aprobó una ley que declaró santuario de las ballenas las aguas jurisdiccionales chilenas.

60% de los japoneses cree que se debería mantener el programa científico de captura.

23% está en contra de que Japón siga pescando ballenas, según una encuesta.

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  • 10/06/2014