Crítica proyección de esmog por estufas a leña en Santiago
By Comunicaciones Terram

Crítica proyección de esmog por estufas a leña en Santiago

Estudio revela que en 2010 contaminarán más que lo que hoy emiten camiones a diésel. Con 693 toneladas de humo al año, las 60 mil estufas residenciales a leña contaminan más que los autos y las micros. Para 2010 se espera que su número crezca a 94 mil aparatos y su contribución al mal aire en al menos 813 toneladas. La Nación, 28 de mayo de 2008.

En días de invernal frío, la batalla contra el esmog en Santiago reflota un tema que hace poco no preocupaba tanto como hoy: al emitir 693 toneladas anuales de tóxico material particulado (PM10), las estufas a leña pasaron a contaminar más que los autos y los buses, que lanzan 516 y 316 toneladas respectivamente, situándose sólo detrás de las industrias (1.266 toneladas) y los camiones a diesel (763 toneladas), según el inventario de emisiones 2005 entregado en mayo de 2007 por la Conama.

No es todo. La contribución al esmog capitalino de las chimeneas residenciales sigue en alza dado el crecimiento de un mercado dominado en un 90% por las marcas Bosca, Amesti y en menor grado Pucón. Hoy, se estima que en la Región Metropolitana funcionan 60 mil de estos calefactores, cifra que en 2010 crecerá a los 94 mil que, de una bocanada, emitirán entre 813 y 971 toneladas de humo al año.

Así lo revela un estudio encargado por la Conama Metropolitana a la empresa Gamma Ingenieros y publicado en abril de 2007, documento con el cual el Intendente de Santiago, Álvaro Erazo, intentó sin éxito prohibir este año el uso de estufas a leña en la capital pero que, en otro intento y con un nuevo informe bajo el brazo, pretende borrar del mapa en 2009, según comentó a este diario el 22 de abril pasado.

Más que las industrias

Como sea, el estudio de Gamma va todavía más allá, pues proyecta que a la actual tasa de crecimiento de la venta de estufas, para 2.015 habrá en Santiago entre 127 mil y 146 mil calefactores que aportarán entre 1.349 y 1.509 toneladas de PM10, una cifra que incluso supera a las actuales emisiones que lanzan al aire las grandes industrias.

La cantidad de PM10 que emitirá la calefacción residencial urbana en 2010 y 2015 se explica, por cierto, por el aumento del número de estufas y de la leña necesaria para que cumplan su función: si en 2006 se quemaban 58 mil toneladas al año, para 2010 el dato crecerá a 94 mil toneladas anuales, y para 2015 se estima que llegaría hasta 146 mil toneladas.

El estudio de Gamma es parte de la documentación con la que la autoridad ambiental trabaja medidas para el Plan de Prevención y Descontaminación del Aire de Santiago. Por lo mismo, el informe concluye que semejante proyección se cumplirá "salvo que se tomen medidas para disminuir las emisiones unitarias o restringir el uso de los calefactores".

Estufas ABC1

"Los usuarios de calefactores a leña pertenecen mayoritariamente (71%) a los segmentos socioeconómicos de mayores ingresos (ABC1 y C2)," detalla el informe de Gamma. El 90% de éstas son fabricadas por Bosca, Amesti y en menor medida Pucón, vendidas en cadenas de retail, ofreciendo incluso crédito para su instalación, "lo que ha redundado en su masificación a nivel nacional", dice el documento.

Los calefactores observados en la elaboración del estudio consisten en un "diseño basado en el modelo original de Bosca", es decir, "una cámara de combustión hermética" con "puerta de vidrio templado" y entradas de aire primario y secundario, todo lo cual va envuelto por "una caja de acero que da la apariencia de calefactor".

El aporte de las estufas a leña, según señalan los expertos en contaminación, es proporcionalmente mayor a otras fuentes de emisión por cuanto las 693 toneladas anuales de PM10 emitido son producidas dato que confirma el estudio de Gamma-, en escasos "tres a cuatro meses" (entre mayo y agosto) con un promedio de entre 5,3 a 6,1 horas diarias.

LA VOZ DE LOS FABRICANTES DE ESTUFAS
 
La Agrupación Energía Limpia de la Biomasa reúne a los principales fabricantes de estufas a leña del país y tras revisar el informe de Gamma y sus recomendaciones sostienen estar “convencidos de que sería absolutamente poco realista tomar medidas restrictivas o prohibitivas para enfrentar las proyecciones sobre uso de leña en el futuro”.

Las prohibiciones, dicen, “sólo generan efectos adversos”.

Lo anterior, debido a que señalan que han “trabajado por promover normas, control, fiscalización, medidas de educación pública al buen uso de leña, proyectos de recambio de equipos y compensación de emisiones, además de propuestas de autoregulación por parte de los fabricantes, dada la demora en la dictación de normativas por parte de la autoridad. Es una visión realista, dado que sabemos que más del 50% de la energía que se consume en Chile a nivel residencial proviene de la leña”, indican.

Añaden que “Amesti y otras marcas han adecuado y mejorado sus tecnologías permanentemente, tal como reconoce el estudio de Gamma Ingenieros. El objetivo ha sido cumplir con las normas que han dictado las autoridades, como la incluida en el Plan de Descontaminación de la RM del 2004, que desgraciadamente (por falta de institucionalidad) nunca se implementó. Sin embargo, tanto Amesti como otras marcas se midieron voluntariamente, y mientras la norma exigía un máximo de 4 grs/hra de PM 10, los equipos Amesti alcanzaron 2,3 grs/hra y hoy llegan a 1,2 grs/hra (EPA)”, dicen.

En la Agrupación critican que mientras en los últimos años “algunos fabricantes han trabajado por cumplir esta norma, por falta de control y fiscalización ha abundado el uso de leña sin ningún tipo de regulación”.

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  • 27/05/2008