El salto de los orgánicos
By Comunicaciones Terram

El salto de los orgánicos

La producción sin químicos ya no es reino de los pequeños productores que lo hacen casi como hobby. Empresas medianas y grandes incorporan esta forma de cultivo. Así estos productos acercan sus precios a los tradicionales y se vuelven cada vez más accesibles. Revista del Campo de El Mercurio, 23 de febrero 2009.

Los orgánicos ya no son lo mismo. Hasta ahora estos productos rememoraban, principalmente, huertas familiares o de pequeños empresarios o agricultores, que producían sin químicos, en volúmenes menores, motivados más por un estilo de vida que por un interés comercial. Y cuando los vendían, se enfocaban a un mercado de nicho, en los que los consumidores buscaban alimentos que fueran cultivados de la forma más sana posible, sin fertilizantes ni pesticidas químicos y que, por lo mismo estuvieran dispuestos a pagar lo más caro que salía producirlos. Y si bien los consumidores crecían alrededor del mundo, costos altos, manejo agronómico complejo y precios mayores, volvía a este tipo de producción difícil de masificar.

Hasta ahora. Porque las cosas están cambiando y los orgánicos están dando un nuevo salto.

Ocurre que las mejoras en tecnología y la aparición de insumos orgánicos, como compost elaborado en laboratorios –la opción ante el método tradicional en que los cultivos se rotan para obtener sus nutrientes– están volviendo atractivo el cultivo para empresas y agricultores más grande. Esto ha llevado a que la brecha de rendimiento y precio entre cultivos tradicionales y orgánicos se acorte, y en algunos casos como las manzanas, se vuelva nula, lo que hace que entren al ruedo productores de mayor tamaño que miran este tipo de producción con una clara visión comercial. Y esto amplia un mercado hasta ahora muy pequeño.

"En Estados Unidos la disponibilidad de recursos para investigación se está traduciendo en innovación, en la disminución de los costos, que ha hecho viable el cultivo comercial de gran escala, alejándose de lo que fue al principio la producción orgánica: cultivos asociados a la agricultura familiar. La pequeña escala comienza a ser sustituida por una agricultura de mayor volumen", explica Jaime Crispi, gerente general de Surfrut.

Máquinas que no podrían ser utilizadas en cultivos pequeños –no tendrían superficie para moverse–, fertilizantes orgánicos y microorganismos elaborados en laboratorios son algunas de las innovaciones que están permitiendo que los orgánicos den el salto. Y el fenómeno también se está dando en Chile, donde varias empresas se enfocan a este tipo de producción y no sólo para la venta en fresco.

LA INSISTENCIA DE SURFRUT

Diez años atrás, el primer intento por producir pimentones orgánicos de Surfrut fue un fracaso. Al escuchar que la tendencia estaba agarrando vuelo en el exterior, la empresa consiguió el apoyo de FIA, importó la tecnología, los produjo y luego los deshidrató. Después de dos años intentando venderlos, tuvo que mezclarlos con pimentones normales. No había compradores dispuestos a pagar el valor agregado.

"No encontramos a nadie que estuviera interesado en ese minuto, estaba de moda hablar de lo orgánico, pero no existía un mercado consolidado" explica Jaime Crispi.

Tres años después, cuando se atrevieron con las manzanas, fue distinto. La demanda de manzanas orgánicas deshidratadas fue mayor incluso que la oferta y la situación continúo así más de 5 años. El punto de inflexión vino el año pasado, cuando la mala cosecha en países productores como China y EE.UU., hizo que los precios subieran lo suficiente como para que el producto dejara de ser atractivo.

"El jugo, que es el indicador de lo que está pasando con los subproductos de la manzana, duplicó su valor de un año a otro. La manzana deshidratada orgánica estuvo mucho más cara que los años anteriores y por primera vez, la demanda se resintió", señala Jaime Crispi.

Este es un año decisivo. Con un dólar bastante más alto que el de la temporada pasada y el precio del petróleo más bajo, será la prueba definitiva para ver cómo se insertan en el mercado. Y no solo para la manzana. El éxito de la fruta hizo que la empresa volviera a reflotar intentos anteriores, como los pimentones deshidratados, a lo que podrían sumarse zapallo italianos, tomates y apio. Un giro que se veía venir, debido a que la competencia que genera China es tanta, que se vuelve inviable producir como se ha estado haciendo.

"Sabemos que Chile tiene un plus, la inocuidad, las buenas prácticas agrícolas, pero la industria de vegetales deshidratados tuvo que buscar nuevas alternativas. No somos capaces de competir con productores como China, que ofrecen un precio mucho más bajo. Queremos producir hortalizas orgánicas, llevarlas a la industria en forma de congelados y deshidratados, explorar la posibilidad de que puedan aprovechar la contra estacionalidad", señala Jaime Crispi.

En el proceso, Surfrut está trabajando con el patrocinio de FIA para generar un desarrollo regional a partir de algún cultivo en específico, la empresa, junto con la U. de Talca, la U. Católica del Maule e Inia, busca convertir a la VII y VIII Región en un centro orgánico.

INVERTEC AMPLÍA SU OFERTA

Desde hace ya varios años que Invertec apuesta por este nicho. Actualmente tiene 7 hectáreas de pimentones orgánicos. Pronto comenzará con zanahorias, ajíes, tomates, espinacas y repollos. Su enfoque es principalmente los jugos, como el de pimentón. La empresa fue la primera de Sudamérica en exportarlos a Japon, donde se venden como si fueran una lata de bebida gaseosa.

"Nuestro enfoque al nicho de los vegetales orgánicos es para el mercado de jugo que ha crecido fuertemente estos últimos años y sigue al alza. En especial los de vegetales rojos. El principal destino es Japón, también se están abriendo mercados en Europa, como Francia e Italia", señala Cristian Gana, gerente de abastecimientos agrícolas de Invertec.

La apuesta va también por probar nuevos formatos que les permitan entregarlos a sus clientes. La tendencia es que marcas como Quaker, Unilever y Nestlé apuesten por snacks más saludables. Barras de cereales con berries o manzanas orgánicas por ejemplo. Y productos enlatados o listos para hacer como sopas.

¿Y LA CRISIS?

Una de las preocupaciones del sector es que, con la crisis, la demanda por orgánicos se resienta. Sin embargo, los avances en tecnologías acortan la brecha entre los cultivos tradicionales y los orgánicos; además, el consumo de productos orgánicos, en especial para los niños, hace tiempo que dejo de ser tendencia y se está convirtiendo en una necesidad.

"Con los nuevos avances para este tipo de cultivo está pasando algo muy similar a lo que paso años atrás con la revolución verde, la brecha se está acortando. Hemos visto plantaciones de manzana con los mismos rendimientos que los tradicionales, cuando era natural que fueran entre un 10 y 20% menores. Además pasa que principalmente en Europa, los padres se abstienen de comer orgánico, pero no dejan de comprar para los niños", explica Jaime Crispi.

Pero, además, la industrialización de los orgánicos apuesta también por productos terminados, como por ejemplo los chips de manzanas orgánicos de Surfrut, que ya se están vendiendo en países como México y Estados Unidos. La gracia es que son dulces, tan crujientes como las papas fritas y con las mismas calorías que una manzana.

Invertec, en tanto, apuesta a tomates congelados con una tecnología especial que permite ponerlos en una pizza por ejemplo, sin que se moje la masa. Y aunque todavía no son un producto terminado, agrícola La Rosa Sofruco, ya piensa en ciruelas secas orgánicas, en respuesta a la tendencia de snacks saludables y bajos en calorías.

Entonces todo indica que los orgánicos se transforman cada vez más en una producción agrícola atractiva no sólo para pequeños.

DAN SORPRESAS

Los orgánicos no paran de dar sorpresas. La temporada pasada por ejemplo, cuando el precio de las manzanas estuvo tan alto que simplemente no se vendieron, se descubrió que la poscosecha de las manzanas orgánicas fue mucho mejor que las tradicionales. Lo mismo pasó la primera vez que Surfrut exportó cerezas orgánicas a Estados Unidos, al principio se optó por hacerlo en avión pero al poco andar se dieron cuenta que no era necesario el gasto, podían llegar perfectamente en barco.

La respuesta de los agrónomos es que se trata de fruta más equilibrada, por eso resiste más, señala Jaime Crispi.

  • Sin comentarios
  • 23/02/2009