Aguas corruptas

Coimas afectan su acceso y saneamiento. Según el Foro Mundial del Agua, la corrupción se “tragaría” cerca del 30% de los presupuestos públicos dedicados al vital líquido en los países en vías de desarrollo. Mientras tanto, miles de niños mueren cada día por enfermedades hídricas. La Nación, 25 de marzo 2009.

La corrupción que gangrena al sector del agua es uno de los principales frenos para el acceso a este elemento y su saneamiento en el mundo. El tema ha sido por largo tiempo tabú. "Se hablaba de él en los pasillos, no en las instancias oficiales", testimonia Kahan Tropp, presidente de la Red para la Integridad en el Agua, una coalición de protagonistas de todos los sectores implicados en la lucha contra el fenómeno.

Por primera vez, una sesión oficial del Foro Mundial del Agua fue consagrada a este tema, con ocasión de la quinta versión de este evento, que se desarrolló en Estambul hasta el 22 de enero.

La corrupción se "tragaría" cerca del 30% de los presupuestos públicos dedicados al agua en los países en vías de desarrollo. No son éstos los únicos involucrados, pero las consecuencias son especialmente graves para ellos.

"Todo el mundo se interroga sobre los medios para aumentar las inversiones en este sector, muy insuficientes, pero recuperar el dinero desviado sería desde ya un gran avance", afirma Tropp.

El agua no es el único sector afectado, pero es especialmente susceptible a las malversaciones porque los que intervienen son numerosos.  

La corrupción "grande" es la más conocida: se entregan coimas a responsables políticos a cambio de la obtención de grandes mercados de infraestructuras, cuya utilidad es sospechosa. Se ejerce también en las estructuras administrativas y las colectividades locales encargadas de la gestión del agua: cada escalón desvía una parte de los fondos. La corrupción "chica" está igualmente muy extendida. "Se paga para conseguir un empalme, la reparación de una fuga o para que el empleado del servicio de aguas no venga a retirar el medidor o se olvide de enviar la factura", detalla Donal O’Leary, de Transparency International.

Polución industrial

Estas prácticas obstaculizan el acceso al agua: "Como muchos no pagan sus facturas y las conexiones ilegales proliferan, los servicios de aguas no tienen los medios para mantener y desarrollar las redes". Son las poblaciones más pobres, que no tienen empalmes, las que más sufren por ello. Deben abastecerse con vendedores de agua a precios demasiado elevados.

La corrupción conlleva también el deterioro del entorno natural: por debajo de la mesa se paga por "cubrir" una polución industrial, extraer sin control de un río o una napa. Las empresas privadas no son las únicas implicadas.

"No podemos esperar milagros en los años próximos. El círculo de corrupción es muy difícil de romper", afirma Tropp. "Un régimen corrupto no tiene ningún interés en cuestionar el statu quo. Le corresponde hacerlo a la sociedad civil".

DATO: 5.000 niños mueren cada día por enfermedades hídricas, falta de infraestructuras de abastecimiento y de evacuación de las aguas servidas.