Empleo, plantaciones forestales y bosque nativo
By Comunicaciones Terram

Empleo, plantaciones forestales y bosque nativo

Columna de opinión de Flavia Liberona, Directora Ejecutiva de Fundación Terram, publicada en revista Lignum Nº 18 febrero 2009.

El sector forestal en Chile, basado en plantaciones de especies exóticas, registra un crecimiento permanente en las últimas décadas, convirtiéndose en una industria consolidada y de relevancia mundial. En el contexto de la actual crisis económica, cuando los mercados de todo el orbe se debilitan y cunde la incertidumbre, ha surgido desde los mayores grupos económicos del sector forestal, una propuesta orientada a fortalecer un área que se presume podría sentir con fuerza los efectos de la recesión económica.

De acuerdo a información pública, desde los grupos CMPC y Arauco se ha entregado a la Presidenta Bachelet un plan de forestación que contempla una modificación del DL 701 –incluyendo una inyección de recursos del orden de los 5 a 6 mil millones de dólares- que permitiría generar entre 70 y 80 mil nuevos empleos, agregando del orden de un millón de hectáreas de plantaciones de pino y eucalipto, entre las regiones Séptima a Décima. Este nuevo DL 701, tendría una duración aproximada de diez años y permitiría forestar del orden de 100 hectáreas/año. Además, la Presidenta haciendo eco de lo propuesto por el sector, incluyó en la recién promulgada ley N° 20.326 una modificación al DL N° 701, con el fin de inyectar más recursos financieros para el periodo 2009, lo que significará mayores incentivos a la forestación y así, evitar la pérdida de empleos.

Con la nueva propuesta entregada al Gobierno por Arauco y CMPC, se aumentaría, en casi un 50% la superficie forestal de plantaciones en Chile, lo que no es menor y debe ser analizado y evaluado en el ámbito económico, social y ambiental.

Pero, tanto la propuesta entregada por , como la Ley de reciente aprobación en el parlamento, requieren de un análisis cuidadoso, puesto que decisiones de esta envergadura tienen implicancias que pueden pasarse por alto a primera vista.

Sin duda, tanto CMPC y Arauco conocen el potencial del Decreto Ley 701, pues fueron los principales beneficiarios de su aplicación. El DL 701 que se dictó en 1974 con el fin de promover, mediante bonificaciones y exención tributaria, las plantaciones forestales, logro consolidar un sector productivo. Actualmente existen más de 2 millones de hectáreas de plantaciones de pino y eucalipto, de las cuales más de un millón doscientas mil hectáreas pertenecen a Arauco y CMPC. El DL 701 fue la base sobre la cual se desarrolló la industria, y fue lo que permitió su expansión y diversificación a través de la construcción de aserraderos, fábricas de paneles, plantas de celulosa, etcétera.

La Ley Nº 19.561 del año 1998, que es una modificación del DL 701, contempla algunas variaciones, poniendo énfasis en las bonificaciones de pequeños y medianos propietarios forestales, y privilegiando la plantación con especies nativas (esta ley tiene vigencia hasta el año 2010). Por ello, entre los grandes empresarios, cada cierto tiempo resurge la idea de reformular el DL 701, Si bien, la información acerca de esta nueva propuesta de CMPC y Arauco no es del todo conocida, se deduce que pretende devolver el DL 701 a su sentido original, es decir bonificaciones que puedan nuevamente ser aprovechadas por las empresas en faenas de plantación de especies exóticas. Esto daría tiempo para que los grandes conglomerados pudieran planificar y construir nuevos aserraderos y plantas procesadoras, capaces de absorber la nueva materia prima.

Antes de que esta propuesta sea aceptada por el Gobierno, es necesario que exista una evaluación pública en materia ambiental, social y económica de lo que ha significado para el país la aplicación de este Decreto, ya que no basta con saber que el sector forestal chileno se basa en plantaciones de especies exóticas y que ellas, el año 2007 representaron casi US$5.000 millones en exportación.

Un nuevo sistema de bonificaciones, orientado a los grandes del sector, dejaría una vez más en la orfandad a miles de pequeños y medianos propietarios forestales, que no han recibido todo el apoyo que requieren para aprovechar a plenitud los beneficios del DL 701. Los campesinos forestales muchas veces no cuentan con los medios, ni la capacidad técnica para optar a las bonificaciones, y requerirían de un acompañamiento adicional en términos de asesoría de parte del Estado. Un sistema de bonificación financiado con dinero de todos los chilenos requiere tener un componente social, por tanto, es importante saber donde se ponen los esfuerzos y el dinero. Es imprescindible pensar y planificar el sector más allá del corto plazo, es necesario pensar en los impactos sobre otras actividades y sobre el patrimonio natural de Chile. Las especies forestales nativas, muchas de las cuales han retrocedido a niveles alarmantes por la expansión forestal, requieren con urgencia acciones desde el Estado orientadas a aumentar su superficie, especialmente en áreas, como la Cordillera de la Costa en las regiones del Bío Bío y la Araucanía.

En éstas y en otras zonas del país, ha sido precisamente la expansión de plantaciones forestales exóticas la que ha traído problemas, tanto sociales como ambientales, que van desde la escasez de agua para riego agrícola y consumo humano, hasta conflictos con comunidades locales. Un sistema de bonificaciones debe ser analizado en el largo plazo, y por tanto debe incorporar mitigación al cambio climático, debe evaluar también, los impactos que implicaría la implementación de 100.000 nuevas hectáreas plantadas al año.

En este escenario, es necesario generar un debate amplio acerca de lo propuesto por las forestales y los incentivos otorgados recientemente por el Gobierno. Es imprescindible, que se analicen éstas y otras consideraciones, tal como la falta de una institucionalidad forestal pública, la complementariedad de un nuevo DL 701 con la aplicación de la Ley 20.283, de Recuperación de Bosque Nativo y Fomento Forestal, que recién empieza a implementarse.

Asimismo, como un insumo fundamental para esta discusión, es necesario hacer una evaluación pública, seria y profunda de la aplicación del DL 701 en los últimos 30 años, desde el punto de vista social, ambiental y económico, no es posible seguir tomando decisiones a la rápida, sin planificación y sin evaluación de sus impactos. En definitiva, es urgente que se genere un diálogo para que decisiones de gran trascendencia, no se tomen a puertas cerradas y de espaldas a la ciudadanía.

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  • 03/03/2009