El sol de Atacama pone luz a pequeña comunidad indígena
By Comunicaciones Terram

El sol de Atacama pone luz a pequeña comunidad indígena

No tienen agua potable ni energía eléctrica y temen que ello disminuya aún más la comunidad descendiente de atacameños. Sus esperanzas están puestas en un proyecto que les instalará paneles solares fotovoltaicos. La Nación, 16 de enero 2010.
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La comunidad indígena del Ayllu de Cúcuter, de origen atacameño, es una de las pocas colectividades nativas del norte que aún carecen de electricidad. Ubicados al sur de San Pedro de Atacama, quedan 14 familias viviendo en el lugar, cerca de 60 personas, las que aumentan a 200 debido a la movilidad entre sus familiares de las comunidades vecinas.

Muchos de ellos, mayores de 30 años, se dedican a la pequeña agricultura y algunos trabajos esporádicos. Por la falta de oportunidades, antes de los veinte años la mayoría de los jóvenes abandona el lugar para instalarse en Calama, pero los mayores quieren quedarse, a pesar de no disponer de electricidad ni agua potable.

Tomás Veloz, físico y cofundador de las empresas Eoléctrica y Wmetallw, visitaba San Pedro para medir los niveles de radiación, cuando una antropóloga se le acercó para pedirle que hiciera algunas charlas a la comunidad Ayllu de Cúcuter, que estaba interesaba en conocer más sobre la energía solar. Así se dio cuenta de las condiciones en que vivía la comunidad y lo poco que sabían sobre lo que podían hacer para cambiarlo. Se unió a ellos y juntos postularon al financiamiento necesario para aprovechar la radiación de la zona.

“Cerca de nuestro territorio está San Pedro de Atacama y ellos tienen luz, sin embargo, nosotros no tenemos ninguna opción de tener electricidad por los costos que implica, por ello postulamos a la energía solar, nuestros niños necesitan luz, para estudiar, ver tele o incluso para poder ir al baño en la noche”, sostiene Marcela Ramos, habitante de la comunidad y una de las dirigentes impulsoras del proyecto.

Ramos cuenta que junto a la comunidad Ayllu de Katarpe, más al norte, son las únicas cuyos habitantes no pueden acceder a la electricidad, aunque hay algunas familias que han obtenido paneles, vía proyectos municipales, y pueden sostener dos ampolletas. El resto está sujeto a la disponibilidad de combustible en el motor que, además, genera mucho ruido.

Según Veloz, el proyecto busca que la comunidad pueda contar con la energía necesaria para iluminación, televisión y/o radio. Serán 10 casas las beneficiadas, además del Ecolegio Sairecabur, en el que se hará una instalación piloto de paneles fotovoltaicos, que transforman la energía solar directamente en energía eléctrica, a diferencia de la energía solar térmica, que trabaja con el calor generado por el sol, y que ha causado algunos problemas en el norte. “Lo que se ha hecho mucho en San Pedro es poner calentadores de agua, tecnología que se trae de China, por ser más barata, pero por las diferencias de la temperatura (en el desierto chileno), esos paneles chinos no han aguantado y se han reventado”, sostiene el físico.

CAPACITACIÓN

Ayer se realizó la primera charla para la comunidad en las que se tratará las implicancias de la energía solar, además otros temas relacionados con la postulación a financiamiento de proyectos. “Hay una fuerte carencia sobre cómo hacerlo. Ellos tienen ideas, pero no saben cómo materializarlas en proyecto”, dice Veloz.

La idea es que la comunidad esté presente en las instalaciones, que sepan cómo darles mejor uso y mantenerlas. Se busca, además, convencer a los habitantes de que es conveniente utilizar las energías renovables y abandonar y el petróleo. “En San Pedro de Atacama todo se maneja con motores, siendo que tienen el mejor sol del mundo, tú ves mapas de radiación solar, hechos por la NASA u organismos internacionales y dicen que ése es uno de los puntos más importantes”, dice.

“Con este proyecto queremos que nuestra calidad de vida mejore, para nuestros hijos, para nosotros mismos, poder ver un poco de tele o leer de noche”, sostiene Ramos.

Otro de los problemas de la comunidad es la falta de agua potable. Según cuenta Marcela Ramos, les anunciaron que tendrían agua este año, pero por las constantes tomas de terreno en la zona, la posibilidad se hace cada vez más lejana. “Somos 14 familias, para las autoridades somos muy pocos, 60 personas, somos muy insignificantes en comparación con las otras comunidades, donde con una inversión menor pueden beneficiar a mucha más gente”, dice.

PLATAFORMA SOLAR

Es uno de los proyectos más ambiciosos para la región, en el que trabaja el gobierno regional, Fundación Chile y Codelco, con el fin de convertir a la zona en un cluster tecnológico antes del 2018, instalando profesionales y capacidad tecnológica para generar electricidad a través de energía solar y atraer la inversión en la región.

Comenzaron el 2008 y en este momento están trabajando con el fin de lograr que la Planta de Energía Solar de Concentración de 10 MW, anunciada por el CNE, sea instalada en Atacama. Asimismo, apoyarán la instalación de una Planta de Pruebas de Tecnología Solar Fotovoltaica, “con la que se verificará en terreno el nivel de eficiencia del desierto de Atacama”, cuenta Marcela Angulo, gerenta de medio ambiente de la Fundación Chile, se estudiará la factibilidad de instalar una planta desalinizadora, se energizará un pueblo fuera de red y se implementarán pilotos de sistemas solares térmicos para viviendas.

Angulo sostiene que apuestan por la energía fotovoltaica, pues los precios están bajando rápidamente hasta volverse competitivos al carbón. Dice que la fotovoltaica es ideal para proyectos grandes, a diferencia de la termosolar, que aún es muy cara.

 

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  • 17/01/2010