Energía es el área prioritaria para que Chile cumpla con exigencias del cambio climático
By Comunicaciones Terram

Energía es el área prioritaria para que Chile cumpla con exigencias del cambio climático

Tema fue analizado en la conferencia "Chile post Copenhague: Esperanzas, frustraciones y desafíos". El Diario Financiero, 15 de enero 2010.

Ante la falta de una estrategia mundial, en el intertanto el país deberá ver cómo se adapta y mitiga este fenómeno. Y es la energía su principal caballito de batalla, a medida que su consumo siga aumentando a la par con el desarrollo de la actividad económica nacional. Aplicar políticas eficientes y limpiar la matriz lo más posible con nuevas fuentes de energía renovable, son los pasos más claros y urgentes, en especial si el país debe comenzar a cumplir con altos estándares ambientales como nuevo miembro de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Tokman: potencial de energías renovables es una gran oportunidad

La necesidad de darle urgencia a la reducción de emisiones de CO2 en Chile, puede dar pie a grandes oportunidades eficientes de inversión energética y crecimiento económico, dijo ayer el ministro de Energía, Marcelo Tokman en la conferencia “Chile Post Copenhague”, organizada por el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica,  el Royal Bank of Scotland (RBS) en Chile y Diario Financiero.

Porque ante la falta de un parámetro internacional a seguir, producto del fracaso de la cumbre de cambio climático de diciembre en Copenhague, las políticas internas en el intertanto serán clave.

En el caso local el punto débil en la lucha contra el cambio climático, explicó,  está en la producción y consumo de energía pues se trata de un sector que emite grandes cantidades de gases invernadero. Además, “nuestras exportaciones y la estructura de nuestra economía está fuertemente cargada en productos que son muy intensivos en uso de energía”, precisó.

Sin embargo, que ello ofrece oportunidades dado el enorme potencial de energías renovables que posee el país. Tanto así, que ayer incluso el presidente de Endesa Chile, Jorge Rosenblut, catalogó esta capacidad energética como el “petróleo” del país.

Grandes expectativas

Por eso Tokman insistió que deben “aprovecharse las ventanas de financiamiento que están disponibles para apoyar estas iniciativas de mitigación”. Tales recursos son los US$ 100 mil millones comprometidos por los países desarrollados hacia 2020, uno de los pocos avances en Copenhague.

En especial, dijo, si a partir de 2012 “vemos ventanas donde se registra la entrada de proyectos hidroeléctricos y pasado el 2020 se ocuparía toda la oferta hidroeléctrica disponible, por lo que se optaría por otras alternativas”. Entre ellas, mencionó, centrales a carbón si es que no se facilita la generación de nuevas fuentes de energías renovables, advirtió.

Los cálculos actuales arrojan que a 2030 habrá una presencia de 60% de la capacidad instalada en base a energías renovables, “pero este potencial hídrico podría ser sustituido por generación térmica y eso tendrá un impacto”.

Entre las alternativas figuran potenciales inversiones en base a energía nuclear, añadió Tokman. “Si el país comienza a avanzar en la adopción de alternativas de energía nuclear, reemplazaría esa potencial generación térmica en base a carbón”, aseguró.

El debate entonces será por cuáles energías renovables se apostará. Más aún si la actual “fotografía limpia” de la matriz energética podría ensuciarse fácilmente de mantener el status quo.  “Si sólo nos preocupáramos de cerrar la brecha de ingreso, se mantiene la matriz energética relativamente limpia y el aporte actual de eficiencia energética, las emisiones de CO2 subirían en 2,4 veces, alcanzado las 10 toneladas per cápita”, el actual promedio de los países OCDE.

Lagos: “Nuevo balance de poder global” marcó discusión en diciembre

Para el ex presidente Ricardo Lagos y hoy enviado especial para el cambio climático de Naciones Unidas, “Chile tiene que aprovechar el capital” que ofrece participar de lleno en la lucha contra este fenómeno.

En especial si el país participa en las negociaciones que todavía buscan fijar una estrategia mundial de combate, que no fue posible concretar en la cumbre de cambio climático de Copenhague en diciembre, debido a conflictos políticos entre las grandes potencias del mundo.

Esta fue una de las principales sutilezas que Lagos destacó al explicar cuáles fueron las implicancias que marcaron la trastienda del infructuoso esfuerzo de Naciones Unidas por coordinar a 192 países para consensuar un protocolo estándar.

Lagos relató cómo la pugna de poder entre Estados Unidos, China e India pesó en los ánimos a tal punto, que durante las horas críticas de negociación tuvo que ser una reunión informal entre sus respectivos mandatarios, junto a sus pares de Brasil y Sudáfrica, la que terminó por dar avances concretos.

Otra piedra de tope fue la denominada “responsabilidad histórica” que se  imputa a los países desarrollados por las emisiones que lanzaron a la atmósfera durante su desarrollo en la Revolución Industrial. Un punto que, dijo, junto a la discusión de cómo financiar todo estos esfuerzos, hizo un mundo de diferencia en el diálogo. “Las negociaciones se están haciendo en un nuevo balance de poder global”, comentó y agregó que con esto “surgió un nuevo paradigma verde”.

Advirtió que éste es un detalle que Chile deberá tener muy presente cuando participe en las negociaciones de este año. Especialmente, si acude con una nueva tarjeta de presentación: ser un país OCDE.

Pero una de las interrogantes que Chile deberá resolver pronto es cómo se sentará a la mesa de diálogo, al tener un pie en el mundo desarrollado y el otro en el emergente. Antes de su ingreso a la organización, Chile formaba parte del Grupo de los 77 + China, que representa los intereses de las naciones en vías de desarrollo. “Cuando la delegación chilena llego a Copenhague, un representante estadounidense les consultó si se harían parte de los compromisos adoptados por la OCDE”, recordó Lagos.

Mientras no haya un acuerdo mundial, Chile tendrá que adoptar sus propias normas de mitigación y adaptación. Uno de los grandes retos será fijar un año base para sus compromisos, porque el punto de referencia global es 1990, “un año que no nos conviene porque entonces la matriz energética estaba muy sucia”, advirtió.

“Los bancos están bajo tremenda presión”

Intervenir el medio ambiente ya no sale gratis, y el sistema financiero lo tiene más que claro, explicó el gerente general de The Royal Bank of Scotland, Víctor Toledo.

El mejor ejemplo para el ejecutivo fueron los créditos por
US$ 1.600 millones entregados por la banca local a la industria salmonera “sin un análisis respecto del riesgo relacionado al medio ambiente o contaminación. El balance sufrió y la imagen se ha desgastado en una negociación larguísima”, dijo.

Por eso urge, propuso, que la industria local aplique criterios conjuntos de sustentabilidad y riesgo tanto ambiental como social a la hora de elegir los proyectos. Especialmente, ante la gran cantidad de iniciativas a la espera de financiamiento en sectores como el forestal, minero y eléctrico. “Los bancos están bajo tremenda presión. Existen informes que dan cuenta de su comportamiento respecto a proyectos controversiales. Por eso ésta es una oportunidad para ser más competitivos”, insistió.


 

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  • 14/01/2010