“A los privados en Chile se les regaló el agua, básicamente”
By Comunicaciones Terram

“A los privados en Chile se les regaló el agua, básicamente”

El profesor Tony Allan, forjador del concepto de "agua virtual" de bienes y servicios, insiste que los gobiernos deben incentivar a las empresas a un uso eficiente de este vital recurso. El Diario Financiero, 14 de mayo 2010.

Bastante decepcionado está el profesor John Anthony "Tony" Allan con el actual sistema de regulación de los derechos del agua en Chile. El geógrafo del King’s College London que acuñó el concepto del “agua virtual”, la cantidad de este recurso hídrico utilizado en la producción y comercialización de un bien o servicio, noción que a su vez dio pie a la famosa "huella del agua", visitó el país esta semana para participar en un seminario sobre seguridad hídrica auspiciado por la embajada de Reino Unido.

De paso quería entender cómo era posible que Chile tuviera uno de los mercados del agua más liberales del mundo comparado con el resto de los sistemas de países desarrollados. "Vine a Chile esperando encontrar que las cosas que habían sucedido con el manejo del agua, debido a la radical actividad del sector privado en la materia y la privatización de este mercado durante los ’80, estarían resultando en un experimento bastante bueno. Desde fuera es muy bien visto y por lo mismo recibe bastante apoyo de economistas en el Banco Mundial y del FMI” explica el ganador del Premio Estocolmo del Agua 2008 gracias a su contribución al conocimiento sobre la importancia geopolítica y comercial de este recurso.

Pero no le gustó mucho lo que vio, admite. "Si nos ubicamos en los ’80 con el escenario político radical que existía en ese tiempo, la situación del agua en Chile es totalmente diferente a lo que esperaba. Es un mercado muy poco regulado. En Gran Bretaña tenemos los derechos del agua también en manos de empresas, pero es un sistema fuertemente regulado. A los privados en Chile se les regaló el agua, básicamente"

Beneficio público

Desde su reforma en 1981, proceso de privatización que otorgó derechos de agua al sector privado, el Código de Aguas ha sido objeto de alabanzas y críticas por igual.

En 2005 la reforma al Código incorporó la figura de pago de patente por no uso del derecho de aprovechamiento (fueron eximidos los caudales menores), lo que buscó obligar a las empresas ya sea a vender estos derechos, donarlos o renunciar a ellos.

También desde 2009 se discute en el Congreso por iniciativa del entonces ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, elevar a rango constitucional el concepto agua como bien nacional de uso público y también pavimentar el camino para caducar derechos de aguas. Todo esto en un escenario de potencial crisis de escasez de recursos hídricos, con síntomas claros desde las regiones de Atacama hasta O’Higgins.

Si bien son destacables estas iniciativas, para Allan el problema sigue siendo que los derechos de agua se concentren en un pequeño número de grupos económicos dueños de las empresas eléctricas, sanitarias, mineras y de celulosa, propietarias a su vez de la mayoría de estos derechos. Esto, junto con una regulación menor a la que esperaba, lo hacen pensar que el actual sistema de aguas "no es una buena idea".

"Si tienes un sistema fuertemente regulado, es otro tipo de manejo del agua. El manejo de derechos de agua que veo hoy en Chile permiten que ocurran muchos avances, y eso es bueno, pero en áreas reducidas de la economía. Así que de mi punto de vista, éste no es el mejor sistema de agua para Chile", enfatiza.

No es que no le guste que el sector privado sea dueño de estos derechos, asegura. Es un tema de gobernabilidad y hasta de desentendimiento de la materia que percibe en el sector público, enfatiza.

Por eso insiste en que en un escenario donde la sociedad civil en el mundo "ni siquiera permite que el tema del precio del agua sea puesto en discusión, siendo Chile la excepción", el rol de los gobiernos es clave.

"Mucha agua es utilizada por las industrias, y si los gobiernos incentivan la eficiencia, mucho mejor. Porque entre 60% y 80% del agua utilizada por una cadena productiva vuelve al sistema para ser utilizado de alguna forma", enfatiza. "Pero hasta cierto punto puede una empresa reducir el consumo", insiste.

Haciendo agua

¿Por qué una empresa debiera conocer el peso en agua de sus bienes o servicios? Por seguridad, explica Allan, quien buscó en los ’90 saber cuánto de este recurso quedaba comprendido en una cadena productiva, y así explicar por qué aquellos países con déficit hídrico no se enfrascaban en una guerra internacional por este recurso. Así, llegó al concepto del "agua virtual".

"En general la tendencia de saber este tipo de cosas surge cuando algo crítico sucede. Yo me dedicaba a estudios científicos, pero viví los ’60 y’70 en medio del temor mundial de un conflicto bélico por agua. Nunca de verdad pasó nada", añade este académico de 73 años. ¿La razón? Los países deficitarios en agua obtienen gran parte de este recurso a través de los productos importados de economías "ricas en agua".

Más fácil ha sido que las empresas incorporen el concepto en sus planes de negocio."Las multinacionales descubrieron bastante rápido, que habían avanzado bastante por su cuenta en el uso eficiente del agua por un tema de costos. Le pasó a Coca Cola en 2006 cuando fue acusada de dejar sin agua a una comunidad entera en India. Eso la dejó sin una buena reputación pero ahora podemos ver que se ha convertido en el paladín del agua en ese país". 

 

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  • 13/05/2010