El frankenfish que amenaza al salmón
By Comunicaciones Terram

El frankenfish que amenaza al salmón

Crece más rápido que su competidor, come menos, podría ser más barato y podría ser un fuerte competidor para el exitoso pescado naranja chileno. Así es AquAdvantage, el primer salmón genéticamente modificado, que fue desarrollado en Estados Unidos y que hoy tramita la autorización para ser comercializado. ¿Qué impacto tendría en las salmonicultura nacional? Está por verse. La Nación Domingo 14 de noviembre de 2010.

Es una mezcla entre anguila y salmón Chinook. A lo largo de su desarrollo requiere un cuarto menos de alimento que su primo salmón del Atlántico. Y más encima crece el doble de rápido que los salmones normales. Quizás con justa razón los ambientalistas de Estados Unidos lo bautizaron como “Frankenfish”, algo así como un pez Frankenstein. Y tiene bastante de ese personaje.

También tiene nombre. Se llama AquAdvantage y todo indica que podría convertirse en el producto estrella de AquaBounty Technologies, la empresa estadounidense que desarrolló el primer salmón genéticamente modificado. En su web la compañía asegura que este pez es el resultado de más de dos décadas de investigación científica. Y en los próximos meses comenzarían a verse los primeros resultados comerciales de este desarrollo, ya que la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) podría autorizar pronto su comercialización en ese país.

Si así fuera, sería el primer animal transgénico que estaría en las góndolas de los supermercados estadounidenses. También se convertiría en una fuerte amenaza comercial para el salmón del Atlántico, la más común de estas especies y el principal producto de exportación de la industria salmonera chilena. Esa es la razón por la cual la actitud en la salmonicultura chilena es de cautela. Desde hace años están siguiendo detalladamente cada uno de los pasos de este pez “Frankenstein”, ya que si se aprobara su comercialización, se convertiría en un fuerte competidor del salmón chileno en el que es uno de sus mercados más relevantes.

Esta semana, los salmoneros locales podrán despejar muchas de las dudas que les han surgido respecto a este pez transgénico. Este martes 16 uno de los creadores del AquAdvantage será el principal expositor en un taller que se realizará en Puerto Montt. Se trata del doctor Henry Clifford, quien es además vicepresidente de AquaBounty Technologies. La jornada será una oportunidad única para conocer de primera fuente los detalles de cómo se está desarrollando el salmón que podría amenazar a nuestro exitoso salmón chileno.

Más rápido

El que sería el primer animal genéticamente modificado en ser comercializado en Estados Unidos es una mezcla de dos especies. Por un lado, posee un interruptor genético tomado de una especie de viruela, que es parecida a la anguila y algo así como un pariente lejano del salmón. Y por otro lado, tiene un gen del salmón Chinook que le otorga al pez el potencial de alcanzar un nivel de crecimiento en la mitad de tiempo que el salmón convencional.

Precisamente es esa característica la que más han resaltado los creadores de este pez transgénico y que podría ser la punta de lanza para quitarles mercado a sus principales competidores. “¿Cuáles son las diferencias entre el AquAdvantage y el salmón del Atlántico?”, pregunta la compañía de Massachusetts en su web, interpelando así directamente al que es una de las exportaciones estrella de nuestra país. ¿La respuesta? Su potencial de crecimiento en la mitad del tiempo que su competidor. “En todos los otros aspectos, el AquAdvantage es idéntico al salmón del Atlántico”, agregan en el sitio web de AquaBounty Technologies.

Un gráfico comparativo elaborado por la compañía estadounidense muestra que el salmón convencional demora cerca de dos años y medio en alcanzar un peso de alrededor de cuatro kilos. En cambio, su par genéticamente modificado podría alcanzar ese mismo peso en menos de dos años y en 700 días desde su primera alimentación ya superaría los seis kilos de peso. En las fotos que ha difundido la misma empresa se puede ver cómo el salmón tradicional parece un pez enano al lado de su primo transgénico.

El analista internacional Raúl Sohr, quien ha seguido el desarrollo de esta especie, explica que esta misma característica de rápido crecimiento implicaría que durante toda su vida el AquAdvantage consumiría mucho menos alimento que el pez tradicional. “La alimentación es una variable importante. La relación es que para producir un kilo de salmón se necesitan cuatro kilos de otro pez, que se lo suministran en forma de pellets. Pero gracias a la transformación genética, este otro pez necesitaría menos alimento. Desconozco cuál será su precio de comercialización, pero uno presume que debiera ser un tercio más barato que el otro y eso lo hace mucho más competitivo”, explica el analista.

Salmoneros en cautela

Casi una década lleva la empresa con sede en Massachusetts intentando conseguir la aprobación de la FDA. Y los últimos meses han sido positivos para esta tramitación. A fines de agosto pasado, esta agencia publicó un informe en el que asegura que el salmón transgénico no presentaría riesgos para el consumo humano directo. Su respuesta no es la autorización definitiva, pero sí una de las últimas en la evaluación de esta especie.

“La FDA está en etapa de análisis de los elementos aportados por la discusión pública, concluida hace poco tiempo. Es posible que ese proceso tome algunos meses más”, explica Rodrigo Capó, de Adolfo Alvial Asesorías y coordinador del taller en el que participará uno de los cerebros tras el salmón transgénico. “Aunque no lo autorizó, la FDA aseguró que no había muchas dificultades y que la aprobación no iba a ser en semanas, pero tampoco en meses más, así que debiéramos entender que este año debieran aprobarlo”, agrega Sohr.

Si así ocurriera, en los próximos meses ya debiera estar en los supermercados de Estados Unidos el salmón transgénico. Y esa sería una amenaza relevante para los productores chilenos, ya que para ellos es un mercado tremendamente importante.

Según estadísticas de SalmonChile -el gremio que reúne a las grandes compañías del sector-, en 2008 se exportaron 445 mil toneladas de salmón y trucha. De ese total, más 162 mil toneladas (36,6%) tuvieron como destino Japón. Otras 108 mil toneladas fueron enviadas a Estados Unidos, mercado que entonces explicaba casi el 25% de las exportaciones. Esto demuestra que después de Japón, este país norteamericano es fundamental para la industria salmonera chilena. En ese mercado ya compite con los productores canadienses, noruegos y británicos.

En una primera instancia el “Frankenfish” podría ser una amenaza seria. Al crecer más rápido y necesitar mucho menos alimento debiera venderse a precios más bajos que su primo cultivado tradicionalmente. “Por el momento se desconoce a qué nivel de precios y también el nivel de aceptación los consumidores. Obviamente no se pueden adelantar pronósticos ante la oferta, ya que como cualquier producto, y en especial en éste, es posible que haya un tiempo de asentamiento gradual. Pero si tiene aceptación y el nivel de precio es bueno, obviamente tendrá impacto en el mercado”, sostiene Capó.

“Los salmoneros chilenos están estudiando el tema. Deben estar muy preocupados, especialmente porque el mercado norteamericano es súper relevante para ellos”, agrega Raúl Sohr. Efectivamente, éste es un tema que los productores nacionales han seguido con atención. Aunque han sido bastante cautos en referirse al impacto que podría tener en la industria la comercialización del AquAdvantage en las góndolas de Estados Unidos. En SalmonChile aseguraron que no iban a profundizar sobre este tema. “Es materia de estudio, pero no tenemos todos los antecedentes como para hacer un juicio a favor o en contra. Sabemos que la metodología existe y que su desarrollo avanza, pero no tenemos datos como para sacar conclusiones y enjuiciarlo”, explica a LND el gerente general del gremio, Carlos Odebret.

De todos modos, si este salmón transgénico afectara a la industria local, sería un nuevo golpe, el que se sumaría al fuerte impacto que tuvo el virus ISA, que provocó la mayor crisis en la historia de este sector y de la cual aún se está recuperando.

Pescado cuestionado

Durante su tramitación ante la FDA, las voces en contra del salmón transgénico también se han hecho oír. Entre los detractores más activos está la ONG Food and Water Watch, la que en una carta enviada a la agencia derechamente cuestionó la competencia de este organismo en la autorización para la venta de esta especie. “Los consumidores tienen derecho a saber que la FDA de Estados Unidos no tiene los medios para evaluar a este pescado como un animal modificado genéticamente destinado para el consumo humano. Si se aprueba el producto, el resultado puede llegar a ser desastroso para la salud del consumidor”, asegura la ONG en su misiva.

La directora ejecutiva de la Fundación Terram, Flavia Liberona, explica que la FDA autoriza la liberación de ciertos alimentos “con una normativa que es muy blanda, cuando debiera ser analizada con una similar a la que se ven los medicamentos. Cuando tienes un medicamento, haces más pruebas de campo, de laboratorio y demoras muchos más años en liberar esto. En este caso las liberaciones son muy rápidas y eso puede generar problemas. Y si hay gente que está cuestionando los daños que podría provocar en una persona que consume estos salmones, eso ya da un parámetro de la incertidumbre que generan estos transgénicos”.

A juicio de Liberona, es poca la información que generan los transgénicos en la alimentación. En Chile lo que sí se realiza es importar insumos transgénicos, fundamentalmente maíz y soya, además de arroz y harina, para elaborar alimentos que se consumen en el mercado local. Por otro lado, se traen productos que pueden ser transgénicos, pero que no están rotulados. “Todo lo que es alimentación preparada no tiene regulación. Tampoco está regulado el tema de los animales genéticamente modificados. En ese marco, resulta súper raro que pudiéramos producir salmones transgénicos en Chile y exportarlos. La Ley de Pesca dice cosas bastante menores en general, habla de organismos genéticamente modificados y no dice nada muy claro”, explica la experta.

¿Alimento del futuro?

Y tras los cuestionamientos, ¿cuál es el nivel de aceptación que podría tener este tipo de salmón entre los consumidores? Quizás sea más alto de lo pensado. Raúl Sohr explica que en el mundo existe un problema de veda creciente sobre un número mayor de especies marinas amenazadas y, al mismo tiempo, la acuicultura está avanzando muy rápido. “De hecho, el salmón chileno es de acuicultura, sin modificación genética, pero producido en cultivos. Hay un montón de zonas, como el Mar del Norte en Europa, con restricciones de pesca enormes. A eso debemos sumar variables como el crecimiento demográfico permanente y que los padrones alimenticios están variando, en los que se consumen cada vez más proteínas y alimentos más sofisticados como salmón. Por ejemplo, culturas como las de China y la India, que comían muy pocas carnes rojas y pescado y eran cuasi vegetarianos, hoy están consumiendo pollo, carnes rojas y pescado en forma creciente. Todo esto va a presionar potentemente y eso le ayudará al salmón transgénico a imponerse. Por lo menos en algunos mercados va a primar el valor alimenticio sobre las consideraciones biogenéticas”, explica el analista internacional.

El organizador del taller de este martes, Adolfo Alvial, asegura que “si bien es cierto que uno de los principales desafíos para una iniciativa como ésta es la respuesta del mercado, y en los países desarrollados tiende a ser un poco más resistente al consumo de alimentos transgénicos, no es menos cierto que en la actualidad hay una significativa cantidad de alimentos transgénicos para consumo animal y humano y, probablemente, en el futuro se incrementará como resultado de una demanda creciente por alimentos”.

LND se contactó con el creador del salmón transgénico, Henry Clifford, pero no respondió las preguntas de este medio. Habrá que esperar su exposición para conocer en profundidad las implicancias el impacto de este pez que tiene en alerta a los salmoneros chilenos. //LND

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  • 14/11/2010