La reforma del agua que alista La Moneda

Un conjunto de informes y artículos convencieron a Piñera de realizar una profunda reforma para encarar el desabastecimiento de agua en el país. El gobierno contrató a un grupo de expertos, estudia crear una subsecretaría y aumentó en 30% el presupuesto para la unidad a cargo del tema. Sobre la mesa está la revisión de los derechos de agua, un área sensible para los privados.;La Tercera, 31 de octubre 2010.
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A INICIOS de abril, cuando recién ajustaba la agenda de los primeros meses de su gobierno, el Presidente Sebastián Piñera convocó a una reunión a su despacho al director general de Aguas (DGA), el abogado Marías Desmadryl. “¿Viste el documental de Al Gore? El tema está muy fuerte, es preocupante”, le señaló Piñera. Luego, a medida que avanzaba la conversación, planteó una serie de dudas respecto de Una verdad incómoda, el filme del ex vicepresidente de EEUU que aborda los estragos del calentamiento global.

A mediados de junio, el Mandatario repitió la escena con Desmadryl. Esta vez tenía en sus manos un ejemplar del semanario inglés The Economist del 22 de mayo. La publicación dedicó una edición especial de 18 páginas a la crisis mundial de abastecimiento del agua a raíz del fenómeno del calentamiento global. Ya en 2009 The Economist había editado una columna referida a los géiseres de El Tatío, donde mostraba la inquietud de los ambientalistas y el impacto que el problema podía generar en la actividad minera del norte del país. “¿Qué sabes tú respecto de los géiseres? Aquí dice que están preocupados por el tema de las mineras”, planteó Piñera al funcionario del MOP.

El Presidente, a esa altura, había dejado en claro dos cosas. La primera era su detallado seguimiento del tema a través de publicaciones internacionales. La segunda, que le transmitió a Desmadryl, apuntaba a una decisión de gobierno: el manejo de los recursos hídricos sería una prioridad. “Yo voy a visar personalmente una reforma. Si no lo hacemos ahora, habrá consecuencias. Tenemos una crisis de agua grande”, le advirtió al abogado.

Desde ese día, Piñera se ha reunido en otras tres ocasiones con Desmadryl. Cada una de ellas se ha extendido por más de una hora y han sido destinadas a revisar desde cómo opera el mercado de transferencias de derechos de agua hasta cuantificar la cantidad de napas subterráneas disponibles en el país.

En el gobierno ya tienen identificados problemas de abastecimiento en el Valle de Azapa, Copiapó, La Serena, Coquimbo y en la Región Metropolitana, entre otras zonas del país. “No es un asunto fácil, porque hay un sobreotorgamiento de derechos de uso de agua”, explican fuentes de Palacio.

Con el objetivo de iniciar una gran reforma y no dejar el tema sólo en manos de una dirección del MOP, en el segundo piso de La Moneda comenzaron hace algunas semanas a trabajar en la creación de una subsecretaría con dedicación exclusiva al tema del agua. La idea original apuntaba a incorporarlo a un futuro Ministerio de Recursos Naturales, que también tendría a su cargo las carteras de Energía y Minería. Con el paso de los días ha tomado más fuerza otra iniciativa: crear una entidad especial que aglutine y coordine el tema al interior del gabinete.

“La idea es darle un mayor rango a la Dirección de Aguas, acorde con el interés que tiene el Presidente. Que sea un tema prioritario en las políticas públicas”, explican en La Moneda.

No será la única iniciativa del Ejecutivo. En el Presupuesto 2011, la Dirección General de Aguas contará con un 30% más de recursos que el año pasado, cifra sólo comparable a las glosas del Ministerio de Minería.

Informes y derechos de agua

Piñera tiene un su oficina un completo dossier sobre la problemática del agua en el mundo y en Chile. Están subrayados con sus tradicionales lápices rojos Bic y algunos de ellos los guarda desde su época de candidato. Dos documentos que maneja desde la campaña han sido clave para influir en su decisión de involucrarse de lleno en un tema que, para él, tiene directo impacto en el crecimiento de la economía -uno de los ejes de su gobierno- y del desarrollo minero.

Uno es el Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (2007), que consta de 144 páginas. La investigación de más de 30 científicos, a cargo de Richard Alley, detalla las consecuencias del calentamiento global. En relación a Latinoamérica, el texto indica que “los cambios en las pautas de precipitación y la desaparición de los glaciares afectarían notablemente la disponibilidad de agua para consumo humano, agrícola e hidroeléctrico”.

El segundo es el estudio “Viabilidad climática en Chile: evaluación, interpretación y proyecciones”, del científico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, René Garraud.

El texto indica que la variabilidad climática regional tiene un “significativo impacto socioeconómico en un país como Chile, que basa fuertemente su desarrollo en una explotación intensiva de sus recursos naturales”.

Con estos antecedentes, en el gobierno se ha comenzado a instalar un debate que cruzó los últimos años de la administración de Michelle Bachelet: revisar el código y los derechos del agua, un tema sensible para el empresariado.

En octubre de 2009, una comisión de ocho ministros elaboró un proyecto para otorgar rango constitucional al agua y definirla como un bien de uso público. La propuesta, que plantea la posibilidad de caducar los derechos indefinidos, fue rechazada por uno de los creadores del Código de Aguas, Hernán Büchi, quien afirmó que implicaba erosionar la propiedad ya otorgada.

Hasta ahora, en el Ejecutivo han definido no respaldar el proyecto que ingresó en enero a la Cámara de Diputados. Lo que sí está claro es que se está realizando una revisión al código de aguas y que para algunas altas autoridades los derechos de uso pueden ser caducados.

Como sea, Piñera instruyó a la Dirección General de Aguas iniciar un catastro en todo el país sobre la disponibilidad de agua. En la DGA se trabaja a toda máquina para elaborar el mapa. Con ese objetivo, el 3 de julio pasado llegaron al país cuatro expertos del Banco Mundial, encabezados por el especialista en Gestión de Recursos Hídricos Marie-Laure Lajaunie. En paralelo, el MOP contrató a dos asesores internacionales: John Briscoe, especialista en Gestión de Recursos Hídricos y profesor de la Universidad de Harvard, y Charles Dumars, especialista en mercados de aguas.

La comisión del Banco Mundial entregará un diagnóstico de la situación y una propuesta respecto de cómo manejar la escasez de agua en el país. La iniciativa será aplicada en los próximos cuatro años y el banco otorgará fondos para fortalecer la DGA en dos aspectos: inversión en tecnología e infraestructura y la modernización de la red de medición de agua y el sistema informático.

El grupo entregará sus resultados a fines de este año en un catastro de las cuencas de agua en el país. En paralelo, se abocará a analizar cómo opera la venta de los derechos de agua. La idea del gobierno es que en 2014 esté instalado a través de todo el país un modelo similar al piloto aplicado en el valle del Limarí, donde existe un “mercado” de agua que permite que todos los interesados conozcan qué derechos se transan y a qué precio.

En el Ejecutivo existen otras ideas dando vueltas. Una es realizar un “censo” de glaciares, cuyos resultados, pronosticados para fines de 2001, permitirán buscar una fórmula para darles “protección legal”. Se trata de fuentes clave de agua para el corto, mediano y largo plazo.
 
 
 
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 Piñera instruyó iniciar un catastro en todo el país sobre la disponibilidad de agua. Con ese objetivo, el 3 de julio pasado llegaron al país cuatro expertos del Banco Mundial.