Recicladores, fundamentales en la mitigación del cambio climático
En Chile más de 60 mil personas se dedican a reciclar los deshechos. Aportan el 60% del reciclaje nacional y la misma cifra a nivel mundial, pero no son reconocidos por el Estado como agentes de ese cambio. En la conmemoración del Día Mundial de Reciclador, exigen su lugar en la cadena para lograr un medio ambiente más sano. La Nación, 02 de marzo 2011.
Cuando un reciclador saca el papel, el plástico, el metal o la chatarra de la basura que usted no separó y le da nueva vida a los materiales, evitando el corte de un árbol o la contaminación del medio ambiente, hace un aporte fundamental en la cadena para combatir el cambio climático.
Pero no sólo eso, su proceso de rescate de residuos es también limpio y socialmente rentable. Recolecta una persona, no una máquina, traslada el material en un triciclo o carreta, a tracción humana, evitando todas las emisiones de dióxido de carbono de los camiones que transportan la basura.
Este martes se conmemoró el Día Mundial del Reciclador, que recuerda la macabra masacre de diez trabajadores en la Universidad de Barranquillas en Colombia con supuestos fines científicos en 1991, momento en que las organizaciones locales y mundiales que agrupan a los recicladores, piden a los gobiernos y a Naciones Unidas que se reconozca su función dentro de las medidas eficientes para combatir el cambio climático.
En Chile, los recicladores de base aportan el 60% del reciclaje total del país. Exequiel Estay recicla en La Serena y es representante de la Secretaría de Comunicaciones Red Latinoamericana de Recicladores y recalca la labor fundamental de los cerca de 60 mil recicladores que desempeñan esta función en el país.
“Somos el primer eslabón en la cadena del reciclaje, desde lo económico y desde lo ambiental somos los que aportamos ese porcentaje (60% del reciclaje en Chile), muy en el silencio”.
Estay ha participado en cumbres de cambio climático y su organización ha pedido a Naciones Unidas más respeto con la labor de los recicladores y que se reconozca el aporte que hacen por mitigar los efectos en el medio ambiente.
“Queremos un fondo global que incluya a las personas que trabajan en reciclaje, la gente que hace compostaje, humus, a todos los oficios informales que están combatiendo el cambio climático y un buen manejo de residuos y no el de las grandes empresas cuyos bonos de carbono son un negociado”.
Explica que esos aportes permitirían a los países hacer planes, por ejemplo, para generar proyectos de colectas selectivas, separación en origen, proceso que en Chile es imposible realizar porque no hay los recursos necesarios.
Álvaro Alaniz, representante de Fundación AVINA, que realiza capacitación y promoción de la organización de recicladores, destaca el rol social de este trabajo.
“Lo importante es mirar el reciclaje en su dimensión social, porque no es sólo lo técnico. Si fuera sólo eso, traeríamos máquinas que recolecten, pero aquí hay personas. Recicladores han habido por cientos de años y son clave para todo proyecto que se quiera hacer respecto al reciclaje”.
Para Chile, la demanda inmediata es ser incluidos como actores relevantes en el proyecto de Ley de Residuos que prepara el gobierno y que hasta el momento no los considera, dice Estay, quien cree que la función de los recicladores ha mejorado en los últimos diez años, hay más jóvenes y más organización, lo que ayuda a optimizar las condiciones de trabajo.
MATANZA DE RECICLADORES
En 1991, personas vinculadas a la Universidad Libre de Barranquilla, en Colombia, invitaban con engaños a recicladores para más tarde asesinarlos y vender sus cadáveres a los estudiantes de medicina. Pero un sobreviviente permitió la denuncia posterior a la policía colombiana.
Rafael Hernández fue el sobreviviente, quien se hizo el muerto y logró escapar a pesar de tener su cuerpo con formol. Su denuncia provocó el allanamiento de la universidad, donde hallaron a diez cadáveres y los restos de otras doce personas, dejando al descubierto la espantosa práctica de matar mendigos y recicladores para tráficar sus órganos.
La conmemoración de esta masacre es la que reune una vez al año a los recicladores de base del mundo, poniendo en evidencia la vulnerabilidad del oficio y la urgencia de formalizar esta importante labor.
En defensa y reconocimiento de su trabajo, ayer marcharon recicladores de Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú y Chile. La manifestación en nuestro país se realizó en Concepción.