Retomando el diálogo en torno a Pascua-Lama
By Comunicaciones Terram

Retomando el diálogo en torno a Pascua-Lama

Acuerdo entre Barrick Gold y Diaguitas. Mientras la justicia resuelve la continuidad y viabilidad del proyecto, la minera se comprometió a proporcionar información sobre la iniciativa a la comunidad indígena, a través de un cronograma de actividades que se extenderá por seis meses. Fuente: Sustentare 11 de julio 2014.

Del mismo modo que la decisión de paralizar la construcción de obras del proyecto Pascua-Lama por parte de Barrick Gold en octubre de 2013 concentró la atención de detractores y adherentes de la iniciativa, la reciente firma de un convenio de intercambio de información entre la compañía y las comunidades diaguitas marcó la pauta noticiosa del sector minero en las últimas semanas.

Se trata de un memorándum de entendimiento suscrito entre la empresa y 15 de las 18 comunidades diaguitas del valle del Huasco, que considera un horizonte de seis meses para que estas últimas conozcan, a través de sus representantes, y de primera fuente, los principales impactos del proyecto de oro y cobre, así como sus medidas de control y mitigación.

La propia minera canadiense que desarrolla el yacimiento entre Chile y Argentina dio a conocer la noticia por medio de una declaración pública, en la cual manifestaba su “satisfacción por haber firmado un acuerdo de intercambio de información y comunicación o diligencia debida, que se alinea con los estándares del Convenio 169”.

A través de esta vía el vicepresidente senior de Pascua-Lama, Eduardo Flores, señaló que “pese a que Pascua-Lama hoy está paralizado, nuestro objetivo es obtener los permisos para retomar la construcción. Sin embargo, esta vez lo queremos hacer de la mano de las comunidades”. El ejecutivo reconoció, asimismo, que recobrar la confianza es un proceso largo y que requiere consistencia en el tiempo. “Pascua-Lama está en ese camino”, sostuvo.

El acuerdo implica que Barrick ponga a disposición de las comunidades y asociaciones la información técnica del proyecto disponible y que ha sido entregada a las autoridades, y que provea los recursos financieros y materiales que sean necesarios para apoyar las actividades de conocimiento y análisis de la información.

Reacciones

Tras el anuncio, las reacciones no se hicieron esperar, y fue la ministra de Minería, Aurora Williams, quien en primera instancia expresó la postura oficial del Gobierno. Si bien validó el acuerdo, recalcó que no es el único paso necesario para que la iniciativa se reanude, ya que deben cumplirse todas las exigencias técnicas, cuya resolución corre por una vía paralela.

“Nos parece muy bien el acercamiento con la comunidad, compartir información y que se haya firmado un protocolo al respecto”, dijo la ministra; sin embargo, aclaró que “esto no puede abandonar, y queremos ser muy enfáticos en eso, la línea de trabajo técnico en el sentido de respetar y hacer cumplir todas las observaciones que hicieron los organismos técnicos”, declaró.

Del mismo modo y tras recibir a las comunidades diaguitas y sus representantes para conocer los detalles del convenio, el titular del Medio Ambiente, Pablo Badenier, señaló que “valoramos el proceso que está comenzando y lo vamos a mirar con atención. Siempre que haya un acuerdo entre empresa y comunidades vecinas es necesario reconocerlo y celebrarlo, y creemos que puede tener importancia para otros proyectos que se desarrollan”.

Cabe señalar que esa misma semana Badenier recibió al ex Jefe del Gobierno español, José María Aznar, quien visitó Chile como miembro del Consejo Asesor de Barrick Gold, en una gira que también incluyó reuniones con la Presidenta Michelle Bachelet, la ministra Williams y el ex Mandatario Sebastián Piñera.

Detalles del proceso

El convenio Barrick-diaguitas significó la designación de tres representantes por parte de la empresa y las comunidades, respectivamente, así como el nombramiento de un mediador: el abogado y antropólogo Alonso Barros. Basados en el acuerdo trabajarán en un cronograma de actividades durante seis meses, a contar del 30 de abril, fecha en que se da inicio al memorándum.

En palabras de Barros, este pacto no es “para aprobar el proyecto Pascua-Lama (…). El proceso es un acuerdo de comunicación y formación, ese es el alcance. Es una base de entendimiento y un estándar internacional que se hace en Canadá y Australia, no hay nada de qué espantarse; lo que pasa es que en Chile es algo inédito ver cómo se puede lograr un proceso de buena fe”, dijo.

Según el abogado, “si al cabo de seis meses los diaguitas y Pascua-Lama estiman que han logrado un nivel de confianza suficiente, que se han generado o regenerado muestras de buena fe evidente, el pueblo diaguita verá si procede una segunda etapa de diálogo”.

Al respecto, la presidenta del Consejo Comunal Diaguita del Huasco Alto, Solange Bordones, enfatizó que este proceso “no es un acuerdo, tampoco un diálogo, es un convenio en el cual la empresa ha accedido a prestar toda la información que requiramos y los especialistas para que podamos procesarla. Esto no significa que vamos a ir a un diálogo con ellos ni a un acuerdo. Hoy no tenemos ninguna confianza en la empresa”, advirtió.

Royalty indígena

Sobre la posibilidad de implementar un royalty indígena para destrabar proyectos mineros detenidos por razones ambientales, la ministra de Minería se mostró contraria a considerarla en estos momentos y comentó que “debe existir un desarrollo armónico de necesidades, y eso pasa por un diálogo. Pensar que con un royalty indígena se va a resolver un problema, en la práctica significa pagar por una situación. Creemos que se tiene que dialogar y la minería tiene que hacerse cargo de la cultura en la cual se desarrolla su proyecto”.

En tanto, el abogado de las comunidades indígenas diaguitas del Valle del Huasco y doctor en derecho ambiental, Lorenzo Soto, comentó que “está en el ideario del pueblo Diaguita y en el sistema internacional de Derechos Humanos arribar al concepto de royalty indígena, que no es más que el derecho a participar de los beneficios del negocio minero”. Sin embargo, aclaró que primero “tenemos que dedicarnos a saber el estado del arte, el cual nos llevará o no a eso”.

La experiencia canadiense

En materia de royalty indígena, uno de los países que ha tratado el tema es Canadá. En esta nación los gobiernos federales, provinciales y territoriales han negociado una serie de acuerdos con los grupos aborígenes para compartir las regalías generadas por la explotación de los recursos naturales.

En este país existen diferentes sistemas de regalías en función de los títulos de propiedad del suelo en superficie y de los acuerdos de adjudicación de tierras pactados. En el caso de los territorios canadienses del Noroeste, Nunavut, Yukón y la bahía de James, los pagos de regalías están incorporados en los convenios y, por lo tanto, son obligatorios.

Sin embargo, cuando no existe acuerdo, las regalías por lo general no son obligatorias, como es el caso en la mayoría de las provincias (10 en total). Columbia Británica es la única provincia que ha establecido una política formal de reparto de ingresos.

Mayor información en: www.parl.gc.ca/Content/LOP/ResearchPublications/2014-10-e.htm

Este pacto no es “para aprobar el proyecto Pascua-Lama (…). El proceso es un acuerdo de comunicación y formación, ese es el alcance”, aclaró el abogado y antropólogo Alonso Barros, mediador designado por las partes.

Pese a que Pascua-Lama hoy está paralizado, nuestro objetivo es obtener los permisos para retomar la construcción. Sin embargo, esta vez lo queremos hacer de la mano de las comunidades”, sostuvo el vicepresidente senior de Pascua Lama, Eduardo Flores.

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  • 11/07/2014