Expedición investigará el impacto del colapso de los glaciares al interior de la Antártica
By Comunicaciones Terram

Expedición investigará el impacto del colapso de los glaciares al interior de la Antártica

Analizarán una zona distante a mil kilómetros del Polo Sur que sirve como sustento para cuatro glaciares y que, debido al aumento de las temperaturas del mar, podría transformarse en un archipiélago, en el peor de los escenarios. Fuente: El Mercurio 01 de diciembre 2014.

Más de novecientos kilómetros en torno a la base Glaciar Unión recorrerá a lo largo de casi todo el mes la expedición Travesía Antártica 2014 del Centro de Estudios Científicos de Valdivia.

Es la segunda de un programa a cinco años plazo que busca evaluar en qué medida la desestabilización que presentan los glaciares de la Antártica Occidental al llegar al mar se está propagando al interior del continente.

“En esta oportunidad vamos a analizar la zona donde nacen varios glaciares al sur de la península antártica, es lo que se llama la divisoria de las aguas”, explica el jefe del área glaciológica del CECS Andrés Rivera.

Entre ellos está el Pine Island, que desagua en el mar de Bellinghausen (al oeste de la península) y que es el que ha tenido mayores cambios en las últimas décadas, incluyendo los retrocesos más fuertes.

También les interesa el Institute, que desagua en el mar de Weddell, al este de la península. “Ha estado más estable en las últimas tres décadas, pero es considerado un candidato a retroceder si las temperaturas del mar siguen incrementándose debajo de la plataforma de hielo flotante. Otros glaciares menores que investigarán serán el Minnesota y el Rutford, que también fluyen hacia Weddell.

“Este sector donde vamos es una de las regiones menos estudiadas del área ya que no ha habido expediciones terrestres previas, salvo la nuestra y tampoco tiene una buena cobertura satelital”.

Esta área, explica el glaciólogo, es muy relevante para la estabilidad de la Antártica Occidental completa. “Si este sector se mantiene estable y logra sujetar el hielo de la Antártica Occidental, un colapso es menos probable, pero si no es capaz de sostener el casquete de hielo, el problema del adelgazamiento se podría proyectar al resto de la Antártica Occidental. Es como un pivote, porque es donde se sostiene la parte central de esta masa de hielos”.

En el peor de los escenarios, esta zona, donde el espesor de la capa helada alcanza hasta los 3 kilómetros de profundidad, podría quedar despejada completamente de hielo.

Se trata de un área a unos mil kilómetros del Polo Sur que está en gran parte bajo el nivel del mar. Si el hielo retrocediera por completo, saldrían a la luz fiordos y archipiélagos parecidos a los de Chile Austral.

“Se creía que entre los mares de Bellinghausen y Weddell había debajo una cordillera que los separaba, pero no hay un altiplano sino que valles muy profundos”. Prácticamente no habría una barrera entre ambos mares, sino una especie de canal que partiría en dos el continente. Parece ciencia ficción, pero si sigue aumentando la temperatura oceánica, ese escenario podría ser perfectamente factible en los próximos siglos.

Para transportarse, el equipo, liderado por Rivera, emplea un convoy móvil que es impulsado por un tractor. El convoy, que va sobre trineos, incluye un módulo científico, otro de carga y un tráiler de combustible. El primero, además, tiene espacio para alojar.

Entre los objetivos de la campaña están la instalación de una estación meteorológica en el hielo con capacidad de transmisión de datos, la que proporcionará información en tiempo real sobre velocidad y movimientos verticales de la plataforma de hielo.

Con otros instrumentos pretenden medir qué tan profundos están los fiordos o valles que existen bajo la capa gélida y si hay presencia de sedimentos de roca o incluso lagos subglaciales. “Dependiendo si el fondo es más profundo o no será mayor o menor la dinámica de los hielos”, explica Rivera.

Los glaciólogos planean extraer un testigo de hielo de no más de 15 metros para estudiar la estabilidad de la masa de hielo.

“La campaña está previsto que se prolongue entre tres y cuatro semanas, por lo que dependiendo de las condiciones meteorológicas deberíamos estar de vuelta antes de Navidad”.

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  • 01/12/2014