
Preocupación genera entrada de central Campiche a sistema de transmisión energética en zona saturada
A fines de este mes la Central Termoeléctrica Ventanas IV, de la empresa AES Gener, más conocida como “Campiche”, se sincronizará con el Sistema Interconectado Central (SIC) y en marzo del 2013 iniciará su operación comercial. Sin embargo, la empresa ha sido sumamente criticada por ambientalistas y organizaciones ciudadanas, tanto por su proceso de aprobación como por la contaminación que producirá en una zona altamente saturada de contaminación. Radio Universidad de Chile.cl, 22 de noviembre 2012.
En medio del debate por la conformación de la matriz energética nacional, en pocos días más la termoeléctrica Campiche comenzará a entregar 270 megawatts en el Sistema Interconectado Central (SIC) y, se unirá a las centrales de generación este año, que aportarán casi mil megawatts a la capacidad instalada, principalmente a carbón.
Esto ha encendido la alerta de los ambientalistas, para quienes la aprobación de este proyecto está sujeta a una oscura trayectoria de irregularidades.
La directora ejecutiva de la Fundación Terram, Flavia Liberona, señaló que “una de las cosas nefastas que puede ocurrir es que esta central comience sus operaciones. Campiche fue aprobado ambientalmente con un proceso súper irregular. Hay que recordar que para poder emplazar esta termoeléctrica a fines del gobierno de Bachelet hubo una orden desde el ministro del Interior, Edmundo Pérez-Yoma, a la ministra de Vivienda para que cambiara los planos reguladores de la zona y así poder permitir la construcción de esta central”.
La ambientalista afirmó que esta modificación se realizó “entre gallos y medianoche”, el mismo 31 de diciembre del 2009. Y, más allá de este episodio, expresó su preocupación por la zona en la que se emplaza, ya que Puchuncaví, Quinteros, Ventana y La Greda hoy son sinónimo de focos de contaminación recurrente.
Otro de los temas relevantes en la discusión sobre el desarrollo de esta zona es la falta de empleo. El concejal UDI, Ramón Barría, quien ha estado presente hace años en el municipio de Puchuncaví, indicó que la prioridad de los ciudadanos es el trabajo y afirmó que, si bien no quieren proyectos contaminantes en la comuna, hoy está mucho menos contaminado que en los años 90.
“Es muy fácil decir ahora que hay contaminación en circunstancias que antiguamente en el sector aledaño a las plantas, los cercos de púas que separaban a los animales se hacían pedazos solos por el ácido que había. Ahora eso no existe. Si antes había un 100 por ciento de contaminación todavía se mantiene, pero a un 40 por ciento. Aquí hay que tomar la historia completa”, dijo el parlamentario.
Toralmente en desacuerdo se mostró Carolina Herrera, presidenta del Centro de Padres de la escuela de La Greda, establecimiento que tuvo que ser trasladado frente a la presencia de metales pesados.
La dirigenta indicó que aún se registran nubes tóxicas de origen desconocido en la zona y que se mantiene la preocupación por la salud de los niños.
Por su parte, Miguel Insunza del Consejo Ecológico Puchuncaví- Quintero, manifestó su inquietud sobre el futuro de estas localidades.
“Los suelos están contaminados y aún pretenden modificar el plano regulador intercomunal para instalar más empresas en el sector, estando ya saturadas desde el ´92 sujeto a estudios de descontaminación los cuales no se han cumplido. Por lo tanto, la carga del territorio es brutal y eso se refleja en los propios estudios que el gobierno hizo el año pasado. Esta administración no actúa en forma seria”, sentenció Insunza.
En la zona el llamado de los ciudadanos a las autoridades es a tomar medidas concretas para proteger su salud. Mientras, los ambientalistas y otras organizaciones de la sociedad civil sugieren repensar la actual estrategia de desarrollo y si realmente es posible que las poblaciones cohabiten con este polo de empresas de extracción.