
Cámara rechaza facultar al Metro para prestar servicios de superficie
Alianza por Chile se inclinó en bloque contra el proyecto gubernamental, mientras que la Concertación fue incapaz de imponer su mayoría, debido a la ausencia de los DC Pablo Lorenzini y Gabriel Ascencio. A pesar del resultado, el ministro de Transportes anunció que Ejecutivo intentará reponer la iniciativa. El Mostrador 14 de agosto de 2007.
La Cámara de Diputados rechazó este martes el proyecto de ley que facultaría al Metro para prestar servicios de superficie con buses y minibuses por razones de interés público y continuidad del servicio, uno de los cuatro textos denominados clave para la marcha del Transantiago.
Por tratarse de una materia de quórum calificado, la propuesta requería de 61 votos de respaldo, pero la Concertación obtuvo uno menos, debido a la ausencia en la sala de los democratacristianos Pablo Lorenzini y Gabriel Ascencio.
En cambio, la Alianza se inclinó en bloque en contra del mensaje presidencial vinculado a las mejoras estimadas por las autoridades para el transporte público capitalino, por lo que hubo 41 pronunciamientos negativos.
El ministro de Transportes, René Cortázar, lamentó la situación porque, a su juicio, la iniciativa “contribuye a la política del Gobierno en el sentido de tener una herramienta para poder asegurar la prestación del servicios de buses en los casos en que haya caducidad de contrataos o se haya declarado desierta (una licitación)”.
Agregó que el Gobierno estudiará los caminos que la Constitución le permita para reponer el texto, tramitada con suma urgencia (10 días de discusión), fue analizada en la sesión de este martes y se encontraba en primer trámite constitucional luego de que el informe de la comisión de Obras Públicas ya fuese rendido a la sala.
De acuerdo al artículo 68 de la carta fundamental, el proyecto de ley no podrá ser renovado en la cámara baja hasta dentro de un año. Sin embargo, la Presidenta podrá solicitar que el mensaje pase al Senado y, si en dicha rama legislativa se aprueba en general por los dos tercios de sus miembros presentes, podrá ser visto nuevamente por los diputados.
Lorenzini: Preferí no ejercer mi voto
Lorenzini explicó que no estaba de acuerdo con la iniciativa y como “me molesta votar en contra de la Presidenta, preferí no ejercer mi voto. Es una manera intermedia de expresar que no estoy de acuerdo con el proyecto”.
Según lo explicado por el legislador, tanto él como Ascencio conversaron previamente la situación y cada uno tomó la resolución de no asistir.
El diputado argumentó que “el propio presidente del Metro (Clemente Pérez) dice que el directorio de la firma ve con muchos problemas este proyecto”.
En este sentido, indicó que “la idea es buena, (pero) no es el minuto adecuado ni es la forma, así lo dice el propio Metro”.
Sobre las palabras de Cortázar, señaló que “lo que tiene que ser importante es para la ciudadanía, que funcione, también estos mismos ministros dijeron que estos proyectos iban a funcionar hace seis meses, ocho meses”.
“El ministro podrá decir lo que quiera, pero el que voto soy yo, yo defiendo a la ciudadanía, no el gobierno. Defiendo a mi gobierno en lo que es correcto, en esto tengo dudas y como tengo dudas las expresé”, enfatizó.
La ausencia de Ascencio y Lorenzini provocó una fuerte discusión entre este último, el jefe de la bancada falangista, Roberto León, y representantes del Gobierno.
El diputado Cristián Monckeberg (RN) explicó que gracias a las ausencias oficialistas “hoy día se logró que el Metro se salvara, que su gestión se salvara, el propio presidente del metro, en la comisión de Obras Públicas señaló oficialmente que el Metro no estaba preparado, que este proyecto no era bueno".
"El Metro ha hecho esfuerzos sobre humanos para lograr prestar hoy día un servicio relativamente bueno, y ese servicio hoy día se pretendía empeorar en forma abrupta, entregándole funciones a las cuales no está preparado”
Puntualizó que “lo que hicimos fue rechazar un proyecto malo, que no va en el camino correcto“.
Posibilidad excepcional
El proyecto admitía la posibilidad excepcional de que el Metro prestara servicios remunerados de transporte urbano mediante buses y minibuses urbanos, sólo a solicitud del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, por razones de interés público y continuidad del servicio.
Otra razón para hacerlo era cuando hubiese sido declarada desierta, parcial o totalmente, la licitación de una concesión de uso de vías en la capital.
También se permitiría cuando existiera un déficit transitorio en la oferta de servicios de transporte público en las regiones del país donde operan líneas de Metro. Otra razón era que estuviera afectada, transitoriamente, la normal prestación del servicio de transporte concesionado o autorizado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
El proyecto de ley rechazado forma parte de cuatro iniciativas legales que el Gobierno remitió a trámite parlamentario para abordar los problemas del transporte público de Santiago.
Uno de ellos, el que otorgó recursos al sistema, ya fue aprobado y publicado como ley, encontrándose en trámite el que permite la designación de administradores provisionales en las líneas concesionadas y el crea la Autoridad Metropolitana de Transportes.