Gobierno analiza modificación a la integración para redestinar recursos a la agenda social
Una de las alternativas es renunciar parcialmente a la propuesta de reintegración, dejándola vigente solo para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). Acuerdo sobre la materia se verá con senadores. Fuente: El Mercurio, 24 de octubre de 2019.
La agenda de reformas estructurales del Gobierno apunta a convertirse en uno de los principales damnificados por el cambio de prioridades generado a partir de las inéditas protestas por mayor equidad, cuyas movilizaciones suman casi una semana en las principales ciudades del país. Además del cambio previsional, una de las iniciativas que sufrirá ajustes en su contenido es la reforma tributaria. A la inclusión de un nuevo tramo en el impuesto global complementario que será gravado con una tasa del 40%, se evalúan cambios en el corazón del proyecto: la reintegración del sistema de impuesto a la renta de las empresas y las personas, aseguran fuentes del Ejecutivo.
Una de las opciones que se ha estudiado, y que también ha sido planteada por una parte de la oposición para destrabar el debate, sería integrar solo a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) y dejar vigente por ahora el actual régimen de la semiintegración —que es 65% de crédito del impuesto de primera categoría al impuesto global— para las grandes empresas. Esto permitiría ayudar a financiar parte del déficit de US$ 600 millones que estimó el Ministerio de Hacienda en la nueva agenda social. De los US$ 833 millones que en régimen cuesta la integración, unos US$ 268 millones provienen de la integración de socios de pymes y otros tramos de personas naturales, y otros US$ 229 millones vienen de los contribuyentes que reciben más de 120 UTA, según información del Servicio de Impuestos Internos (SII).
También hay un costo de US$ 336 millones de contribuyentes extranjeros que están gravados con el impuesto adicional. En caso de no reintegrarse esos dos últimos grupos, el Fisco contaría con US$ 565 millones de ingresos para financiar el déficit que generaría la agenda social. Las mismas fuentes aseguran que la decisión final sobre una posible renuncia parcial al principal eje del proyecto impositivo aún no está totalmente zanjada. La apertura a intervenir el corazón de la reforma se dio también luego que Renovación Nacional se abriera a ello en una negociación con la oposición. También la UDI ha relativizado su apoyo a la medida en función de las nuevas prioridades de la agenda social. De hecho, su presidenta, Jacqueline van Rysselberghe, afirmó el martes tras la reunión con el Presidente Sebastián Piñera que la integración ‘no es un dogma’. Asimismo, el timonel de la DC, Fuad Chahin, ha dicho que la propuesta ya ‘no tiene sentido’.
Visión de los expertos
La idea de una renuncia parcial a la integración fue vista con cautela por los expertos. ‘Llegamos un punto donde se está pidiendo un acuerdo social y, por lo tanto, por este tema llamaría a una comisión transversal que reúna a académicos, profesionales, jueces tributarios y gente de las pymes, donde se discuta el sistema tributario de aquí a los próximos 20 años. El proyecto actualmente está con muchos parches que hacen que se pierdan sus pilares básicos’, plantea Hugo Hurtado, socio de tax & legal de Deloitte. Osiel González, socio de Bruzzone & González, apuesta por el análisis de un cambio más profundo. ‘Me parece que la discusión debiera enfocarse en desintegrar el sistema, con un impuesto separado al retiro de utilidades, y eliminando las devoluciones de impuestos pagados por las empresas’, dice.
Debate en el Senado
Ricardo Lagos Weber (PPD), presidente de la comisión de Hacienda del Senado, reveló que decidió suspender las audiencias en la instancia por el proyecto impositivo hasta no conocer más detalles de la propuesta del Ejecutivo. También reiteró su rechazo al corazón de la iniciativa: ‘Me habría gustado haber escuchado que la reintegración se dejaba de lado. Ya no hay actores que defiendan una política tributaria que va a permitir a un grupo muy pequeño de chilenos, que les va muy bien en la vida, beneficiarse con una rebaja tributaria de más de US$ 800 millones’.
El ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Gonzalo Blumel, anticipó que buscarán un acuerdo en el Senado. ‘El proyecto tributario es mucho más allá que la reintegración. Tiene beneficios para las pymes; crea un fondo para las regiones, contribuyendo a la descentralización; tiene beneficios para la clase media, rebajando el costo de las viviendas; incorpora la rebaja de las contribuciones para los adultos mayores; y tiene la reintegración. Nosotros pensamos que lo que corresponde es establecer un diálogo y buscar un acuerdo en la comisión de Hacienda del Senado y eso es lo que ha dicho que va a hacer el ministro de Hacienda. Esperamos poder conversar para poder acordar cómo seguir con ese proyecto’, dijo.