Matías Domeyko: “No tenemos espacio para hacer las cosas mal”
By Terram Communications

Matías Domeyko: “No tenemos espacio para hacer las cosas mal”

El ejecutivo de Arauco explicó en revista Empresas Copec que la reapertura de la planta es algo que dependerá básicamente de la agilidad en la tramitación de los permisos.El Diario 06 de septiembre de 2007.

Pese a que indica que la planta de Licancel sólo representa el 5% de la operación de Arauco y que de acuerdo a ello no incide mayormente en los resultados de la compañía controlada por el grupo Angelini, el gerente general de la firma, Matías Domeyko, manifestó que la reactivación de las operaciones de esta unidad productiva de celulosa es crucial. “Siento esto como un desafío. Antes de lo ocurrido teníamos una pequeña planta en Licancel, en la cual estábamos llevando a cabo un plan de inversiones en materia ambiental.

Una decisión errónea echó temporalmente por tierra estos planes y hoy tenemos una planta detenida, cuya paralización significa costos sociales importantes para la zona. Por supuesto que nos duele y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para revertir esta situación”, dijo el ejecutivo en una entrevista a Revista Empresas Copec.

Agregó que lo más fácil podría ser cerrar la planta y que otros se ocupen del costo social que esto implicaría, de la apuesta que hicimos en un momento por esta inversión y del compromiso que asumimos con el entorno. “Pero actuar de esta forma sería darle la razón a todos aquellos que hoy nos critican”, agregó.

En cuanto a si hoy la planta está en condiciones de volver a operar, Domeyko indicó que “si bien técnicamente está en condiciones de operar como lo había estado haciendo hace poco, el compromiso es reiniciar operaciones cuando estén terminadas las inversiones ambientales y a plena satisfacción de la autoridad”.

Arauco construyó en Licancel una planta de tratamiento de lodos activados en la cual invirtió unos US$ 8 millones. El gerente general de la firma precisó que el plazo para la reapertura es algo que “dependerá básicamente de la agilidad con que la autoridad tramite los permisos. La planta estará en condiciones de operar, cumpliendo con la normativa ambiental, una vez que entre en operación la nueva planta de tratamiento de Riles”, lo que estaba programado para fines de agosto.

Lecciones En cuanto a las lecciones que dejó a Arauco el episodio ambiental de la planta de Licancel ocurrido en junio pasado -un derrame de aguas con niveles de sólidos suspendidos y PH superiores a los que permite la norma, que provocó la muerte de peces en el Río Mataquito-, Domeyko señaló: “no tenemos espacio para hacer las cosas mal y tenemos que estar muy alertas, redoblando esfuerzos para superarnos día a día.

Pero también esperamos que las autoridades, las comunidades con las que trabajamos y la opinión pública en general, en algún momento nos abran el espacio para empujar del mismo lado el carro del crecimiento y del desarrollo del país”. Frente a versiones que señalaban que Licancel operaba algunos ductos clandestinos, el ejecutivo dijo que le resulta incomprensible que todavía haya personas medianamente informadas que puedan estar apodándolos de clandestinos.

Explicó que los dos canales perimetrales de la planta que descargan aguas lluvia y el rebalse de la laguna de agua limpia fueron autorizados en 1992 por el MOP. Hay un tercero –único utilizado para descargar riles-, que fue aprobado en 1992 por Decreto Supremo del MOP. El cuarto, explica, también construido en 1992 fue aprobado por la Dirección de Vialidad del Maule el mismo año, estaba en desuso desde 2004 y fue recientemente destruido por orden de la DGA. “Por lo tanto no existen ductos clandestinos”, concluyó Domeyko.

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  • 05/09/2007