Comunidades mapuche alertan por fiebre de los condominios en lagos de Panguipulli: “Nos va a pasar lo que ocurre en el Villarrica”
By valentina

Comunidades mapuche alertan por fiebre de los condominios en lagos de Panguipulli: “Nos va a pasar lo que ocurre en el Villarrica”

Zonas rurales de entorno natural en Panguipulli donde comunidades mapuche viven de acuerdo a sus tradiciones se están transformando rápidamente por la llegada de condominios con segundas viviendas, lanchas, motos de agua y fiestas que presionan los modos de vida, los títulos de merced, los sitios ceremoniales y los ecosistemas. Fuente: El Desconcierto, 28 de septiembre de 2025.

Por El Desconcierto

Orlando tiene 40 años y creció toda su vida en una comunidad mapuche frente al lago Calafquén en Panguipulli, rodeado de naturaleza nativa y tranquilidad rural, donde las familias viven de la agricultura de subsistencia, el intercambio y el cuidado de la naturaleza, mientras practican sus tradiciones y ceremonias en los lugares sagrados que los rodean y que están ligados a los valores naturales como cerros y nacientes de agua.

Pero desde el 2012 en adelante, el lugar donde vive Orlando cambió vertiginosamente. Se construyeron condominios con casas de lujo, se abrieron caminos y cercos que bloquearon el acceso a las playas y a las otras comunidades, en verano el lago se llena de lanchas a motor y motos de agua, se ha despejado matorral nativo para hacer jardines, se descargan aguas servidas al lago y el acceso al agua se ha ido complicando para las comunidades rurales.

Ahora, el dueño del condominio adquirió un terreno de 19 hectáreas que han sido siempre de uso común de toda la comunidad a la que pertenece Orlando, donde hay espacios de significancia cultural para las comunidades mapuche del sector. Esto despertó un conflicto judicial que todavía no se resuelve del todo por la posesión de esas tierras.

Esta historia se está repitiendo en distintas comunidades mapuche que viven a orillas de lagos en la comuna de Panguipulli. “Si no le ponemos un freno a esto, nos va a pasar lo mismo que ocurre en el lago Villarrica, que está totalmente contaminado. Calafquén se va a convertir en eso. Incluso conozco casos donde son los mismos que hicieron condominios en Pucón que ahora se están expandiendo aquí”, denuncia Orlando.

Se trata además de situaciones que se vienen gestando desde hace muchos años. Muchos de los condominios se están construyendo en lugares donde las comunidades reclaman tener títulos de merced, que han sido escenario de relatos de usurpación de tierras mapuche, tratos engañosos y desplazamientos violentos durante la dictadura, o incluso antes.

Muchas de las comunidades están siguiendo los canales institucionales, buscando que se reconozcan los títulos y se les entregue la posesión de las tierras que sus familias habitaron por generaciones. Mientras esperan el proceso, que describen como largo y complejo, intentan frenar el proceso de parcelación y loteo de las tierras con pocas herramientas, en un clima de criminalización de las reivindicaciones mapuche y enfrentándose a personas con poder económico y una red de contactos que ellos no poseen.

s el caso de la comunidad donde vive Xavier, que denuncia la usurpación de tierras durante la dictadura por parte del en ese entonces ministro de economía Fernando Léniz, ya fallecido. En el lugar ya se construyó un condominio y se están loteando otros terrenos. Tanto la generación de los padres como la de los abuelos de la comunidad han intentado recuperar sin éxito las tierras a pesar de tener los títulos de merced, y en ambas ocasiones fueron recibidos con violencia e incluso un intento de homicidio.

“Nosotros somos la tercera generación que está intentando recuperar las tierras. Nuestros padres quedaron traumatizados por la violencia física que reinó cuando ellos lo intentaron. Ellos ven con esperanza el proceso que iniciamos ahora con el trámite ante Conadi. Yo no puedo asegurar si eso va a prosperar, porque estamos ante gente con poder y el día de mañana podrían hacer caer este proceso con métodos ya conocidos para ellos. Entonces no sé si esto llegará a buen puerto pero yo quiero creer que sí lo lograremos”, relata Xavier.

Sitios sagrados y comunidades divididas

Una de las constantes entre las distintas historias de estas comunidades, es el loteo y construcción de viviendas en sitios de significancia cultural para los mapuche, como cementerios, espacios donde se realizan rogativas como el guillatún o donde se juega palín, y lugares donde salen y se recogen hierbas medicinales.

Así ocurre en la comunidad mapuche donde vive Ivonne, en el sector de Tralahuapi, donde denuncian que se está construyendo una mega estructura sobre un Treng Treng, o cerro considerado sagrado por los lof de la zona y donde se concentran las fuentes de agua que abastecen a las comunidades, así como el brote de hierbas medicinales que recolectan las autoridades ancestrales para las ceremonias y curaciones.

Desde la comunidad indígena que preside Ivonne, creen que lo que se está construyendo allí por su envergadura es un hotel, y declaran que han denunciado la situación durante años sin lograr aún obtener respuestas concretas sobre los permisos de esta edificación.

Desde que comenzó la construcción de este edificio, así como de los condominios que han surgido en esa zona, Ivonne relata que se han empezado a secar esteros que nunca antes se habían secado, y algunas de las familias de la comunidad están recibiendo agua a través de camiones aljibe, tal como se denuncia en otras comunidades cercanas a condominios.

Otro caso emblemático es el de la comunidad de Chospe en el sector de Coz Coz frente al lago Panguipulli, donde han intentado oponerse a la construcción de un condominio alrededor del humedal Huenehue. Mientras esperan la resolución del trámite que reactivaron para que esas tierras les sean devueltas, desde la comunidad temen que la parcelación avance dañando el ecosistema que cumple diversos roles como proveer hábitat para especies nativas y aves, además de controlar inundaciones y filtrar el agua.

Para Sonia, una de las voceras de la comunidad, el daño no es solo ambiental sino también en el tejido social. “Uno de mis mayores dolores de todo esto ha sido la división que se ha creado entre las comunidades de la zona. Porque somos personas que nacimos y crecimos juntos, que jugábamos juntos y que nunca habíamos tenido problemas. Esta lucha que llevamos nos ha costado muchas lágrimas pero seguimos porque estamos pensando en el medio ambiente, en nuestra cultura y en el futuro de nuestros hijos y nietos”, se lamenta.

El quiebre del tejido social es uno de los impactos que se repite en las historias de las distintas comunidades, que denuncian cómo los propietarios de los condominios ofrecen dinero o beneficios a las familias para que los apoyen, o se valen de la dependencia de familias mapuche que trabajan para ellos en jardinería o como cuidadoras.  “Han instalado un relato de que nuestra comunidad, por intentar recuperar las tierras y proteger la naturaleza, está poniendo en riesgo el empleo y los ingresos de las otras familias”, relata como ejemplo Xavier.

Loteos desregulados

Según relatan los voceros de las comunidades mapuche, ante el colapso de las ciudades a orilla de los lagos de Panguipulli durante el verano, el boom inmobiliario se ha ido moviendo a las áreas rurales, a través del loteo de suelos rurales o naturales.

La subdivisión o loteo de terrenos rurales o naturales para vender parcelas de 0,5 hectáreas se disparó en 2020 en todo el país. Las  inmobiliarias vendieron parcelas en masa durante los siguientes tres años, generando núcleos urbanos al margen de la ley y en áreas que no tienen el equipamiento para sostener estos loteos.

Para terminar con estas consecuencias, desde el Ministerio de Agricultura presentaron un proyecto de ley “para la protección del territorio y la vida rural” que se está tramitando en el Congreso.

Si se aprueba el proyecto, los loteos que abarquen más de 4 hectáreas de subdivisión o más de 6 lotes no serán considerados subdivisiones agrícolas sino “conjuntos residenciales rurales”, que serán regulados por el Ministerio de Vivienda y no por el de Agricultura.

En ellos, un porcentaje de la superficie deberá destinarse a área común, actividad agropecuaria y a conservar el bosque nativo. Además, deberán cumplir requisitos sobre el acceso a servicios básicos como acceso al agua potable y a la gestión de residuos.

En cada parcela podrá haber una sola vivienda familiar, y deberán tener cierre perimetral para impedir el merodeo libre de perros que pueden amenazar a la fauna silvestre colindante. Los loteos no podrán tener otra subdivisión como vecina.

  • Sin comentarios
  • 29/09/2025

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *