Calidad del aire en Chile mejora en 20 años, aunque persiste brecha en el sur
Datos de casi 200 estaciones de monitoreo permitieron observar lo que se respira con la perspectiva del tiempo. Fuente: La Estrella El Diario de Chiloé, 26 de noviembre de 2025.
Chile aparece con cierta frecuencia en ránkings internacionales como el país de Latinoamérica con peor calidad del aire, idea que forma parte de la opinión colectiva.
Sin embargo, lo anterior en parte sería producto de que el país cuenta con más estaciones y años de monitoreo que el resto de la región, indicó un estudio realizado por las universidades de Chile y del Desarrollo (UDD), junto al Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) y el Ministerio de Medio ambiente (MMA), que destacó una baja sostenida del material particulado en las últimas dos décadas.
Más de 30 años de registros del Sistema Nacional de Calidad del Aire (Sinca) fueron analizados por los científicos, lo que significa alrededor de 180 millones de datos horarios provenientes de 191 estaciones de monitoreo: en total, el país cuenta con más de 200, pero ‘solo 125 cumplieron con el estándar de 75% de cobertura de datos en 2024, y existen diferencias marcadas entre regiones’.
‘Argentina y Perú tienen pocas redes de medición online. Nosotros sí sabemos qué respiramos, y eso permite actuar’, dijo Manuel Leiva, académico de la Universidad de Chile.
Cualquier persona puede revisar cómo está el aire en la ciudad donde vive en la página web del Sinca, https://sinca.mma.gob.cl, que entrega las concentraciones de material particulado y monóxido de carbono, entre otros indicadores, casi en tiempo real. Eso, siempre que existan estaciones locales en tal red: Chiloé, por ejemplo, no aparece.
Según el análisis, Santiago ha disminuido sus concentraciones máximas de material particulado fino (PM2.5) en casi un 40% desde comienzos de los años 2000, mientras que el dióxido de azufre (SO2) muestra descensos importantes en zonas industriales como Huasco y Quintero-Puchuncaví.
Sin embargo, ‘en el sur del país, el uso intensivo de la leña sigue siendo la principal causa de los altos niveles de material particulado, y no es un problema que se resuelve solo con tecnología’, advirtió Kevin Basoa, del MMA y CR2, porque ‘la regulación aún no se implementa totalmente y la leña es parte de la identidad y la cultura de muchas comunidades’.
Leiva agregó que además ‘Chile vive bajo la influencia del anticiclón del Pacífico, que genera estabilidad atmosférica. Podemos reducir las emisiones, pero tenemos barreras geográficas y climáticas que no dependen de nosotros’.
‘Zonas de sacrificio’
Los sectores industriales son llamados muchas veces ‘zonas de sacrificio’, por lo que ‘hay una mayor densidad de estaciones de monitoreo’, explicó Zoé Fleming del CR2 y la UDD. ‘La combinación de emisiones industriales y de quema de leña en Coronel y Talcahuano hace que todavía se superen las normas de PM2.5 en algunas ocasiones del año’.
Basoa destacó que ‘el norte vive los efectos de la megaminería, el sur sufre la leña húmeda, el centro recibe la carga del transporte y la mayor población’.