
“No queremos más muertes de buzos”
Pedro Soto, presidente del Sindicato de Buzos Profesionales, Sibup Chile, dialogó con OLACH acerca de la última muerte de un buzo, sosteniendo que el organismo reunirá todos los antecedentes sobre el deceso del joven ancuditano que pereció mientras laboraba en un centro de cultivo de la empresa salmonera Marine Harvest, ubicado en la Isla Lemuy, muerte que pasa a sumar 14 fallecimientos de buzos durante los últimos 15 meses . www.olach.cl, 4 de septiembre de 2007.
Consternados e inquietos aún se encuentran los trabajadores salmoneros del Sur del país, principalmente aquellos hombres que prestan sus servicios como buzos a las empresas salmonídeas asentadas en la Región de Los Lagos. Ello por la reciente muerte del buzo ancuditano, Pedro Pablo Alvarado (29), quien pereció los pasados días en un centro de cultivo de la Isla Lemuy, perteneciente a la firma Marine Harvest.
El deceso del trabajador, acontecido el pasado 22 de agosto, dejó nuevamente al descubierto la enorme problemática que continúa afectando a estos laborantes, quienes día a día se arriesgan a la muerte por las condiciones en las cuales desarrollan su trabajo
Cabe hacer presente que Pedro Pablo Alvarado se encontraba cumpliendo labores para la empresa ASSERMA Ltda., en el centro de cultivo Puchilco, en la isla Lemuy, comuna de Puqueldón, localidad en la que la transnacional noruega Marine Harvest posee balsas jaulas, cuando por razones que están siendo investigadas por los organismos competentes sufrió un accidente.
Frente a esta situación, Cristián Soto, presidente del Sindicato de Interpresas de Buzos Profesionales, Sibup Chile, entidad que agrupa a cerca de 20 empresas subcontratistas, repartidos entre 300 buzos, se acercó a dialogar hasta el Observatorio Laboral y Ambiental de Chiloé, OLACH, para poder tomar medidas en este caso y darle la importancia que la circunstancia reviste.
Según dijo el dirigente, esta situación no se puede dejar pasar, más aún si es posible denotar una serie de negligencias en el suceso, “nosotros queremos junto al sindicato y otras federaciones insistir en que no se oculte esta información”, acotó Soto.
FALENCIAS
A juicio del hombre de mar, el día en que falleció Pedro Pablo Alvarado se había decretado el cierre del puerto, sumado a eso el joven estaba cortando paños loberos a una profundidad que no se considera para su categoría, dado que él era buzo intermedio.
“Que el puerto haya estado cerrado eso ya es gravísimo. Eso significa sanciones desde el supervisor hasta el jefe de centro y la misma autoridad marítima. De igual modo el equipo no había sido bien operado, la manguera estaba conectada a un monoblock, no a través de una válvula de escape rápido”, detalló el representante de los buzos profesionales.
El dirigente agregó además que “tengo entendido que el buzo se ahogó pero dio aviso a superficie que estaba en emergencia, los equipos tampoco fueron requisados para hacer la investigación, las faenas no se pararon, la empresa subcontratista no tenía contrato con Marine Harvest, y así una serie de otras anormalidades”.
Por ello -continúo- urge la necesidad de contar con el informe del Servicio Médico Legal, esto con la finalidad de saber certeramente la causa del fallecimiento del joven buzo.
En este tenor, la teoría de los pares del malogrado trabajador es que el buzo tuvo un rompimiento de pulmón, lo que significaría que antes que se ahogara se quedó sin aire, deduciendo presuntamente también que el ancuditano pudo llegar a tener burbujas en el corazón producto de la profundidad y del tiempo que estuvo ahogándose.
EMPRESAS SE DEFIENDEN
Por su parte, la gerencia de la empresa subcontratista Anserma, al igual que Marine Harvest puntualizaron que se habían tomado todos los resguardos necesarios, igualmente insistieron en que los equipos utilizados en la faena se encontraban en perfecto estado de funcionamiento, etc.
PROFESIONALISMO
De acuerdo a los antecedentes proporcionados por Cristian Soto, en los últimos 15 meses ya se han registrado 14 muertes de buzos en diversas faenas.
Consultado entonces acerca de la fiscalización que debe realizar tanto la Autoridad Marítima, como las mismas empresas y la Inspección del Trabajo, el dirigente aseveró que “al buzo no se le educa en el tema laboral, entonces cuando tiene puerto cerrado asume el criterio del supervisor, pero este tampoco se hace cargo. A veces ocurre que hay algunas empresas que igual les piden a los trabajadores que naveguen porque de un extremo a otro se puede mejorar”.
Sin embargo, el vocero de los hombres que bucean en las profundidades reconoció que es posible denotar escasez de profesionalismo en el gremio, lo que se explicaría principalmente en que falta aprender a exigir derechos.
“Nosotros lo único que pedimos es que no se siga muriendo gente, y ello significa mayor profesionalismo, y ese mayor profesionalismo pasa por un costo económico de mejorar equipos, capacitar mejor a los trabajadores. Es lo que hay que hacer”, finalizó Soto.