
Centrales a carbón
Texto original de carta al director de Paola Vasconi, Coordinadora del Programa de Medio Ambiente de Fundación Terram, publicada (en parte) por el diario La Tercera el 04 de septiembre de 2009.
Con motivo de la inauguración de la central termoeléctrica Gualcolda III, en la Región de Atacama, el ministro de Energía, Marcelo Tokman, señaló que “Chile no puede ser más papista que el Papa”, respaldando así la carbonización que experimentará la matriz eléctrica chilena en los próximos años y el consecuente aumento de las emisiones de dióxido de carbono, CO2, del país, poniendo como argumento de fondo las 3,6 toneladas de CO2 per cápita que emite hoy Chile, versus las 11 toneladas por persona que registran los países desarrollados y la necesidad del país de seguir desarrollándose.
Si bien, uno podría considerar que esa es una posición legitima, el calentamiento global, las discusiones hacia Copenhague 2009, la crisis económica mundial y la propia crisis energética chilena de los últimos años, le dan a nuestro país la oportunidad única de transformar sus procesos productivos y sus modelos de desarrollo económico y energético hacia modelos sustentables, y de no seguir los ejemplos de los países desarrollados, que tienen a la humanidad enfrentada a uno de problemas más complejos que le ha tocado vivir en toda su historia y que ha sido reconocido como el gran desafío para el futuro del planeta y del propio ser humano.
Este es el momento propicio para discutir el Chile que queremos construir en materia de energía, debatir y definir una política energética de largo plazo, basada en la independencia, en la diversidad de fuentes energéticas y en una plena autonomía, garantizando con ello mayor seguridad, independencia y sustentabilidad. Aprovechémosla!!!