
Chile se suma a iniciativa para proteger hábitats clave de aves en América Latina y el Caribe
Durante un periodo de hasta cinco años, Conserva Aves entregará financiamiento y capacitación a organizaciones locales para impulsar la creación de entre siete y diez áreas protegidas. Ya comenzó el trabajo técnico para definir los territorios prioritarios. Fuente: El Mercurio, 9 de octubre de 2025.
Cada año, cientos de especies de aves migratorias recorren miles de kilómetros entre América del Norte y Sudamérica. Algunas pueden volar más de 8.000 kilómetros sin detenerse. Pero al llegar a su destino, muchas veces ya no encuentran los ecosistemas clave, como humedales, que utilizan de puntos de descanso, alimentación o reproducción. En su lugar, hoy hay parcelaciones, campos agrícolas, zonas industriales o ambientes muy degradados.
En respuesta a esta situación surgió, en 2021, la iniciativa Conserva Aves, una alianza entre American Bird Conservancy, National Audubon Society, BirdLife International, Birds Canada y la Red de Fondos Ambientales de Latinoamérica y el Caribe (RedLAC). Su meta es impulsar la creación de al menos 100 nuevas áreas protegidas subnacionales (territorios regionales, municipales, étnicos o privados) que abarquen más de dos millones de hectáreas en, inicialmente, nueve países de América Latina y el Caribe. El foco está en conservar aves migratorias, endémicas y globalmente amenazadas, abordando los vacíos de protección en la región.
‘Nos enfocamos en las aves migratorias porque sus poblaciones están en declive en las Américas. Hemos perdido casi tres mil millones de individuos en los últimos 50 años, lo que equivale a cerca del 30% de la población. Gran parte de eso se debe a la degradación y pérdida del hábitat. Nuestro interés está en manejar de forma sostenible esos sitios que yo llamo ‘los hoteles y los restaurantes’, que son vitales en la migración. También integramos a las aves endémicas, que generan un fuerte interés local, y a las globalmente amenazadas, porque son las más críticas y deben ser una prioridad’, explica Aurelio Ramos, director general para América Latina y el Caribe de Audubon.
Hasta ahora, el proyecto está presente en México, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y, desde la semana pasada, también en Chile. Ramos detalla cómo funciona: ‘Somos como una incubadora, pero en lugar de empresas, incubamos áreas protegidas. Lo que Conserva Aves hace es inyectar recursos y entrenamiento durante alrededor de cuatro a cinco años, para apoyar a las organizaciones locales interesadas en conservar territorios clave para las aves, de modo que creen y gestionen áreas protegidas locales’.
En Chile, la implementación del proyecto está a cargo de una alianza conformada por Fondo Naturaleza Chile (miembro de la RedLAC), la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC), la Fundación Cosmos y Audubon. ‘Actualmente estamos en una fase de estructuración. Eso significa que estamos identificando los sitios prioritarios para la conservación, buscando maximizar el impacto en la mayor cantidad de especies’, añade Ramos.
‘A partir de ese trabajo técnico se definirán los territorios que recibirán las convocatorias. Luego realizaremos el llamado, lo que esperamos que ocurra durante el primer semestre del próximo año, para seleccionar las iniciativas que refuercen las prioridades de cada una de estas nuevas áreas a conservar. En ese sentido, se evaluará cuál es el movimiento estratégico más efectivo para generar un mayor impacto’, adelanta Eugenio Rengifo, director ejecutivo de Fondo Naturaleza Chile.
Ramos precisa que ‘los recursos para la primera convocatoria —del orden de 3,2 millones de dólares, de los cuales ya contamos con 2,6 millones— están destinados a la creación de entre 7 y 10 áreas protegidas locales. Pero esperamos que haya más convocatorias en el futuro, a medida que tengamos éxito y logremos movilizar más fondos’.
Importancia del país
Sobre la relevancia de que Chile se incorpore a esta iniciativa, explica que ‘Sudamérica funciona como un embudo para las aves migratorias: a medida que descienden desde Norteamérica, las especies convergen en un territorio más acotado, lo que vuelve a países como Chile y Argentina especialmente críticos para su conservación. Chile, en particular, alberga una porción importante de la ruta migratoria del Pacífico, gracias a su extensa costa. Además, cuenta con la presencia de ecosistemas marinos altamente productivos por la Corriente de Humboldt, que pueden sustentar una gran diversidad de aves, por lo que es clave resguardarlos’.
Ivo Tejeda, director ejecutivo de la ROC, concuerda y agrega que ‘nuestro país alberga diversas aves endémicas, algunas de ellas críticamente amenazadas, como el picaflor de Arica. Además, hay un conjunto importante de especies cuyas poblaciones se encuentran mayoritariamente en Chile o que aquí encuentran un conjunto acotado de sitios con una importancia clave para algunos de sus ciclos biológicos, como la migración, tales como el zarapito de pico recto. El estado de las poblaciones de varias especies de aves —e incluso la supervivencia de algunas de ellas en las próximas décadas— depende de lo que podamos hacer en Chile’.
En tanto, René Quispe, académico y director de la Unidad de Ornitología de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, quien no está vinculado con esta iniciativa, dice que le ‘parece un proyecto excelente y necesario, ya que integrarnos con el resto de la región nos permite aunar fuerzas en torno a la misión de conservar a las aves, que tienen roles esenciales en los ecosistemas que habitan, como la dispersión de semillas, polinización, control de plagas, limpieza del ambiente y sirven como indicadores de la salud de los ecosistemas’.
En ese sentido, Diego Urrejola, director ejecutivo de la Fundación Cosmos, subraya que esta es una oportunidad para avanzar en conservación efectiva. ‘El objetivo no es solo declarar nuevas áreas protegidas, sino asegurar que cuenten con planes de manejo, gestión y financiamiento que garanticen su sustentabilidad en el largo plazo’, afirma.
Por su parte, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, concluye que ‘para Chile, incorporarse a esta iniciativa es una gran noticia. (…) Conserva Aves se articula plenamente con los compromisos que Chile ha asumido en materia de biodiversidad. Esta iniciativa complementa y fortalece los instrumentos de política pública que ya estamos implementando, como la Estrategia Nacional de Conservación de Aves y la Estrategia Nacional de Biodiversidad, y contribuye directamente a cumplir la meta global 30×30, que busca proteger al menos el 30% del territorio terrestre y marino de aquí a 2030’.