COP 16: sentando las bases para un acuerdo vinculante en Sudáfrica 2011
By Terram Communications

COP 16: sentando las bases para un acuerdo vinculante en Sudáfrica 2011

Columna de opinión de Paola Vasconi, cooordinadora del Programa de Medio Ambiente de Fundación Terram, publicado en el blog de La Tercera el 30 de noviembre 2010.

Este lunes 29 de noviembre partió en Cancún, México, la Decimosexta Conferencia de la Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16), cita que se extenderá hasta el próximo 10 de diciembre. A diferencia de la cumbre del clima celebrada en el 2009 en Copenhague, donde se generó una gran expectativa mundial ante la posibilidad de lograr un acuerdo vinculante post Kioto, durante todo el 2010 el gobierno mexicano encabezado por la Secretaria de Relaciones Exteriores y presidenta de la COP16, Patricia Espinoza, ha insistido en bajar las expectativas en relación a los posibles resultados de la reunión. Fundamentalmente, ha dejado en claro que es poco probable que Cancún sea la sede de la firma de un acuerdo legalmente vinculante entre los países para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, situación reiterada en la inauguración de la cita este lunes.

En Cancún, en cambio, se discutirán una serie de elementos cruciales que se espera sienten las bases para la adopción de un acuerdo vinculante en el marco del proceso multilateral de negociaciones sobre el clima a más tardar en la COP 17, a celebrarse en Sudáfrica en el 2011.

Y si bien por ahora parece difícil prever resultados satisfactorios de las negociaciones sobre el clima –en especial en temas como la reducción de emisiones y compromisos en materia de financiamiento-,  paralelamente se encuentran en proceso de construcción al menos cuatro entidades globales que serán decisivas dentro del futuro régimen climático global: adaptación, tecnología, financiamiento y REDD.

Lamentablemente, pareciera que la institucionalidad global sobre el clima está siendo construida bajo una lógica que favorece el establecimiento de mecanismos separados -con ciertos vínculos entre sí-, en lugar de establecerse bajo la conformación de un único régimen climático global. Esta situación favorece a los mayores emisores globales, quienes hasta ahora han evadido sus obligaciones en materia de reducción de emisiones y financiamiento.

Es probable que ninguno de estos mecanismos se concrete en Cancún. Sin embargo, el éxito de las futuras reuniones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático dependerá del progreso que se logre en esta reunión, especialmente en la definición de: a) el ámbito de acción de cada uno de estos mecanismos; b) su gobernanza; c) los instrumentos que garanticen la transparencia en los procedimientos a ser implementados a través de estos mecanismos.

Una vez los elementos básicos de estos mecanismos hayan sido definidos, será más difícil realizar futuras modificaciones dentro de dichas estructuras, de forma tal que los efectos de las decisiones que se adopten en Cancún posiblemente durarán varias décadas. Esto es de gran importancia para regiones altamente vulnerables como Latinoamérica, considerando la escasa efectividad que han tenido los mecanismos existentes en la generación de resultados reales en la lucha contra el cambio climático.

Por ello, el establecimiento de las bases para esta nueva institucionalidad también será un elemento sustancial para el éxito de las futuras negociaciones globales sobre el clima en el marco de la Convención de Naciones Unidas y de los posibles resultados en Sudáfrica 2011.

 

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  • 29/11/2010