Crearán unidad de pediatría ambiental que combatirá tóxicos que amenazan a los niños
By Terram Communications

Crearán unidad de pediatría ambiental que combatirá tóxicos que amenazan a los niños

En la comuna de Camarones (I Región), el agua tiene 125 veces más arsénico de lo que permite la OMS. Ayer fue el plomo en los juguetes y hoy hace noticia el arsénico en el agua. Muchos males son causados por elementos del ambiente, y los chicos corren mayores riesgos. El Mercurio 31 de agosto de 2007.

CARMEN RODRÍGUEZ F.

Un estudio difundido ayer reveló que el agua potable de muchos países, sobre todo los en vías de desarrollo, tiene mucho más arsénico del que se pensaba, lo que implica que 140 millones de personas se están envenenando lentamente.

Hace dos semanas se retiraron del mercado 21,8 millones de juguetes en todo el mundo por contener cantidades de plomo peligrosas para el organismo. Cada vez más el medio ambiente está presentando riesgos para la salud humana, y los más expuestos son los niños, pues sus sistemas están en pleno desarrollo, en particular el inmunológico.

Para abordar este tema, ayer se inauguró en Santiago un "Seminario Internacional de Pediatría Ambiental", que culminará sentando las bases de una Unidad de Pediatría Ambiental, dentro del Minsal. Para ello, se cuenta con el apoyo de Centers for Disease Control, entre otros organismos estadounidenses.

Capacitar a médicos

Unidades como ésa existen en centros de salud de diversos países del mundo, sobre todo en Europa, Estados Unidos, Canadá, Argentina y Uruguay. "Su objetivo es reconocer, investigar y tratar enfermedades infantiles relacionadas con el medio ambiente, y también capacitar a los profesionales de la salud en este ámbito", explica el pediatra Enrique Paris, director del Centro de Investigación Toxicológica de la Universidad Católica y asesor del Minsal en la materia.

Médicos preparados podrán no sólo reconocer los síntomas de males por causas ambientales, sino también hacer las preguntas adecuadas a los pacientes y a sus familias. "¿Qué ha comido el niño en el último tiempo? ¿Qué comió la madre durante el embarazo? ¿En qué trabajan el padre o la madre? ¿En qué sector viven?". Todas, preguntas que pueden dar pistas sobre contacto con agentes tóxicos.

"Es importante que los pediatras sean capaces de pensar en las causas ambientales rápidamente, porque hay casos en que no pueden esperar", señala la doctora Paulina Pino, epidemióloga de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.

Ella recuerda la historia de una niña de 6 años, de una localidad cercana a Chillán, que deambuló por tres centros de salud, hasta que se dieron cuenta de que el fuerte dolor abdominal que sufría se debía a intoxicación por plomo. ¿La causa? Una piedra de molino soldada con ese metal. La harina contaminada afectó a toda la comunidad, pero la niña fue la única víctima fatal.

Además de que no tienen completo su sistema defensivo, los menores son los más expuestos porque "están en permanente contacto con el suelo, juegan con tierra, se arrastran y se chupan los dedos; se puede decir que se ‘comen’ los contaminantes", afirma la doctora Pino.

Riesgos locales

En Chile, la principal amenaza está en la contaminación atmosférica, afirma el doctor Paris. Y no sólo en Santiago, sino también en algunas ciudades del sur. En Antofagasta, la contaminación por plomo parece estar bajo control, pero en el Norte Grande "siempre vamos a tener el problema de metales pesados, como el arsénico", advierte.

Y en el sur, agrega, "sabemos que algunos peces autóctonos han ingerido alimentos destinados a los salmones que contenían antibióticos".

Todos los días están surgiendo investigaciones que señalan riesgos que hasta ayer no se conocían. Así como científicos de la Universidad de Cambridge señalaron ayer la amenaza del arsénico en el agua, diversos estudios están intentando responder preguntas como ¿por qué están aumentando los cuadros de déficit atencional, de autismo o de asma en los niños?

La doctora Pino señala que, para responderlas, hay tantas hipótesis como certezas. "El autismo, por ejemplo, ¿ha aumentado o se está registrando más? Su supuesto aumento se ha asociado a los bifenilos, que son compuestos químicos industriales, que afectarían el desarrollo neurológico a nivel embrionario".

En general, hay mucho que responder en esta materia, agrega. "No se sabe cuándo los contaminantes pueden gatillar muchas cosas ni cuánto hay de predisposición genética en todo esto. Se está estudiando por qué una persona reacciona de una manera frente a un contaminante y otra, de otra forma".

Todos estos estudios deberían ser sistematizados y difundidos por una próxima Unidad de Pediatría Ambiental, que debería estar en contacto con todos los servicios de salud, afirma el doctor Enrique Paris.

INDUSTRIA

DOS MIL productos sintéticos nuevos entran al mercado cada año. Las personas deben convivir con ellos sin conocer sus riesgos, advierte la epidemióloga Paulina Pino.

 

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  • 30/08/2007