
Día del Ambiente en Chile S.A.
Columna de opinión de Pedro Serrano, Presidente de Fundación Terram publicada en portal El Chasquis.cl en el marco de la conmemoración del Día;del Medio Ambiente. El Chasquis 05 de junio 2010.
El ambiente chileno podría tener ahora una gran oportunidad, si somos bien pensados y algo ambiciosos. Revisando nuestros análisis ambientales de fines de año en la Fundación Terram, podemos concluir que la Concertación tuvo 20 años de avances lentos, tropiezos, debilidades y periodos francamente negros en materias ambientales.
Los empresarios que están ahora en el gobierno, son dueños del Ejecutivo, de las aguas consuntivas y no consuntivas, de la generación eléctrica, de las inversiones mineras, del sector pesquero y concesiones acuícolas, de los emprendimientos agrícolas, las concesiones camineras, la mayoría de las universidades, los bosques productivos, hoy también dominan los ministerios, las líneas aéreas, el parlamento, la calidad del aire en Santiago, la producción alimentaria y la privatización de las noticias, entre otras. A esta situación tan interesante la he bautizado como Chile S.A.
La gran pregunta que un ambientalista se hace hoy, 5 de junio, fecha en la que conmemoramos el Día del Medio Ambiente es: ¿Cuál será el comportamiento de Chile S.A. respecto de la situación ambiental nacional? Por un lado, podría esperarse que los conglomerados S.A. se enfoquen sobre el patrimonio nacional, para generar dineros rápidamente, con el lema extraer, cortar y después arrancar. Pero sería demasiado poco imaginativo y eso creo no va a pasar. La economía de mercado depende del consumo, el consumo depende de los poderes adquisitivos, las expectativas y la oferta, a su vez la oferta depende de la producción y la producción depende de la existencia del medio ambiente y el asunto se va imbricando por muchos lados, llegando todo a que “a las empresas responsables le interesa mucho el buen ambiente”.
Independiente de esta fábula optimista, podemos constatar que en Chile S.A. hay aún muchos personeros irresponsables a los que el ambiente les importa nada. Pero esto sucede porque Chile S.A. tiene deficientes legislaciones al alero de 20 años de Concertación.
Si esta gran empresa, Chile S.A., toma en sus manos la bandera mundialmente vigente de la responsabilidad social ambiental empresarial, RSE, la cosa dentro de todas las malas expectativas posibles, se comenzaría a tornar favorable para el medio ambiente y por ende para todos. Tendremos Chile S.A. al menos 4 años más, quiéranlo o no, por lo tanto, la expectativa mínima optimista es que ambientalmente lo hagan mejor que los gobiernos pasados.
Ahora que está de moda aprobar aquello que la Concertación nunca logró aprobar -curiosamente por culpa de los otros-, agregando además cosas que la Concertación nunca se atrevió a proponer, se está abriendo un surrealista escenario posible, donde se podrá avanzar bien en temas ambientales que, durante tantos años, fueron lentos de mover. Temas como aguas, bosques, energías renovables, acuicultura, agricultura y pesca, minería, relaves, contaminación, derrames, papeleras, termoeléctricas, mega embalses, basura, transgénicos, suelos, humedales, parques y glaciares.
He leído que a las empresas social y ambientalmente responsables les va mejor con sus clientes, bajan sus costos, mejoran su eficiencia, las condiciones laborales y la participación, conquistan mejores mercados, y posicionan mejor su imagen. Ahora que estamos en Chile S.A. ¿porqué no probar? Optimistamente.