
En Chile nadie se hace cargo del reciclaje de ampolletas de ahorro de energía
Por ahora hay que almacenarlas o botarlas a la basura. Contienen mercurio y "tierras raras" que son tóxicas. En otros países, los fabricantes se hacen responsables de estos desechos contaminantes y hasta obtienen dinero con ello.;
Las ampolletas de ahorro de energía -también llamadas lámparas fluorescentes compactas (LFC)- consumen apenas el 20% de energía en relación a lo que gasta una ampolleta convencional. "Si bien el costo es mayor, la diferencia en el precio se recupera a los pocos meses de uso. Además, al tener una vida útil mayor, genera menos residuos", señala Marcelo Padilla, profesional de la división de eficiencia energética del Ministerio de Energía.
Reemplazar una ampolleta tradicional por una LFC se traduce en un ahorro energético diario de 0,32 kilowatt/hora. En la cuenta de electricidad mensual esto se traduciría en $960 menos.
Pero tras tanta maravilla hay una problemática en ciernes: ¿qué hacer con estas ampolletas cuando se queman?
El problema es que una LFC no es inocua con el medio ambiente, en su interior hay mercurio y minerales que contaminan y son peligrosos para la salud humana. No es una gran cantidad (ver infografía), pero es relevante dada la masividad que han alcanzado en el país.
"Es un tema complejo, ya que en la mayoría de los aparatos electrónicos se puede obtener un beneficio al hacer reciclaje, pero con las ampolletas es más difícil conseguir una manera rentable de valorizar productos. Son maquinarias muy específicas y procedimientos delicados", dice Javier Otero, coordinador de actividades de enlighten en Latinoamérica y el Caribe, dependiente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En Chile no existe la infraestructura para hacerse cargo de las ampolletas quemadas de manera masiva. "En estos momentos no contamos con la capacidad para ‘levantar’ mercurio y otros minerales desde las ampolletas", aclara Joost Meijer, jefe de la sección de residuos del Ministerio del Medio Ambiente.
Sistema de captura
En el país la única empresa que puede hacerse cargo del manejo de las ampolletas es Ecolamp (subsidiaria de Ecoser), pero trabaja para grandes empresas que pagan por sus servicios.
"Nuestra tecnología es móvil y permite llegar a las empresas que hacen cambios masivos de tubos fluorescentes. Ellas las almacenan y nosotros vamos al lugar para hacernos cargo de ellas", dice Jacqueline Canto, representante de gerencia del sistema de gestión de Ecoser.
El proceso consiste en capturar el mercurio contenido al interior de la ampolleta o tubo y almacenarlo, separándolo del vidrio y los casquillos. El resultado de este proceso se lleva a una planta de disposición de residuos autorizada.
Pero el problema de fondo es que en Chile no hay una ley que clarifique qué hacer con ellas y quiénes son los responsables de su reciclaje o almacenamiento.
La ley base del medio ambiente casi no toca el aspecto de los residuos, y el tema quedó en tierra de nadie tras fracasar su incorporación en la reforma tributaria a través de los llamados "bonos verdes". "Ahora estamos trabajando en una ley específica de manejo de residuos", señala Meijer.
Ésta se basaría en la experiencia europea, donde el concepto de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es clave: "El consumidor devuelve el producto al fabricante. Esto genera que desde el diseño del producto ya exista una preocupación de qué hacer con él cuando termine su vida útil". El concepto que está detrás de esta filosofía es "el que contamina, paga", dice Meijer.
A la postre, dentro del precio del producto ya se incorporará un costo adicional por los gastos asociados a su recolección, manejo y reciclaje.
El ejemplo de los españoles
En España los productores de ampolletas crearon la Asociación para el reciclaje de lámparas (Ambilamp), que se encarga de su acopio, recolección y reciclaje.
"Hemos dispuesto 27 mil puntos de recolección, de los cuales 17 mil están orientados al ciudadano y ubicados en el supermercado o en las tiendas de barrio, con contenedores especiales para evitar que las lámparas se quiebren", dice Juan Carlos Enrique Moreno, director de Ambilamp.
La iniciativa es acompañada de campañas educativas para fomentar el compromiso de la ciudadanía. En 2011 recolectaron 2.169 toneladas, que es 10 veces el peso de la "Estatua de la Libertad" y representa el 40% de los residuos generados por las ampolletas.
Por ley están obligados a recuperar el 85% de la ampolleta, donde el 80% de ella es vidrio, el 4% es plástico y el resto metales, polvos fluorescentes y el mercurio. "Del polvo fluorescente se obtienen tierras raras que tiene valor comercial y estratégico, ya que se utilizan para fabricar aparatos electrónicos", dice Enrique.
¿Qué puede hacer en la casa?
Mientras Chile no tenga una política clara al respecto, la recomendación para los usuarios es almacenar las ampolletas quemadas en una zona con ventilación, en espera para cuando exista una solución. De no ser posible, Joost Meijer recomienda "arrojarlo a la mezcla de residuos domiciliarios que se botan a la basura, siempre y cuando su destino sea un relleno sanitario. En zonas donde hay un basural es mejor separarlos y encapsularlo con ciertos materiales como cemento y crear una aislación".
Si una ampolleta se quiebra en el hogar, el Ministerio del Medio Ambiente recomienda ventilar el lugar y recoger los restos con diario, teniendo cuidado de no cortarse con ellos.
Augusto C
17/03/2016Que novedades hay en el tema?
paulina eyquem
23/08/2015Estoy tratando de buscar un lugar donde depositar ampolletas de bajo consumo que ya no sirven y no encuentro ningun lugar.Aqui se habla de una ley que se esta tramitando y ya a pasado mucho tiempo y nada..que pena¡. En fin, quisiera saber si existe algun lugar donde depositar ampolletas en desuso. Gracias y saludos
Pamela Suarez
24/08/2015Amiga, le sugiero se contacte con el Ministerio de Medio Ambiente para que la guíen en lo que solicita. Saludos